- Reduce en un 40 por ciento los efectos contaminantes de combustibles
- Ayuda a evitar la contaminación de aguas por los aceites vegetales que se vierten en las alcantarillas
Se logran reducir hasta en un 40 por ciento los efectos contaminantes de combustibles con la conversión de los desechos de aceites vegetales en biodiésel; esto abona a atacar dos problemáticas sociales, que es la recolección de aceites vegetales usados que se generan como desecho, y la utilización de los mismos, al reciclarlos y convertirlos en un biocombustible.
De esta forma ha venido trabajando Biocombumex desde el año 2015, es la primer planta de este tipo en el estado, autorizada por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como por la Secretaría de Energía, detalló Bernardino Flores Valles, quien inició con este proyecto desde que era estudiante: “En otros países el biodiésel es lo que mayormente se consume, pero aquí se ha frenado su desarrollo por intereses políticos y económicos”.
Precisó que se ha logrado una cobertura del 15% de restaurantes y comedores industriales, que les hacen entrega del aceite utilizado en la elaboración de sus alimentos, con lo cual han podido evitar que el desecho contamine los mantos acuíferos, o que sea necesario el tratamiento del agua lo que implica un gasto mayor y un problema importante de contaminación.
“Ante la Secretaría de Energía estamos catalogados como pequeños productores de biodiésel donde podemos generar máximo 500 litros diarios del combustible; estamos trabajando a un 70% de la capacidad instalada. El biodiésel por su naturaleza, reduce las emisiones de gases efecto invernadero porque no contiene aromáticos, y es libre de azufre, por lo cual no se genera tanto smog, ni tanto CO2 a la atmósfera, y eso contribuye a cuidar el medio ambiente”, indicó.
Flores Valles señaló que la falta de regulación del manejo adecuado del desecho de aceites vegetales provoca que se arroje a la alcantarilla; con la idea de cambiar este proceso y aprovechar el residuo de mejor manera, durante su etapa como estudiante, empezó el desarrollo de este proyecto; el equipo con el que colaboró, ganó.
“Nos hemos topado con que mucha gente sigue tirando el aceite al caño, es donde entramos nosotros, evitamos la contaminación de las aguas para que no vaya directamente a la planta de tratamiento, donde se genera un costo adicional y la contaminación por este tipo de residuo. Hemos tenido que pasar las barreras del desconocimiento, de un producto nuevo del que en la entidad hay todavía temor en su implementación, por lo cual no se ha adentrado como debería en la energía verde y renovable”, subrayó.
El emprendedor subrayó que tienen como objetivo establecer una estación e incrementar las redes ambientales; la planta que actualmente se localiza en la carretera a San José de Gracia, en Pabellón de Arteaga, distribuye a tres empresas, entre ellas a la industria de materiales y una cremería. Buscan ampliar su mercado, ya que el biocombustible puede utilizarse en cualquier motor de combustión diesel con un costo incluso menor.