Este fue uno de esos conciertos en donde todo encaja perfectamente, desde que vimos la programación de conciertos de la segunda temporada de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, este quinto programa se veía, desde el papel, como uno de los más atractivos y efectivamente, resultó siéndolo, respondió a las expectativas de todo lo que estaba anunciado: tres obras atractivas de tres de los más grandes compositores de la historia de la música, una cantante quien con su sólo nombre es garantía, un director que su juventud no corresponde con la experiencia y solvencia que su batuta nos propone, y una orquesta cuya calidad no se puede discutir, al contrario, en compromisos serios como este quinto concierto, suele reafirmar el potencial que nuestra más importante entidad musical puede ofrecer.
De esta manera, se programó la Marcha No.1 Pompa y circunstancia del británico Sir Edward Elgar, Les Illuminations del también británico Benjamin Britten sobre textos del poemario Las Iluminaciones de Jean Arthur Rimbaud, y después del intermedio la célebre Sinfonía Fantástica, Op. 14 del francés Hector Berlioz, de esta manera se confeccionó un programa en el que estuvieron involucrados dos ingleses, Elgar y Britten, y dos franceses, Berlioz y el poeta Rimbaud, sajones y normandos, para decirlo en términos medievales. El director fue nuestro titular interino y la soprano Lourdes Ambriz, un placer escucharla cada vez que se presenta en Aguascalientes.
El concierto inició con la Marcha No. 1 Pompa y circunstancia de Elgar, posiblemente, y con todo el respeto que nos merecen Britten y Ralph Vaughn Williams, el más importante compositor británico. Es una obra majestuosa y yo diría que Pompa y circunstancia es a los ingleses lo que el Huapango de José Pablo Moncayo es a los mexicanos, lamentablemente tanto una obra como la otra se usan absolutamente para todo y a resulta de verdad indignante para quienes de verdad amamos la música, con todo lo que esto representa, escuchar esta marcha de Elgar en graduaciones, XV años y no sé cuántas ceremonias más y esta manera de descontextualizarla la ha hecho perder puntos en las preferencias del gusto de muchas personas, pero es indudablemente una obra monumental, majestuosa, soberbia, es la mejor descripción en argumentos musicales de la más nítida esencia de Inglaterra, de la misma forma, insisto, que sucede con México respecto al Huapango o también al Danzón No.2 de Arturo Márquez.
Lo interesante del asunto es que la ejecución que hizo el maestro López Reynoso de esta obra tan común en todos lados, fue tan convincente y contundente que de hecho pareció como nueva, como si fuera la primera vez que la escuchamos, la hizo nueva, su trabajo con la batuta fue, y no quiero pecar de exagerado, como una reescritura de esta bella pieza orquestal, le sacó brillo a una partitura que ha sido opacada y abaratada por la innecesaria frecuencia con la que se suele ejecutar, refrescante, con el sello de la casa.
Les Illuminations de Britten es una obra complicada, no es fácil de escuchar, seguro estoy que tampoco de tocar y menos de cantar, se trata de una suerte de lied para orquesta y voz de uno de los dos poemarios más importantes del poeta simbolista francés Arthur Rimbaud, posiblemente menos conocido que la que pudiéramos considerar como su obra cumbre: Una temporada en el infierno de 1873, un año antes de publicar Las Iluminaciones. Las cartas completas, cartas del vidente y poemas diversos completarían la breve pero muy brillante obra poética de uno de los llamados poetas malditos, gremio al que también debemos agregar a su majestad Charles Baudelaire y Paul Verlaine.
En fin, volviendo al tema de la música, tenía mis dudas en cuanto a la reacción del público al enfrentarse a una obra que ciertamente no es un dulcecito fácil de digerir, al contrario, representa una gran responsabilidad también para quien escucha y lo cierto es que me quedé con un buen sabor de boca una vez que terminó la obra. Sin duda, una de las cosas que hizo accesible una partitura descomunal en retos técnicos y que no busca el facilismo barato para agradar sin muchas complicaciones, fue la impecable ejecución que hizo la soprano Lourdes Ambriz, no podemos dudar de su calidad ni del hecho de que pueda abordar cualquier tipo de repertorio, por exigente que este sea, con la solvencia que le es característica. Podría decir en pocas palabras que Las Iluminaciones que nos presentó Lourdes Ambriz fue de verdad exquisita y que nos hizo fácil una obra complicada de principio a fin.
Para terminar el concierto se programó una de las obras favoritas de todas las orquesta, de todos los directores y del público de todas las latitudes. Indudablemente lo es, La Sinfonía Fantástica de Berlioz, es una obra de intenso aroma descriptivo y que el maestro Iván López Reynoso resolvió con gran virtuosismo, yo creo que una de las cosas más importantes que debe hacer un director es convencer a los músicos de la orquesta que su propuesta es la mejor y que tal o cual pasaje se debe de tocar así, de esa forma, esa es la diferencia entre hacer simplemente una lectura o bien, comprometerse con una verdadera ejecución, como fue el caso de esta Sinfonía Fantástica de Berlioz que nos ofreció el maestro Iván López Reynoso.
Para la próxima semana, la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes nos ofrece otro gran programa, y no lo digo sólo como un cliché, sino porque realmente lo es, el concierto inicia con El Moldava del poema sinfónico Ma Vlast, Mi patria de Smetana, de este mismo compositor bohemio escucharemos la Suite La novia vendida y después del intermedio La Sinfonía Patética No. 6, OP. 74 en si menor de Chaikovski , este concierto será dirigido una vez más por el maestro Iván López Reynoso, director titular interino de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes. En esta ocasión, el concierto se realizará en el Museo Espacio del Macro espacio para la Cultura y las Artes (MECA) a las 20:30 hrs. Por ahí nos veremos, si Dios no dispone lo contrario. Hasta entonces