- No existen refugios para adolescentes varones que huyen de su casa
- Jóvenes menores de edad que buscan la independencia de sus hogares violentos sufren procesos tortuosos
Los adolescentes que viven en contextos violentos están desprotegidos pues existen vacíos legales para aquellos que son maltratados en sus hogares, ya que no se contempla la figura de la emancipación, además de que en Aguascalientes sólo existe un refugio para personas que sufren de violencia pero no acepta a menores de edad sin compañía de un adulto, según lo apuntó Mariana Ávila Montejano, coordinadora del Observatorio de Violencia Social y de Género de Aguascalientes.
Este martes en el segundo patio del Palacio Municipal se realizó la Convocatoria del Primer Concurso Estatal de Fotografía para la prevención de violencia social y de género en Aguascalientes Tómame en Cuenta, en la que colabora el Observatorio organizada por la agrupación Infocus.
Tras la presentación de la convocatoria, Ávila Montejano habló sobre la situación que enfrentan los adolescentes respecto al contexto violento que vive la sociedad, siendo este grupo poblacional uno de los más vulnerables tanto por las condiciones sociales como en materia jurídica.
“La violencia social impacta de diferentes maneras de diferentes dimensiones y dependiendo mucho de condiciones como clase social, espacios geográfico, sexo, género e identidad a los jóvenes.”
Los adolescentes se encuentran ante un vacío jurídico pues cuando viven en contextos violentos y no están casados, son dependientes y están a la merced de sus padres o familiares, quienes en muchos casos ejercen violencia contra ellos, por lo que es necesaria una reforma que abra la posibilidad de la emancipación.
“En algunos de los casos que nosotros acompañamos, ya además con la información del Informe anual del DIF de investigación de relaciones del hogar, muchas de las violencias se ejercen, sino es que la mayoría, dentro del espacio familiar, y se desaparece la figura de la emancipación.”
En Aguascalientes además, sólo existe un refugio para personas que huyen de sus hogares por motivos de violencia sin embargo este no acepta a menores de edad solos, “No hay ningún espacio para jóvenes varones en refugios y únicamente se pueden trasladar a anexos, lo cual los vuelve o los posiciona en una situación muy vulnerables”.
La falta de refugios para jóvenes que viven violencia está relacionado con el tema de identidad de género, orientación sexual e incluso en el acceso a los derechos a la salud donde se deja en gran desventaja a los menores de edad, según comentó Ávila Montejano, “Un joven menor de edad que quiere salir de ese espacio de violencia tiene que transitar por un camino tortuoso para poder ser autónomo”.
Con la experiencia del movimiento Mi Primer Acoso que se realizó el año pasado se detectó a mujeres que identificaron el acoso sexual desde los seis años, repuntando este en los once años y permaneciendo hasta los 35, sin embargo el observatorio ha recibido casos de personas mayores que señalan ser víctimas de esta clase de violencia.
“Hay una escalada de violencia alarmante que tiene que ver con el hecho de cómo está visibilizando y nombrando muchos procesos de violencia en los espacios educativos desde la primaria hasta las universidades que no están siendo atendidos, en algunos casos no por dolo, sino por falta de información porque no hemos logrado y nombrado visibilizar estas violencias, entonces podría ser muy subjetivo”.
El Instituto Nacional de Geografía y Estadística, agregó, plantea que son mujeres de 14 a 35 años las que sufren más la violencia o manifiestan tener más violencia en las relaciones de pareja, lo cual indica violencia en los primeros noviazgos, sin embargo esta medida se queda corta pues la violencia es parte de toda la vida y se encuentra en todos los espacios de la sociedad.