Hace tres años, en 2014, México fue la sede mundial de la Bioética, ya que hospedó la 10ª Cumbre Global de Comisiones Nacionales de Ética/Bioética y el 12º Congreso Mundial de Bioética, que ocurrió durante los días 25 a 28 de junio de ese año. Su presentación, a la ciudad y al mundo, fue tan sobria como grandilocuente: “En tanto que tenemos claro el concepto de globalización de la economía, los mercados o las redes de comunicación e información, nuestra respuesta hacia los demás y a la conjunción vital que implica el universo, apela a nosotros no sólo en lo individual, sino en lo colectivo. Para tal efecto, la herramienta es la bioética” (Mexico 2014: World Bioethics Venue. 2013, http://conbioetica-mexico-salud.gob.mx).
El consenso mundial de los congresistas, quizá por primera vez, queda claramente pronunciado: La Bioética es mucho más amplia (que la Ética Médica), dado que comprende asuntos que están mucho más cercanos a mi propio corazón relacionado con la salud pública y la investigación ética, la ética global, la ética animal y también partes de la ética ambiental, ya que estamos hablando sobre asuntos de la pobreza, de la alimentación y de la nutrición que, por tanto, son consideraciones que deben ser parte de la Bioética. En palabras de Angus Dawson, Coordinador Adjunto de la Asociación Internacional de Bioética, IAB, en las sesiones plenarias.
En continuidad con este horizonte de la Bioética en el mundo actual, Aguascalientes hospedó el X Congreso Nacional, III Estatal de Bioética. 2017. Celebrado los días 14, 15 y 16 del presente mes de junio. Coherente con el corte metodológico mencionado arriba, se adopta un elenco de tópicos específicos, que definen su programa en 5 grandes campos: 1.- Historia de la Bioética, en tanto disciplina académica. 2.- Horizonte situacional de la Ética Médica, incidencia Educativa y Aplicación experiencial/ el paciente sujeto al Buen Trato; 3.- Ámbito del Derecho en intersección con la Salud, Dignidad de la Persona e imperativos de Los Derechos Humanos. 4.- Deontología específica: Trasplantes, Farmacología y límites Terapéuticos. 5.- Bioética Ambiental.
Durante el primer día de trabajos, el Congreso desahogó el primer gran bloque de tópicos, relativos a los 3 primeros campos, como se indica arriba. De las seis exposiciones del día, en sesiones plenarias, si apuramos un poco para identificar el eje al que fue convergente la temática abordada, me atrevo a decir que fue el de Bioética y Crisis de la Ética Médica Tradicional, campo número 2 de la temática. Y me explico por qué.
El Dr. Luis Gerardo Hernández Ayala, investigador y médico adscrito al Issste local, estuvo a cargo de esta presentación, cuyo objetivo es invitar al médico a hacer de la reflexión un quehacer cotidiano, para dar respuesta a las preguntas que surgen de dicha crisis, cuestionándose si siente compromiso consigo mismo y con la sociedad. El punto de partida consiste en confrontar la práctica médica al cuidado de la salud del hombre y las implicaciones éticas que ello conlleva.
A este respecto de la normatividad ética, el Dr. Hernández Ayala realiza una recuperación desde el clásico Juramento Hipocrático, siglo V a.C., de la cultura griega, que inspiró prácticamente la práctica médica hasta bien entrado el siglo XX, en que se pronunció al respecto la Asamblea General de la Asociación Médica Mundial (Ginebra, septiembre de 1948); a la que se sucedieron asambleas mundiales del mismo tipo, para redefinir el compromiso central del médico a la hora de ofrecer su tratamiento, guía y apoyo a sus pacientes.
Lo más destacado bajo esta óptica es permanecer disponible al servicio de la humanidad y hacerlo con dignidad y conciencia. Distinguiendo su ejercicio terapéutico de cualquier afán de lucro. Asumir que sus maestros merecen el respeto semejante al de un padre, y sus colegas un trato de hermanos. En lo esencial, nunca proveer a un enfermo un medicamento mortal y, por ello, respetar la vida humana desde su comienzo a su término. Incluso el médico debe sentirse obligado a denunciar a algún colega ya sea falto de ética o de competencia profesional; o a quienes incurran en el fraude o engaño. En gran síntesis, no mercantilizar el trato médico de los pacientes, a causa de una mutua referencia.
Al final, la relación médico-paciente es una de las más complejas e intensas, ya que tanto paciente como médico dependen mutuamente del saber del otro, de su deseo de sanar y de su compromiso en el proceso terapéutico. Esta deontología médica es el fundamento de la prestación de un servicio orientado a la salud de las personas humanas, su bienestar, su beneficencia; pero también y, ante todo, el respeto a la dignidad y autonomía personal del paciente. Cuyo cuidado en la práctica implica tres grandes esferas de interés: a) la humanista; b) la instrumental/técnica; c) la biomédica, propiamente dicha. El descuido o la distorsión de una de ellas pone en crisis al resto, y profundiza la crisis de la práctica médica contemporánea.
A partir de los años cuarenta del siglo XX, tiempos entre guerra y postguerra mundial, el panorama médico-humanista sufre cambios profundos y agudos. Les acompaña la Declaración Universal de los Derechos Humanos, los más específicos de los Derechos de los pacientes; y con ello, sobreviene una incuestionable pérdida de vigencia, de las visiones tradicionales, tal es el caso del Derecho a elegir condiciones de la propia muerte, por situaciones indignas de “estar vivo”. (Holanda 2001), en casos analizados y justificados. Y tanto la revisión como la innovación de imperativos éticos contemporáneos siguen expandiéndose como una gran ola de choque y de cambio.
A partir de este eje, decía al principio, podemos extender el gran elenco de tópicos y temas que nos atañen como seres humanos, pero siempre vistos bajo la lente de su incidencia o eventos cotidianos.
De ahí se desprende la importancia conceptual y teórica de la Dignidad Humana, analizada en su genealogía tanto lingüística como filosófica. Tema que desarrolló con maestría el Dr. José Ángel del Moral Palacio, filósofo y teólogo, que motivó a los congresistas a manejar con precisión conceptual los términos aplicables a eso que llamamos “dignidad de la persona humana”. En donde la lógica y racionalidad teórico-científica es indispensable para un recto juicio en materia de Bioética.
Tema coherente con el anterior es el de los Derechos Humanos a la Salud. Tópico que desarrolló con solvencia la Dra. en Derecho, Yessica Jeanette Pérez Carrera, quien en representación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Aguascalientes, filial de la Comisión Nacional, expuso cómo este referente pasa de lo ideológico, cultural y conceptual de los derechos humanos, a lo prescriptivo, es decir, a la norma obligatoria, a la protección de las garantías personales y sociales, para hacer verdad y hacer respetar el derecho de cada individuo y sociedad a la satisfacción de toda necesidad vital inherente a su ser como tal.
La Ética del Cuidar fue presentada por el Dr. Eugenio Herrera Nuño, que se plantea no como un desiderátum de la atención debida a las personas en situación de vejez o condición de terminalidad; sino como un imperativo humano orientado a elevar y sostener la calidad de vida, hasta el último aliento del ser humano ante el punto irreversible de su muerte. Cuidado que es medible a nivel estadístico y a nivel demográfico, lo que nos reporta una incuestionable demanda de atención práctica.
La Bioética también es una disciplina que exige rigor académico y científico. Es el gran campo de interés por el ser humano en cuanto que tal. Implica una reflexión metódica y sistemática. Por ello es objeto formal de un conocimiento teórico-práctico. No se trata de una disciplina especulativa. Se trata de un sistema gnoseológico o epistémico que requiere ser transmitido mediante la estructura y dinámica de la Educación formal. Con referencia a estos aspectos transferibles, mediante la comunicación e interacción pedagógica, bajo el tópico de Conciencia Educativa, el Dr. M.B. Víctor Hugo Ruiz Ponce, abundó en su presentación al 2º Congreso Estatal.
El elenco anterior, fue puesto en perspectiva, dentro de la exposición inaugural, a cargo del Dr. Sergio Lucio Torales, presidente de la Asociación de Catedráticos e Investigadores de la UAA, Aciuaa, para indicar la ruta evolutiva que la Bioética tiene y ha tenido entre nosotros; es decir, de ser ahora un tópico de interés universal y con extensión global a todos los países de la Tierra, es también un tópico de interés para nosotros los habitantes de Aguascalientes, en los incidentes de nuestra vida cotidiana.
De manera que este amplio panorama conceptual, se convierte para los propósitos de este X Congreso Nacional y III Estatal auspiciado por la Academia Nacional Mexicana de Bioética, cito aquí en el Capítulo Aguascalientes, en un impulso tanto a la difusión como vigencia de la Bioética, que se inserta vitalmente en los afanes, preocupaciones, retos y desafíos de futuro del mundo actual; interés que impacta a la comunidad local y se hace verdad en los hechos reales de su vida cotidiana.