- Aguascalientes; segundo lugar en suicidios en el ámbito nacional, primer lugar de suicidios en jóvenes
- Desde 2011 se tiene detectado el perfil del suicida de Aguascalientes, por lo que no se desconoce quienes cometan este acto en el estado como algunas autoridades locales han expresado
El suicidio se define como un acto deliberadamente iniciado y realizado por una persona en pleno conocimiento o expectativa de su desenlace fatal, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS señala que la prevención y el tratamiento adecuado de la depresión, abuso de alcohol y otras sustancias, así como de quienes han intentado suicidarse, permite la reducción de las tasas de suicidio; es un problema multifactorial, que resulta de una compleja interacción de factores biológicos, genéticos, sicológicos, sociológicos y ambientales; esta misma organización considera al acto suicida como un problema de salud pública, algunos de los patrones observados en la conducta suicida son: depresión, bipolaridad y esquizofrenia, todo ellos considerados trastornos siquiátricos. Otra característica del fenómeno de los suicidios es que se presentan mayores tasas de suicidio en hombres, en personas de bajos ingresos, en desempleados y en usuarios de alcohol y drogas.
La estadística más reciente con que se cuenta para establecer un panorama de los suicidios en México, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), registra en 2014: 6, 337 suicidios, 98.1% de ellos (6,215) ocurrieron en ese mismo año; estos últimos representan 1% del total de muertes ocurridas y registradas en 2014, colocándose como la décimo quinta causa de muerte a nivel nacional, con una tasa de 5.2 decesos, lo que muestra un aumento respecto a la tasa de 2013, que fue de 4.9 muertes por cada 100 mil habitantes.
Al igual que en los ámbitos mundiales, los suicidios en México presentan una tendencia creciente; entre el año 2000 y 2014, la tasa de suicidios aumentó de 3.5 a 5.2 por cada 100 mil habitantes. La tasa de mortalidad masculina por esta causa fue de 8.5 y en mujeres de 2.0 por cada cien mil, para ambos sexos, la tasa de 2014 resulta la tasa más alta de muertes por lesiones autoinflingidas desde el año 2000.
En promedio, en Aguascalientes se suicidan hombres jóvenes que aparentemente tienen una vida estable, con empleo, pareja y casa propia, sin embargo, el detonante para que este fenómeno ocurra son las presiones económicas a las que son sometidos según explicó el ex director del Centro de Salud Mental Agua Clara, Héctor Grijalva Tamayo.
Si bien la OECD indica que el fenómeno de los suicidios se presenta con mayores tasas en desempleados, en Aguascalientes no se suicidan las personas desempleadas, sino que lo hacen quienes a pesar de tener un empleo, no logran cumplir con las expectativas económicas y viven en un estado de carencias.
El neurólogo especialista en suicidio, Grijalva Tamayo, apuntó que a pesar de que varias autoridades han manifestado que las causas de los numerosos suicidios que hay en el estado podrían deberse a temas relacionados con la alimentación o el agua que se consume, lo cierto es que no existen pruebas refutables que así lo indiquen, por lo que resulta irresponsable asegurar que dichas causas son ciertas.
Según un estudio del Inegi, Aguascalientes es la segunda entidad en el país con más suicidios con 8.6 suicidas por cada cien mil habitantes tras Campeche que registró 10 casos en esa misma proporción.
Desde 2011, explicó el neurólogo, se tiene detectado el perfil del suicida de Aguascalientes, por lo que no se desconoce quienes cometan este acto en el estado como algunas autoridades locales han expresado. Los suicidas son en su mayoría, hombres de entre 15 y 35 años con pareja, casa propia y trabajo estable; vidas que aparentemente podrían ser descritas como “ordinarias”, “cotidianas” y “comunes”.
Sin embargo, estas personas no tienen sueldos bien remunerados, lo cual hace que tengan muchas presiones económicas y que sus posibilidades de vivienda sean limitadas a fraccionamientos mal diseñados con malos servicios y con malas condiciones de vida.
El vivir bajo presiones económicas y en casas incomodas genera roces del individuo con su pareja y los demás miembros de la familia, estos roces posteriormente generan contextos de violencia intrafamiliar y consumo de alcohol, lo cual a su vez ocasiona rupturas que derivan en depresión y finalmente en suicidio.
“No se suicidan los desempleados, los enfermos terminales, los discapacitados, ni los indígenas (…) no es el desempleo, no es el alcohol por sí sólo, no es la falta de un hogar, son poblaciones que parecen muy estables, muy ordinarias, muy cotidianas y muy comunes.”
Estos casos, aunque no son generales, sí son una mayoría de los suicidios que suceden en Aguascalientes y esto se debe, explicó Grijalva Tamayo, al proceso de industrialización que ha vivido el estado en las últimas décadas.
El crecimiento de la ciudad de Aguascalientes y del estado basado en la industrialización trajo una inmigración importante de gente del campo y de estados vecinos que llegaron a trabajar a la ciudad, esto aumentó la densidad poblacional en la ciudad, lo que hizo que se crearan con gran velocidad unidades habitacionales y colonias periféricas que no tienen una buena calidad de vida.
Las personas del campo en específico, venían atraídas por un sueldo quincenal garantizado que aparentemente les convenía más que esperar a que el campo les rindiera, sin embargo este sueldo se empezó a quedar corto una vez que empezaron a formar familias, lo cual somete a los trabajadores a presiones económicas.
“Se entra en una angustia existencial porque no alcanza el trabajado para vivir, porque trabajan y trabajan y se cansan, pero no alcanzan a sacar el sostenimiento de su hogar, lo cual les genera un clima de angustia social que se mezcla con la falta de buenos servicios.”
Ante la llegada de más población aumentaron los centros de diversión como bares y cantinas, sin embargo, no fue lo mismo con la oferta de espacios culturales y deportivos, es decir, la ciudad no creció a la par de las necesidades de la población cuyo estándar de vida no es adecuado.
Respecto al consumo de alcohol, Grijalva Tamayo aclaró que no se podría determinar como un detonante por sí sólo, sino que en realidad sólo actúa como un “desinhibidor” para que el suicida pueda tomar la decisión de tomarse la vida; sin embargo entre el 50 y el 60 por ciento de quienes fallecieron en estas circunstancias eran asiduos consumidores de bebidas embriagantes.
Lo que sí influye, reiteró, es la violencia intrafamiliar del tipo conyugal e inclusive en contra de los hijos, lo cual se encuentra prácticamente en el 100 por ciento de los casos, “Si la persona tiene un sueldo que no es suficiente, empieza a vivir en estrecheces y genera problemas con su pareja, con los hijos”.
De acuerdo a las cifras de la Procuraduría General de Justicia del Estado para el año 2013 se recibieron 774 denuncias por violencia intrafamiliar, mientras que el 2012 el año cerró con un total de 928 quejas por el mismo delito, un año antes es decir en el 2011 las denuncias recibidas fueron mil 121, por lo que se podría calcular que la tendencia es a la baja, sin embargo, lo cierto es que una gran proporción de los casos no son denunciados por las víctimas.
Suicidio en la población joven
Si bien Aguascalientes ocupa el segundo lugar en número de suicidios en el ámbito nacional en términos generales, la situación se complica cuando se habla de la población joven; según el estudio presentado por el Inegi el año pasado este estado es el primero en el país en suicidios de jóvenes de 15 a 29 años.
El interés del suicidio cometido en la población joven llama la atención ya que en el curso del tiempo la tasa de suicidio entre la población de 15 a 29 se ha mantenido elevada. Considerando los suicidios ocurridos y registrados en 2014 en todo el país, se suicidaron dos 493 de jóvenes de 15 a 29 años, es decir, el 40.2% del total de todos los que decidieron acabar con su vida, observando una tasa de 7.9 suicidios por cada cien mil jóvenes de este grupo de edad. Por sexo, las tasas de suicidio entre este grupo poblacional, son de 12.5 en hombres y 3.5 en mujeres por cada cien mil.
La tasa de suicidio en jóvenes de 15 a 29 años, informó el Inegi el año pasado, es mayor en Aguascalientes, Campeche y Chihuahua, (16.3, 14.5 y 14.0 por cada cien mil habitantes, respectivamente). En tanto que Oaxaca (4.4), Morelos (4.3) y Guerrero (3.4), presentan la tasa más baja.
El suicidio infantil
Aunque el suicidio en general es un tema polémico, el suicidio infantil lo es aún más y a pesar de que algunas autoridades han pretendido invisibilizar esta problemática, según Grijalva Tamayo esto es una realidad pues los niños que se quitan la vida no lo hacen por accidente ni por juego sino que realmente no quieren vivir y por lo tanto este tema debe de ser tratado con seriedad y responsabilidad.
Un estudio presentado por el Inegi reveló que el suicidio de menores de entre diez y 17 años está en aumento, tan sólo en 2015, de los 124 suicidios que se presentaron en todo el año, ocho fueron de niños y cinco de niñas de estas edades, mientras que en 2017 tres casos se habían presentado hasta el primero de mayo.
A pesar de estas cifras, lamentó Grijalva Tamayo, han surgido comentarios entre la opinión pública e incluso entre autoridades, que sostienen que el suicidio en los niños, sobre todo los de edades más tempranas, no existe.
Estas aseveraciones se basan en que supuestamente los niños no tienen la intención real de quitarse la vida pero cometen equivocaciones e incluso también hay quienes señalan que los niños no tienen una clara concepción de la muerte, por lo que “Como en las caricaturas”, piensan que después de matarse pueden volver a la vida, “Es una grave equivocación y es mejor decirlo en público”.
El suicidio infantil existe y es reconocido por publicaciones de los países que trabajan seriamente en este tema como los Estados Unidos, España y Argentina; mientras que en México, basta con abrir las páginas de algunos medios de nota roja para encontrar casos de niños que han decidido quitarse la vida en todo el país.
En Aguascalientes, se han presentado varios suicidios de niños, siendo el primero registrado por Agua Clara uno acontecido en el año 2003; “Yo hice mi tesis para el doctorado en Psicoterapias Humanistas precisamente sobre el suicidio infantil; atendimos durante dos años el caso de un niño de seis años; este niño intentó suicidarse, tomó medicamentos y afortunadamente se logró rescatar”.
En este caso, comentó, era muy sencillo aseverar que el menor había confundido las pastillas con dulces, sin embargo, luego de un trabajo de investigación detallado y profundo se determinó que en realidad el niño sí quería morir debido al contexto violento de su familia: “Hubo que hacer cambios estructurales en su familia, era una familia de altísima violencia, de mucho abandono, por lo que hubo que hacer un cambio importante. El suicidio infantil existe, es muy grave”.
Como una estrategia para prevenir que más de estos casos se volvieran a repetir, en 2008 el Gobierno del Estado creó un Centro de Atención Psicológica para niños, sin embargo, poco después este desapareció ante la petición del director del Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes (Issea) de ese entonces.
“Pero bueno, vamos a suponer que el director de salud de aquella ocasión se equivocó, el señor no vive, ya no le podemos atribuir culpas, no está, pero sigue otra administración y tampoco se reestableció el programa, ahora está empezando otra administración nueva, yo creo que es muy probable que se reestablezca el programa, es mi esperanza y hay con qué porque en aquel entonces quedó gente capacitada y preparada”.
Pese a que hay problemas de salud que merecen una atención especial por parte del Issea, como la obesidad, diabetes, afectaciones cardiacas, cánceres que afectan a la mujer y el cáncer en general, también se debe poner atención en la salud sicológica de los aguascalentenses, sobre todo de los menores, pues esto además no representaría un gasto muy grande para el estado toda vez que la atención sicológica es de los servicios de salud más baratos que se pueden dotar a decir de Grijalva Tamayo.
Cabe señalar también que para detectar los casos en menores de edad con problemas sicológicos es de suma importancia una red de sicólogos en las escuelas preescolares, primaras, secundarias y preparatorias.
“No puedes tener un grupo de cien muchachitos que asisten todos los días, sin un sicólogo, no es posible, sencillamente no lo es, así como no puedes tener grupos sin maestro o la escuela no puede no tener los servicios de luz y de agua, lo elemental, ¿Cómo puedes tener jugando, estudiando o conviviendo a cien criaturas sin un sicólogo?.”
buenas tardes Carlos Olvera, me pareció muy interesante su articulo, en especial este fenómeno que es el suicidio infantil del que ya se esta empezando hablar. Por esto mismo quisiera, si es posible, pedir de su ayuda, soy estudiante de psicología en la Universidad Cuauhtemoc y actualmente estoy haciendo mi tesis donde uno de los temas que quisiera abordar es el suicidio y mi intención es preguntarle si podría compartir alguna documentación ya sea estadística o teórica sobre el tema. Gracias