La segunda temporada de conciertos de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes continúa en la que todavía es su sede, el Teatro Aguascalientes, con el segundo programa de este ciclo de conciertos. La noche del pasado viernes 9 de junio tuvimos la oportunidad de disfrutar de un delicioso programa diseñado en función del esquema convencional, es decir, obertura, concierto y sinfonía. Iniciamos con la Obertura de la ópera La flauta Mágica de Wolfgang Amadeus Mozart, después vino el Concierto para piano No. 2 en la mayor de Franz Liszt con la maestra Ana Gabriela Fernández en el instrumento y después del intermedio la exquisita Sinfonía No. 2 en re mayor, Op. 43 de Jean Sibelius. La dirección de este segundo concierto de temporada estuvo en las manos de la maestra Gabriela Díaz Alatriste.
Recordemos que esta temporada de conciertos nuestra máxima entidad musical carece de un director formal, actualmente funge como director musical interino el maestro Iván López Reynoso, una joven batuta mexicana que lamentablemente tiene ya un compromiso para trabajar en Europa y esto le impide continuar formalmente al frente de nuestra Sinfónica, pero esta temporada estará él trabajando con la OSA en calidad de interino y habrá que aprovechar su incuestionable talento. Probablemente de los directores huéspedes que dirijan esta temporada saldrá el próximo titular de nuestra Orquesta Sinfónica, aunque desde esta trinchera y en el entendido de que no tengo la menor autoridad para emitir un juicio y mucho menos para señalar quién, esto en todo caso, compete a los maestros integrantes de la orquesta, me permito ofrecer humildemente una opinión, y lo hago, más que como un periodista cercano e interesado en la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, como apasionado melómano que cree tener el derecho de opinar, es decir, el derecho de opinar no viene de tener un espacio en los medios y ocuparme muy de cerca de nuestra Sinfónica, sino porque en los 25 años que tiene de existir esta nueva versión de la Sinfónica de Aguascalientes, sólo he faltado a no más de 10 conciertos, así que creo haberme ganado este derecho a emitir una opinión, y en lo personal me gustaría ver al maestro Guillermo Salvador como titular de nuestra más importante entidad musical.
Pero dejemos el tema que muy probablemente para agosto tenga ya una respuesta, ocupémonos mejor de este segundo concierto de temporada, un programa inteligentemente diseñado y que ya hemos apuntado líneas arriba.
Me pareció un inicio con muchas dudas, un Mozart no muy bien definido, incierto, pero que poco a poco se fue definiendo y los trazos de la batuta de la maestra Díaz Alatriste fueron tomando consistencia y certeza.
Para el concierto de Liszt ya la maestra tenía muy en claro qué es lo que pretendía y a dónde quería llevar a la orquesta, los maestros atrilistas, como siempre, puntuales a responder a las exigencias que se les solicitaban
La maestra cubana Ana Gabriela Fernández, muy joven, todavía no llega a los 30 años, demasiado joven para las exigencias del repertorio que se ha propuesto interpretar, nos regaló una exquisita y virtuosa ejecución del segundo concierto para piano de Liszt, un concierto que no está dividido en los tradicionales tres movimientos, con un movimiento lento en medio de dos rápidos, en este caso se ejecutan cuatro diferentes movimientos interpretados sin solución de continuidad pero cada uno de los movimientos perfectamente definidos, y muy bien por el maestro Orlando Espinosa, principal de la sección de violoncellos que tiene el encargo de cantar con su instrumento una de las melodías principales del concierto a dúo con el piano.
En general una interpretación brillante y llena de virtuosismo por parte de la solista pero con una respuesta muy favorable de la orquesta y la maestra Díaz Alatriste cuidando con inteligencia el trabajo de la solista permitiéndole el lucimiento que la obra le exige.
Para agradecer los aplausos del público, la maestra Ana Gabriela Fernández nos obsequió un preludio de Rachmaninov.
Después del intermedio disfrutamos de una gran interpretación de la Sinfonía No.2 en re mayor, Op. 43 de Jean Sibelius, una hermosa pieza sinfónica que no cuenta con los mismos reflectores de la primera sinfonía, un poema sinfónico que lleva el nombre de Finlandia, siendo esta una de las principales páginas del nacionalismo finlandés, sin embargo, desde esta falta de protagonismo, la Sinfonía segunda de Sibelius responde con una belleza muy elocuente y un lirismo que nos recuerda mucho al romanticismo ruso. La maestra Díaz Alatriste hizo una verdadera interpretación y no se quedó sólo en la lectura cumplidora, decidió tomar todos los riesgos necesarios para lograr esa deliciosa intensidad que nos propuso en toda la obra, pero sobre todo en el impresionante Finale: Allegro moderato, en ese momento la comunicación entre orquesta y batuta fue muy equilibrada involucrando por supuesto al público haciendo de esto un verdadero triángulo virtuoso: directora, orquesta y auditorio.
La próxima semana se presenta ya el maestro Iván López Reynoso, director interino de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes con un programa compuesto íntegramente por obras del ruso Igor Stravinsky, iniciamos con la suite para ballet Pulcinella, continuamos con la Suite para Pequeña orquesta No.2 y terminamos con la majestuosa suite El pájaro de fuego con la versión de 1919 contando para este concierto con la presencia de un importante elenco de cantantes, la soprano Guadalupe Paz, el tenor Edgar Villalva y el bajo Charles Oppenheim.
La cita con su majestad la música es el próximo viernes 16 de junio a las 21:00 horas en el Teatro Aguascalientes, todavía la casa de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes. Por ahí nos vemos si Dios no dispone lo contrario. Hasta entonces.