- Del Premio Nobel de Literatura se proyectó en la Cineteca Nacional el filme Náufragos, con los comentarios del escritor Eduardo Antonio Parra
- El largometraje en su momento fue un proyecto polémico con el que no quedaron satisfechos Hitchcock y Steinbeck.
Con motivo del 115 aniversario del natalicio del escritor estadounidense John Ernst Steinbeck (1902-1968), en la Cineteca Nacional se realizó la segunda sesión del ciclo Cine y literatura: John Steinbeck, a 115 años de su nacimiento, en la que se proyectó el filme Náufragos (Lifeboat, 1943).
El argumento de la película dirigida por Alfred Hitchcock en 1944, plantea que tras el hundimiento de un carguero que ha sido torpedeado por un submarino alemán, nueve sobrevivientes se aferran a un bote salvavidas. Uno de ellos es el capitán del submarino, quien ordenó el ataque, lo que genera divergencias en el resto de la tripulación.
El escritor Eduardo Antonio Parra y Raúl Miranda, subdirector de Documentación y Catalogación de la Cineteca Nacional, comentaron a los asistentes que el largometraje en su momento fue un proyecto polémico con el que no quedaron satisfechos Hitchcock y Steinbeck.
Miranda apuntó que esta película no derivó de una obra literaria del Premio Nobel de Literatura 1962. “Fue un trabajo de escritura que le pidieron realizara bajo pago, y que con su capacidad de escritura parece realizó en una sentada. En una semana escribió 100 páginas, lo lee Hitchcock y no le resuelve todo lo que a él le inquieta”.
La historia de Náufragos se desarrolla en su totalidad en un bote salvavidas, y fue considerado un filme propagandístico polémico que derivó en un fracaso comercial, añadió Eduardo Antonio Parra. “Steinbeck estaba descontento de la película que hizo Hitchcock, éste estaba descontento con el productor porque no la promovió, la crítica y el resultado económico ahí se manifestó”.
Comentó que el proyecto filmado cuando aún se desarrollaba la Segunda Guerra Mundial, se interpretó como una especie de símbolo o metáfora de lo que estaba ocurriendo en el mundo. “A los norteamericanos no les gustó que en la trama apareciera un alemán pragmático que se apodera del bote y manipula a los tripulantes, hasta que se hartan y se unen linchándolo”. El ensayista mexicano explicó que en el filme aparecen personajes que exhiben personalidades propias y situaciones económicas e ideologías distintas: una periodista, un ingeniero, un industrial adinerado, una enfermera, un marino, un camarero negro y una mujer inglesa que lleva en brazos el cadáver de su hijo: “Leí que en su momento la película fue considera aburrida, yo no la veo así, claro ahora se ve en otra perspectiva. Creo que en aquella época se utilizaba mucho más el cine épico de grandes producciones. Y Náufragos es una película económica realizada en un tanque y bote, eso me parece muy atractivo”.
Indicó que aunque en el filme no aparece sangre y su narración es suave, lo que ella se ve son cosas terribles, sobre todo para la época. “En 1944, incluso en literatura, se decía que era casi imposible que mataras a un niño, y aquí lo primero que se tiene es un niño muerto, luego el suicidio de la madre, la amputación de un pie, entre un suicidio y homicidio del marinero, y el linchamiento o asesinato grupal del alemán”.
El autor de la novela Juárez, el rostro de piedra, también se dijo sorprendido de que en Náufragos no se hablara de racismo. “Sólo se menciona a los nazis y su ideología de raza superior, alude a los campos de concentración, pero no a la ideología racista. No hay un enfrentamiento entre el camarero negro y el capitán alemán”.
Raúl Miranda indicó que Steinbeck había planteado en la historia a un alemán disminuido, acorralado, no tan sagaz como los construyó Hitchcock. “Es un villano como los que le gustaban, una especie de súper hombre con sentido del humor que se va apoderando de la situación, para que la caída sea un poco más contundente”. Puntualizó que el escritor estadounidense se quejó que en la película distorsionaron lo que escribió, que al personaje de color que aparecía le quitaron su dignidad. “Steinbeck tenía un compromiso social con sus personajes más desposeídos, que en este caso era la población afroamericana”.
Con información de la Secretaría de Cultura