Carlos Reyes Sahagún | Cronista del municipio de Aguascalientes
Recibí un mensaje de Luis Manuel Quintana, que me comenta que el maestro Mario Frausto no es grabador, tal y como escribí la semana pasada, a propósito de la imagen del Taller Nacional de la Gráfica en la que Frausto aparecía mostrando una técnica de impresión a estudiantes de la UAA, sino impresor. La diferencia no es menor, teniendo en cuenta la complejidad que este arte ha adquirido, de tal manera que cada fase es en sí misma un arte.
Esta semana le presento otra perspectiva de este lugar, cuyo nombre quizá pudiera parecer pretencioso. En verdad que no es así, porque la instalación cuenta con todos los atributos para honrar su nombre, desde una biblioteca y galería, hasta regaderas para casos de emergencia, pasando, desde luego, por los artilugios tecnológicos que permiten incursionar en todo tipo de técnicas de grabado.
De aquí que se tenga la intención de que sea esta una instalación que por sus características y posibilidades, atraiga a artistas gráficos de todo el país a la tierra de Guadalupe Posada, y enriquezca la tradición gráfica de Aguascalientes.
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