–¿Por qué el aumento de la violencia hacía la mujer?
–Hay muchas razones para su aumento. La primera es la búsqueda de autonomía por el rechazo a cumplir con los servicios que tradicionalmente han brindado a los hombres.
El próximo domingo 4 de junio se llevarán a cabo las elecciones en Coahuila, Estado de México, Nayarit y Veracruz. Sin duda cada elección resulta importantísima en su respectivo contexto, pero hay una específica que tendrá efecto mayor en la vida nacional, es decir que moverá fuerzas en todos los estados, la del Estado de México. Las razones ya las sabemos, cuna del grupo priista Atlacomulco, el de mayor fuerza política e injerencia en el Gobierno Federal y una cruda realidad que se devela para el PRI la posibilidad de perder la presidencia quizá una pesadilla adelantada, pero no deja de ser una posibilidad real ante el pésimo trabajo que ha hecho la administración del presidente Enrique Peña Nieto, no sólo él en específico además mucha de la desastrosa política es cuenta propia del gabinete que lo acompaña. Así parece que lo que está por venir el domingo 4 de junio será un escenario anticipado de las elecciones presidenciales de 2018 o al menos podemos ver que éstas de 2017 se están viviendo con la misma agudeza de lo que estaremos pasando en el siguiente año.
De quienes han ostentado las principales candidaturas en el Estado de México es decir, PAN, PRI y su alianza, Morena, y PRD muy poca mención alejada de prebendas electorales han hecho sobre la situación real de las mujeres en aquella entidad pese a que hay dos candidatas mujeres que están metidas de lleno en la contienda, Delfina Gómez y Josefina Vázquez, aún con ellas la situación en la que están intentando sobrevivir las mujeres y adolescentes del Estado de México no ha ido más allá de una lamentación, de un gesto compasivo, doloroso, pero nada más, el “factor” mujer ha sido uno de sus decenas de membretes de campaña que prometen terminar con la actual situación, sin al menos nombrar cuál es la actual situación, ni siquiera eso han merecido las víctimas de feminicidio, desaparición, secuestro y violación.
El panorama no resulta mejor con los candidatos del PRD y PRI, Juan Zepeda y Alfredo del Mazo, es sabido que el candidato del PRD no tiene ninguna afinidad y mucho menos empatía cuando de participación política de mujeres se trata y por otro lado aunque Alfredo del Mazo, candidato del PRI se ha rodeado de muchas mujeres también ha sido muy claro que la palabra feminicidio quedó desterrada de sus eventos que si bien es cierto se habla de la violencia de género ni por error se toca el peor crimen que se comete y donde aquella entidad tiene el vergonzoso primer lugar, aunque el tema se haya tratado de maquillar con la propuesta del sueldo rosa, nada abona a la solución y la violencia desmedida que están viviendo las mujeres mexiquenses.
-Se atacan las tierras comunales pero también las relaciones que produce la gestión comunitaria de la tierra. El ataque a la mujer es fundamental hoy como lo fue en el siglo XVI y XVII porque son las mujeres quienes mantienen unida la comunidad, son las que están involucradas en el proceso de reproducción, son las que defienden más directamente la vida de la gente. Atacar a las mujeres es atacar a la comunidad.
En un artículo recientemente publicado de Jenaro Villamil, periodista y escritor mexicano especializado en política y medios de comunicación, en la revista Proceso, narra una parte del caso de hace un año Juanita “N”, de 44 años de edad, trabajadora del Sistema para Desarrollo Integral para la Familia en Toluca, salió de su oficina y fue secuestrada en Paseo Colón y Paseo Tollocan, dos de las avenidas más transitadas de la capital del Estado de México. Ningún policía vio nada. Ninguna de las miles de cámaras de seguridad que el priista Eruviel Ávila le compró a Seguritech grabó nada. Transcurridos 52 minutos Juanita “N” apareció en un lote baldío de calzada El Pacífico. Le dieron 37 puñaladas. Le rebanaron las manos, le dieron piquetes en la garganta. Le quitaron su bolsa con pocas pertenencias. Juanita sólo alcanzó a llamar a su esposo para que acudiera en su auxilio. Demasiado tarde, falleció en el hospital. Sólo entre el 2015 y 2016 hubo 263 feminicidios en el Estado de México, pero durante la administración de Arturo Montiel, Enrique Peña Nieto y Eruviel Ávila es decir del año 2000 al 2015 hubo 5 mil 163 feminicidios, según el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República.*
El feminicidio fue el tema desterrado de las campañas políticas mexiquenses, porque al mismo tiempo hablar de feminicidio implicaba hablar de corrupción, de las omisiones y agravios que se comete desde el sistema judicial y militar, también era hablar de justicia social y distribución de los recursos desde luego incluyendo los económicos, hablar pues de feminicidios para cualquier partido, para cualquier candidatura implica, como dice la feminista Yuderkis Espinoza poner el dedo en la llaga para voltear a mirar un mundo que por siglos nos ha querido desterrar, desaparecer a las mujeres y con nosotras todo aquello que suene a comunidad, al bien común, a colectividad y a humanidad.
Haber tocado a fondo el tema de los feminicidios era haber reconocido el grado de descomposición actual del Estado de México, era aceptar los grados de violencia que está viviendo toda la sociedad y asumir la responsabilidad de lo que todos los partidos políticos han hecho actuando impunemente cuando han tenido su turno, al callar lo que ocurre con los asesinatos de las mujeres y la desaparición de las adolescentes en el Estado de México han montado un escenario que nada tiene que ver con la realidad.
La política y los partidos están lejos de pensar en las mujeres, en romper el silencio que sostiene, por ejemplo a Ecatepec como la entidad con el mayor número de feminicidios y que pese a la alerta de género el sistema de justicia siga cruzado de brazos ante la violencia desmedida contra las mujeres. Los feminicidios más allá de un tema coyuntural, fue un asunto omitido en las propuestas concretas de quienes aspiran a gobernar una entidad tan importante para el país y ese silencio fue una señal más del destierro con el que el mundo patriarcal mira la vida de las mujeres y todos los significados que ello conlleva.
-Entrevista de Eliana Gilet con Silvia Federicci: Historiadora, investigadora y pensadora, activista feminista.
*Revista Proceso.com.mx https://goo.gl/EVNbUw
@Chuytinoco