- Desde 2012, el instituto combate el VIH/SIDA mediante la prueba rápida voluntaria; el año pasado se realizaron más de 450 mil pruebas
- En los últimos dos años, no se ha presentado ningún caso de transmisión del virus a bebés de mujeres que reciben tratamiento
Desde hace cinco años, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aplica la prueba rápida voluntaria para la detección del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) a mujeres embarazadas, en las Unidades de Medicina Familiar y con atención obstétrica del Instituto, ya que la prueba ha demostrado un alto grado de confiabilidad y resultados óptimos en materia de prevención.
El objetivo de esta prueba es evitar la transferencia del virus de la madre embarazada a su bebé, que puede ser durante el propio embarazo, en el momento del nacimiento -con mayor riesgo si es por vía vaginal- o después del nacimiento, a través de la leche materna. Ante un resultado positivo, se brinda tratamiento con antirretrovirales durante el embarazo.
La doctora Rita Delia Díaz Ramos, jefa del Área de Programas y Proyectos Clínicos de la Coordinación de Unidades Médicas de Alta Especialidad, informó que en los últimos dos años no se ha presentado ningún caso de transmisión del virus a bebés de mujeres que reciben tratamiento en el IMSS.
Dijo que en 2016 se realizaron 451 mil 540 pruebas rápidas voluntarias (PRV) de primera vez a embarazadas que reciben atención en Unidades de Medicina Familiar y hospitales con vigilancia obstétrica.
Explicó que para la detección del VIH en mujeres durante la gestación, se ha dispuesto un programa en el ámbito nacional que involucra un equipo multidisciplinario, donde participan médico familiar, servicios de medicina preventiva, personal directivo, trabajo social, enfermería, asistente médica, técnica de atención y orientación al derechohabiente, promotores de salud, nutrición y dietética.
Este equipo es clave para facilitar información a la embarazada acerca de la conveniencia de realizar la prueba para detección del VIH y, una vez que acepta, mantenerla informada de manera constante sobre los resultados de la prueba para que pueda tomar decisiones a futuro, en favor de su salud y la de su bebé.
La doctora Díaz Ramos señaló que la PRV debe realizarse, preferentemente, durante el primer trimestre del embarazo, a fin de garantizar mejores resultados en el tratamiento. Si el resultado es negativo, la prueba se repite en el tercer trimestre y previo al nacimiento, ya que aún en esta fase hay oportunidad de implementar las estrategias de prevención.
En caso de que la prueba resulte positiva, explicó, la paciente es informada por su médico y se procede a efectuar un segundo estudio, el método de inmunoensayo enzimático. Si éste también resulta positivo, se realiza una tercera y definitiva prueba confirmatoria.
Respecto de los dos últimos estudios, se le notifica del resultado a la embarazada antes de 72 horas.
De esta manera, en menos de una semana es canalizada a su hospital para recibir tratamiento antirretroviral que asegure las mejores condiciones de salud y realizar lo necesario para evitar la transmisión del virus, se le informa sobre la conveniencia de que el parto se realice por cesárea y de no amamantar a su bebé, para evitar estas vías de contagio.
La jefa del Área de Programas y Proyectos Clínicos del IMSS enfatizó que la prevención debe comenzar con información confiable desde la juventud, ya que las relaciones sexuales en adolescentes conllevan riesgos al no usar métodos anticonceptivos adecuados para la protección contra el VIH y otras infecciones de trasmisión sexual.
Con información del IMSS