- Se suma Aguascalientes a manifestaciones por el homicidio de Javier Valdez, corresponsal de La Jornada en Sinaloa
- No queremos más consuelos e indignaciones oficiales con discursos vacíos; reclaman: ¡Ni uno más!
Un grupo de trabajadores de medios de comunicación salió a las calles de Aguascalientes para exigir justicia tras el homicidio de Javier Valdez Cárdenas, corresponsal de La Jornada en Sinaloa y fundador del semanario Riodoce.
Durante el acto realizado frente a la Catedral, alrededor de 20 comunicadores, entre reporteros, fotógrafos y camarógrafos, todos vestidos de luto, lamentaron a quien se convirtiera en el sexto periodista asesinado en lo que va del 2017; Jonathan Rodríguez Córdova, de El Costeño de Autlán murió ese mismo día, con apenas unas horas de diferencia, en una balacera en Jalisco.
En medio de pancartas con la consigna “Ni uno más” se dio lectura en voz alta a un manifiesto en el que se recordó a Javier Valdez como un hombre al que “le gustaba sonreír mientras hablaba; de periodismo, de Culiacán y de la vida”, llegando a convertirse en un guía confiable para los reporteros foráneos que arribaban a su ciudad; su muerte ocurrió en pleno Día del Maestro.
Valdez Cárdenas se entregó a la pasión de relatar la forma en que el narcotráfico iba percudiendo una sociedad cada vez más desolada, crítico y amoroso a la vez, y sus letras no sólo lo colocaron en el umbral de la admiración del gremio periodístico, sino también en la mira de quienes se sintieron amenazados: “Javier fue asesinado en Culiacán. Esa tierra caliente donde le dio nombre y apellido a las vergonzosas estadísticas de muertos que provocaba el narcotráfico y la impunidad de las autoridades”.
El texto citó lo dicho por el periodista tras el asesinato de Miroslava Breach, colaboradora del mismo diario en Chihuahua: “A Miroslava la mataron por lengua larga. Que nos maten a todos, si esa es la condena de muerte por reportear este infierno”.
También retomó lo que escribió recientemente: “En Culiacán, Sinaloa, es un peligro estar vivo y hacer periodismo es caminar sobre una invisible línea marcada por los malos que están en el narcotráfico y en el Gobierno (…) Uno debe cuidarse de todo y de todos”.
En todo el país, suman 125 periodistas asesinados desde el 2000. Hasta el momento, en Aguascalientes no se tiene registro de ningún atentado, sin embargo sí ha habido por lo menos seis encarcelados y decenas de agresiones físicas y verbales contra trabajadores del gremio: “¡Ni uno más! No queremos más consuelos e indignaciones oficiales con discursos vacíos. Como se ha repetido hasta el cansancio durante mucho tiempo: no nos van a callar, no más impunidad”.
Pese a la situación de riesgo, los periodistas consideraron necesario replicar su trabajo y continuar denunciando “esa violencia que de a poco se ha ido normalizando en la rutina de un país que cada día se oscurece más”.