- Previene que menores de edad se conviertan en instrumentos del crimen organizado, siempre y cuando venga acompañada por programas de reinserción
- Los adolescentes tienen pleno conocimiento del bien y del mal, de cómo deben de comportarse y las consecuencias en caso de desobedecer las leyes
Para Jesús Eduardo Martín Jáuregui, presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos en Aguascalientes (Cedha), es aceptable aplicar prisión preventiva a menores de edad.
Aunque la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) presentó una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) considerando que por su edad no debían ser privados de su libertad en el transcurso los juicios, el ombudsman local consideró positiva dicha medida cautelar, siempre y cuando venga acompañada de programas de reinserción.
En entrevista colectiva, argumentó que el crimen organizado utilizó, por años, a niños y adolescentes para delinquir, aprovechando los vacíos legales ya que no existía ningún procedimiento para retenerlos, castigarlos y reinsertarlos en la sociedad: “Tenemos criterios internacionales que forzaron a cambiar los procedimientos hacia los menores, siempre han tenido procedimientos especiales y en el caso particular de Aguascalientes hemos tenido desde hace muchos años, 1948, 1990 más o menos, tuvimos que eran responsables de los delitos de los 16 a los 18 años y realmente parece que fue una medida que en al menos en el estado funcionó”.
A principios del mes, los magistrados de la SCJN avalaron la prisión preventiva en adolescentes de catorce a 18 años de edad, acusados de delitos graves, por hasta cinco meses. Martín Jáuregui aplaudió la resolución, ya que en su opinión los mayores de dicha edad tienen pleno conocimiento del bien y del mal, y por lo tanto de cómo deben de comportarse y las consecuencias en caso de desobedecer las leyes.
“Es una medida saludable que permite, efectivamente, seguir con un respeto hacia el menor con un tratamiento especial, pero también que pueda el estado intervenir en su readaptación a la sociedad, previniendo con esto que se convierta en instrumento de crimen organizado”, puntualizó.
El titular de Cedha recalcó que el tema fundamental es la reinserción y recordó que un tratamiento adecuado puede frenar las conductas delictivas. Como ejemplo, citó el caso de Hugo Luján Ramírez, quien estuvo dos años interno en el Centro de Reinserción Social (Cereso), enfrentó dos procesos penales adicionales y tres sentencias condenatorias, pero siguió cometiendo ilícitos, lo que evidencia que el sistema de reinserción no ha funcionado.
Comentó que en lo que va del año la Cedha no ha visitado los penales de la entidad, actualmente se están reprogramando las visitas en conjunto con la Tercera Visitaduría de la CNDH, que no deberían posponerse más de dos meses.