- En Dafen: dientes falsos el autor se propone reflexionar sobre el plagio, el robo, la copia, la duplicidad y los mecanismos de apropiación
- El volumen también plantea cuál es el funcionamiento de las obras de artes, como lo es Occidente en comparación con el lejano Oriente
En el libro Dafen: dientes falsos los conceptos de autenticidad y originalidad son contrastados, al tiempo que se cuestiona si la copia y falsificación se ciñen a un proceso del cual se aprende o que sólo se sataniza, explicó el autor Pierre Herrera (Morelia, Michoacán, 1988) en entrevista sobre su ensayo, que gira en torno a la falsificación en el arte.
Con la publicación editada por el Fondo Editorial Tierra Adentro de la Secretaría de Cultura, el artista textual invita al lector a reflexionar sobre el plagio, el robo, la copia, la duplicidad y los mecanismos de apropiación al armar un discurso a partir de apropiaciones, citas y ecos de obras leídas por el autor con anterioridad.
El punto de partida del ensayo es lo que sucede en Dafen, una pequeña villa china cerca de Hong Kong en la que se ha desarrollado una economía basada en copiar obras de Picasso, Rembrandt, Van Gogh, Da Vinci y otros maestros de la pintura occidental.
Pierre Herrera explicó que el ensayo surgió primero con la intención de hacer algo parecido a la estructura en las novelas del escritor estadounidense David Markson, que consiste en escribir datos y líneas de información.
“Markson escribió obras que funcionaban como montajes más que como líneas narrativas. Escribe información como: tal autor se suicidó en equis año, dos líneas abajo escribe tal autor también se suicidó tal año, y tres líneas abajo repite la misma información. Considero que su estilo es un eco de decir que las vidas de las personas se repiten, así como las acciones y los objetivos”, expuso el joven de 29 años.
Tras varios intentos de realizar con dicho estilo un texto, Pierre Herrera lo concretó al saber de la existencia de Dafen, una villa de china al sur de Hong Kong dedicada a la réplica y copias de obras pictóricas. “El 70 por ciento de los óleos que se venden en el mundo anualmente son de Dafen”, señaló Herrera.
“El origen del texto Dafen: dientes falsos, podría decirse fue la ecuación de lectura y búsqueda de Google. Después hubo investigación, lectura, apropiaciones de lecturas, más relecturas, añadiduras y reflexiones”, explicó.
Pierre Herrera espera que con el libro, el cual está lleno de instrucciones para crear Van Goghs, el lector descubra ecos. “Diría que la publicación es una caja de resonancias, historias y procesos que están ocurriendo tanto en China como en México y países llamados del Tercer Mundo”, en el ensayo Herrera relaciona el fenómeno de las réplicas de obras de arte que se venden en casi todas las ciudades del mundo con los seres humanos, particularmente con la dentadura y los dientes postizos.
“El ensayo arranca con Dafen, luego se indaga en la pintura, se habla de los museos que en sus bodegas resguardan los cuadros originales, exponiendo en salas réplicas que los visitantes creen es la original”, indica Pierre Herrera.
Destaca que el volumen también plantea cuál es el funcionamiento de las obras de artes, como lo es Occidente en comparación con el lejano Oriente. “Posteriormente cuestiono si la literatura es un arte, y claro que lo es, por ello la literatura también entra en este diálogo.
“Se aborda la falsificación, la piratería, el arte pictórico, textual y como todo esto se conglomera y hace un tejido de lo que vemos actualmente que es el arte”, Herrera compartió que la falsificación y la llamada piratería son temas arraigadas en su persona, pues, explica, en México existe una cultura de copia, plagio y objetos piratas, lo que le interesó explorar.
“Yo crecí yendo a tianguis a comprar ropa, tenis, algo que me gustara. Cuando no tenía dinero me compraba pantalones que se deshacían rapidísimo. No es un tema ajeno a México, ¿quién no lo ha hecho?, ¿quién no tiene un tianguis fuera de su casa?, ¿quién no tiene que ir a esos objetos democratizados a partir de la piratería para acceder a ellos?”, puntualizó.
El ex becario de la Fundación Letras Mexicanas destacó que el texto se presenta espaciado y centrado en la página como si se tratara de un poema. “Hice cortes, hay repeticiones y se juega con el lenguaje, mi idea fue que el libro físico fuera parte de la obra y no un mero instrumento de transmisión de datos.
“A veces dejamos de lado que las letras también son imágenes, y que si tú formas una palabra como ‘mamá’ tiene un impacto visual distinto a si escribes ‘árbol’. El texto se centró y el golpe visual dice que es un poema, pero no, es una imagen.
“La intención de esto fue que el texto tuviera eco por su propia forma. Pensé que si escribía fragmentos de cuatro o tres renglones, estos tendrían que cortarse, aleatoriamente la mayoría de las veces, porque el texto es un tipo de masa textual virtual que se puede acomodar a diversos montajes”.
Sobre el porqué escribir en el género de ensayo, Pierre Herrera expuso que más que un género es un proceso en el que se siente cómodo. “El ensayo no se preocupa por resultados sino por procesos y eso es lo que me interesa”.
Con información de la Secretaría de Cultura