- Hay personas que hacen del cobro de indemnizaciones su modus vivendi, asegura Consejo Coordinador Empresarial
- Se integró un padrón al que no se le dio continuidad, por temor a ser denunciados ante Derechos Humanos
Un problema que se ha vuelto común en las empresas, especialmente en el ramo de la construcción, son los trabajadores que fuerzan su despedido para sacar provecho de las ganancias por la indemnización, aseguró Pedro de la Serna López.
El constructor y presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Aguascalientes (CCEA) advirtió que no pocas personas han hecho de esta estrategia su modus vivendi, lo que se ha reflejado en la creciente rotación de personal en este sector.
En entrevista grupal, explicó que cuando no son liquidados con el monto que esperan, acuden a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) a presentar demanda contra los patrones que se niegan al chantaje, y muchas veces logran salirse con la suya, muchas veces generando problemas económicos a las empresas: “Hay que decirlo, hay trabajadores que se dedican a estar buscando trabajos para hacerle mal al patrón, buscar las debilidades de la empresa y por ahí irse”.
Destacó que hace algunos años varios empresarios de la construcción, “que es donde más se ve (esta práctica), especialmente con camioneros y operadores” se intentó identificar a la gente que sólo busca empleos para provocar su expulsión. Incluso se integró un padrón de este tipo de personas, aunque el dirigente del CCEA rechazó hacer públicos sus datos para no violar sus derechos humanos.
En el listado aparecen alrededor de 60 nombres que, supuestamente, afectaron a más de una constructora forzando ser corridos y/o denunciando despidos injustificados ante la JLCA para aprovechar la ganancia económica. El fin de “fichar” a estas personas era prevenir a los empresarios para que no cayeran en el error de contratarlos, sin embargo no se dio continuidad a esta medida dado que se corría el riesgo de que se presentaran quejas ante Derechos Humanos.
Aunque ya no con un padrón como tal, sigue habiendo comunicación entre las empresas del ramo cuando alguien acude a solicitar trabajo; se pregunta por sus antecedentes laborales y las circunstancias por las que concluyeron sus anteriores relaciones laborales, de tal suerte que cuando se detecta una baja antigüedad en sus últimos tres o cuatro empleos, se piden referencias a otros sobre su seriedad: “Sí tenemos que cuidarnos de esos trabajadores oportunistas que quieren cobrar sin hacer nada o pedir fuertes indemnizaciones injustificadas”.
De la Serna López aclaró que esta problemática no es privativa del sector de la construcción, y ha dado pie al surgimiento de abogados especializados en ayudarlos a obtener indemnizaciones más jugosas ante la JLCA.