- Restos hallados cerca del libramiento poniente corresponden a Aurora Salas Mora
- En su momento, familiares denunciaron irregularidades en el proceso de investigación
La Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó, ayer, que los restos hallados la semana pasada cerca del libramiento poniente corresponden a Aurora Salas Mora, quien fue vista por última vez el 25 de julio del 2016.
En entrevista con BI Noticias, el fiscal René Urrutia de la Vega dio a conocer que a través de un peritaje médico forense se determinó que la joven, de 27 años de edad, fue asesinada de un disparo: “Estamos trabajando en líneas de investigación que nos permitan esclacerer este evento a la mayor brevedad (…) tenemos indicios de que pudo haber sido privada de la vida en ese lugar”.
–¿Hubo alguna relación con el asesino?
–En eso estamos trabajando, he sido muy enfático, lo digo con absoluto respeto, necesitamos en todo momento ser cuidadosos y responsables con el manejo de información por parte de la Fiscalía, tenemos una carpeta de investigación que se está integrando que requiere necesariamente reserva de la información para tener mayores posibilidades de éxito (…).
El funcionario se abstuvo de dar más detalles, toda vez que el caso se encuentra en investigación en la Unidad Especializada en Homicidios de la Dirección General de Investigaciones Especializadas.
El Observatorio de Violencia Social y de Género (OVSG), que acompañó a los familiares de Aurora en su búsqueda, sospecha que se trató de un feminicidio.
En una conferencia de prensa ofrecida a cuatro meses de su desaparición, su madre acusó irregularidades en el proceso de investigación, contenido en el expediente CI/AGS/2695/07-16, ya que su aportación de los nombres de quienes pudieron estar involucrados, no fueron tomadas en cuenta por las autoridades. Cuando se presentó la denuncia, los trabajadores del Ministerio Público atribuyeron el extravío a que estaba de fiesta y que se había ido por su propia decisión.
El día que Aurora desapareció, recibió una llamada por teléfono y salió de su casa; desde ese lunes, no se supo más de ella. Salas Mora era empleada de una oficina y dejó en ausencia a dos hijos pequeños, de un año y seis meses, y tres años de edad.
El 11 de abril, su cuerpo fue encontrado por dos pepenadores bajo el puente de la comunidad del Niágara, y fueron ellos quienes dieron aviso a los servicios periciales. Los restos de la mujer estaban parcialmente enterrados y, por el grado de descomposición, estimaron que tenía más de seis meses en ese lugar.