- El libro reúne textos, crónicas y reportajes de los periodistas Lydia Cacho, Anabel Hernández, Diego Enrique Osorno, Emiliano Ruiz Parra, Marcela Turati, Juan Villoro y Sergio González Rodríguez
- Un libro de periodismo que nos recuerda que vivimos en uno de los países más peligrosos para ejercer este oficio
Siete periodistas mexicanos de diferentes generaciones, siete voces, siete visiones distintas fueron reunidos por el importante editor inglés Christopher MacLehose (responsable de publicar en Inglaterra a voces tan importantes de la literatura latinoamericana contemporánea como Roberto Bolaño) en el libro La ira de México, publicada por la editorial Debate y que reúne textos, crónicas y reportajes de los periodistas Lydia Cacho, Anabel Hernández, Diego Enrique Osorno, Emiliano Ruiz Parra, Marcela Turati, Juan Villoro y del recientemente fallecido Sergio González Rodríguez, con prólogo de Elena Poniatowska y con la introducción del editor de la revista Gatopardo, Felipe Restrepo Pombo.
La Ira de México es un libro que busca rastrear los dolores, las tragedias que han ocurrido en los últimos años en nuestro país: desde la Guerra contra el narcotráfico, pasando por el incendio de la guardería ABC, la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, la lucha contra la corrupción que hundió a Pemex o la lucha por el reconocimiento de los derechos de los campesinos a la tierra o los feminicidios que tuvieron en Ciudad Juárez su epicentro durante la década de los años noventa del siglo pasado y que después se extendieron como plaga por el resto del país o la pobreza que mantiene en la que sobreviven cincuenta millones de mexicanos. Todos estos temas son abordados desde diferentes ángulos y visiones por los siete periodistas invitados a colaborar con dos textos para este libro publicado originalmente en Inglaterra con el título The Sorrows of México. Un libro, que en palabras del fallecido Sergio González Rodríguez, busca romper el monopolio mediático creado por el Estado de lo que acontece en México, para contarle a los ciudadanos de Europa que es lo que realmente sucede en nuestro país y que va más allá del horror cotidiano, ya que como nos dice el periodista regiomontano Diego Enrique Osorno en entrevista, pareciera que la impunidad hubiera sido “diseñada, elaborada por el régimen político” para evitar a toda costa perder el poder y sus privilegios.
La ira de México es un libro de periodismo que nos recuerda que vivimos en uno de los países más peligrosos para ejercer este oficio. Un país que sólo el año según la organización Artículo 19 vivió su año más violento en contra de la prensa con once asesinatos y que en este 2017 desde marzo ya van 4 periodistas asesinados en diferentes lugares del país sin que hasta el momento se haya detenido a nadie por estos hechos: Una impunidad total.
Platicamos con el periodista Diego Enrique Osorno sobre La ira de México y sobre la dificultad que implica hacer periodismo en México:
Javier Moro Hernández (JMH): ¿Qué pasa en un país para que tengamos las historias que conforman La ira de México?
Diego Enrique Osorno (DEO): La impunidad que padece México es una impunidad de diseño, elaborada por el régimen político, que da la impresión de que es irrompible, impenetrable, de que tenemos que vivir con estos índices de impunidad, pero justo creo que libros como La ira de México, y los esfuerzos que el periodismo de investigación que se hace en México en contra de la impunidad permiten que no caiga esa loza de la resignación, que no nos acostumbremos a la impunidad, a pesar de que mucha gente nos diga que así es México, así es su justicia, que hay que jugar con esas reglas, este libro es un esfuerzo más por no aceptar que la impunidad que se vive en México es algo definitivo.
JMH: ¿Cómo fue el proceso de edición de La ira de México?
DEO: Este libro nace en Londres, tiene un editor extranjero que es Christopher MacLehose, editor inglés quién vio con terror lo que sucede en México, terror que, para algunas personas, por supuesto ninguno de los autores, pero sí algunas personas, algunos mexicanos, ahora ven como algo normal. Creo que no podemos normalizar la impunidad que se vive en México y este es uno de los esfuerzos para tratar de evitarlo. Este libro nació de una conversación que sostuvo el editor y el artista mexicano Gabriel Orozco en Edimburgo en la Feria del Libro, en donde estuvo Orozco junto a Juan Villoro y a Sergio González Rodríguez dando una conferencia sobre lo que sucedía en México. Christopher estaba ahí, como parte del público y se conmueve, se impacta e invita a Gabriel Orozco, a lo que éste le contestó que los que pueden contarle mejor lo que sucede en México son los periodistas y MacLehose que es uno de los editores ingleses más reconocidos, el primer editor que publicó a Bolaño y a Saramago en inglés, decide a buscar y a hablar con periodistas, se dedica a madurar la idea, a hablar con periodistas y a pedirnos textos que reflejarán la tragedia que se está viviendo en México. El libro fue publicado primero en inglés con el título The Sorrows of México, algo así como Las Penas de México, el título cambió en español ya que del dolor a la ira hay una línea muy delgada y la invitación incluía enviar una crónica ya publicada y una inédita, entonces el libro recupera piezas y también incorpora textos inéditos, fue un libro que se hizo en un año, con siete autores con una agenda complicada y el libro ha sido publicado primero en inglés.
JMH: En el prólogo Elena Poniatowska habla justo de la diversidad de voces que incluye La ira de México, son periodistas de distintas generaciones y de visiones de trabajo y la presencia de periodistas mujeres, que sin duda son voces importantes y militantes, que le da una visión distinta para abordar el tema de la impunidad y del dolor de México.
DEO: Creo que el común denominador que tiene esta antología es justo el afán de justicia, todos los autores que participamos ahí somos periodistas con estilos muy diversos, de edades muy diversas y venimos de diversos ámbitos, Juan Villoro desde la literatura, por ejemplo, Sergio González desde el periodismo cultural, desde la academia que aportó un capítulo de su libro Campo de Guerra, que es un texto brutal pero que también parte desde la búsqueda de justicia, Emiliano Ruiz Parra que es uno de los más jóvenes, en fin, son estilos muy diversos, y también resalto la participación de las mujeres, pero no sólo en este libro, sino en el periodismo mexicano y latinoamericano en general, creo que las mujeres periodistas son la vanguardia en este momento, son las que están haciendo el mejor periodismo, entonces las compañeras que están incluidas en La ira de México, Lydia, Marcela, Anabel, son de periodistas muy importantes, pero no sólo ellas, hay muchas otras periodistas haciendo un excelente trabajo, si te asomas al periodismo que se hace en los estados te encontrarás con muchas compañeras en la vanguardia del periodismo que se hace desde allá y eso me da gusto porque la mirada que tienen las mujeres es una mirada liberadora, porque aunque es cierto que los periodistas nos hemos ido liberando de la autocensura, del lenguaje cortesano, del oficialismo, de toda esta herencia que creó el PRI en el periodismo, que era un periodismo gris y que todavía existe, pero las generaciones más jóvenes se han liberado de eso, pero en el caso de las periodistas mexicanas se liberan de eso, pero además se liberan del machismo que se vive en un país como el nuestro, se meten a contar historias arriesgadas, duras, difíciles, con una mirada distinta, más cercana a las víctimas. Obviamente podría haber sido un libro más grande, que incluyera más voces periodísticas, pero paradójicamente este mal momento que se vive en el país ha generado un gran periodismo y el libro es una muestra muy pequeña del periodismo que se está haciendo en México.
JMH: Ese buen periodismo del que hablas se hace a partir del riesgo, del peligro. Ese es un tema impresionante, somos uno de los países más peligrosos para los periodistas del mundo. Sólo el año pasado se asesinaron a once periodistas mexicanos, sin embargo, ese riesgo, ese peligro es algo que pareciera no se ve desde el exterior del país, pero tampoco al interior del país o eso pareciera. ¿Cómo seguir haciendo periodismo en la situación que se vive en México?
DEO: Creo que hay un riesgo particular para los que hacemos periodismo en México, sobre todo para aquellos que queremos encontrar la verdad, encontrar los secretos, desvelar la oscuridad, pero desgraciadamente ese riesgo no solo está ceñido a los que hacemos nuestro trabajo, porque ese es un riesgo generalizado en nuestro país, nos puede pasar a cualquiera en cualquier lugar, por supuesto los periodistas corremos riesgos al hacer nuestro trabajo, yo tengo amigos que han sido asesinados por contar la verdad, a mí me han amenazado, he tenido que salir del país en dos ocasiones, por supuesto eso me duele como gremio, pero también como periodista no puedo olvidar que yo miro a la sociedad y que no somos el único blanco, somos uno entre otros de esta violencia, pero lo que sorprende es la falta de respaldo por parte de la sociedad ante los crímenes que ocurren de periodistas en nuestro país, he hablado con amigos de Italia, de Colombia, que han sido amenazados y que fueron perseguidos y que lograron sobrevivir y que me dicen que ellos lograron sobrevivir a la solidaridad de la gente, ellos le deben la vida a la gente que salió a marchar y a exigir que los responsables fueran detenidos, y en México se mata a periodistas y la gente no sale a la calle, no pide justicia, ahí hay algo que está pasando y que es grave y que me parece igual de grave que el hecho de que existan estos depredadores de la vida humana matando a profesionistas en México.
JMH: Una de las reseñas que leí de libro en un suplemento de cultura en España decía que una de las cosas que le llamaba la atención es que pareciera que en México todo es culpa del Estado o del crimen organizado y que lo que echaba en falta del libro era la presencia de los ciudadanos en el libro. Me parece que es una visión extranjera, porque en el libro se habla en muchos casos desde la visión ciudadana, por ejemplo, en tu crónica “Yo soy el culpable” sobre el caso de la guardería ABC, pero quería preguntarte sobre esta visión.
DEO: Me parece válida la crítica pero justo la crónica de “Yo soy culpable” es un obrero que está asumiendo la culpa como sociedad por la muerte de su hijo, es alguien que no se interesaba en lo que ocurría en la sociedad, a su alrededor, hasta que pierde a su hijo y eso lo hace cambiar de opinión, pero la crítica siempre es necesaria, es pertinente porque en ocasiones el periodismo al cuestionar tanto al poder pierde un poco de vista la visión sobre la sociedad, pero este libro no tiene ese ensañamiento hacia el poder, lo que a mí me interesa es escribir para que la gente me lea, no me interesa que me lea el poder, escribo para que la sociedad conozca más sobre un problema y actúe y reacciones y haga lo que tenga que hacer.
JMH: Este libro nos deja ver la riqueza del periodismo mexicano, un periodismo que ha sido fuerte y crítico desde hace tiempo.
DEO: Sergio González, Juan Villoro, Lydia Cacho, por mencionar a sólo tres que están incluidos en este libro son nuestros hermanos mayores, Julio Scherer sería como nuestro antecedente más claro, México nunca ha tenido una oscuridad total, siempre han existido periodistas que han tratado de acercarse a la verdad, de dar luz a lo que pasa en nuestro país, y hemos tenido periodistas caídos desde hace tiempo como Manuel Buendía, por ejemplo, y yo me siento inspirado por ellos, yo me siento que formo parte de esa tradición y también veo que hay una generación que nos sigue, que es todavía más rebelde, más potente desafiante, que está menos contaminada por el virus priista y que seguramente va a ser un periodismo bastante mejor que el que hacemos hoy en día.