- IMAC, ICA, UAA y Comisión de Cultura de la capital se reunieron para discutir sobre el derecho humano de acceso a la cultura y las artes
- Estuvo ausente el presidente de la Comisión de Cultura del Congreso del Estado, Jesús Morquecho Valdez
Este miércoles por la tarde se realizó la primera Mesa de Encuentro de los Derechos Culturales en Aguascalientes en el Edificio Polivalente Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) en la que participaron instancias gubernamentales e instituciones educativas del estado para discutir acerca del avance de las garantías de acceso a la cultura.
Entre las instancias que participaron estuvieron el Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura (IMAC) representado por su director Alejandro Vázquez Zúñiga, el director de la Universidad de las Artes (UdA), Javier de Jesús Velasco Alarcón, en representación de la directora del Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA) y el presidente de la Comisión de Cultura en la capital, Netzahualcóyotl Ventura Anaya; así como el decano del Centro de las Artes y la Cultura de la UAA, José Luis García Rubalcava.
Esta es la primera vez que se reúnen los representantes de las instituciones encargadas de la difusión y promoción cultural en el estado para discutir sobre este tema, comentó García Rubalcava, o al menos así lo hubiera sido, si hubiese estado presente el diputado Jesús Morquecho Valdez, presidente de la Comisión de Cultura del Congreso local.
El director de la UdA indicó que el deber, al menos de las instancias educativas es darle la relevancia adecuada a la educación artística, crear públicos y detectar a los individuos con aptitudes artísticas para encaminarlas a la profesionalización de sus disciplinas.
En Aguascalientes, agregó, se presentaron tres momentos determinantes en la historia de la educación del arte y el acceso a los derechos culturales: El primero de ellos fue en los años sesenta con la creación de los talleres libres de enseñanza de diferentes disciplinas artísticas que fueron los primeros en el estado que permitieron el acceso a cualquier individuo independientemente de sus aptitudes o su clase social.
Posteriormente, en 1989 se promovió a través de un programa nacional, la enseñanza de artes en las escuelas de educación básica de todo el país, para lo que se pretendía convertir las aulas en laboratorios de experimentación artística. Sin embargo, en el 2000 se instauró un sistema en el que la enseñanza de las artes en las escuelas fuera brindada por personas que fueran tanto pedagogos como artistas. Este perfil podía ser cubierto por muy pocas personas, razón por la que se optó por contratar a artistas locales a los que se tuvo que instruir en la enseñanza.
El director del IMAC, por su parte, cuestionó el papel que juegan los entes públicos en la garantía de los derechos humanos para lo cual, al menos en el caso del acceso a la cultura y el arte, las instituciones no deben ser tan robustas, más si es su deber promover lo que ya sucede en la sociedad, “La brújula la tiene que poner la ciudadanía, queremos ser lo menos robustos que se pueda”.
La sociedad, detalló Vázquez Zúñiga, por sí misma genera las expresiones culturales que necesita, por lo que la única labor de las instituciones es apoyar y difundir lo que ya existe con las puertas abiertas, hecho que ocurre en las oficinas del IMAC, “Hay teatreros que viven sufriendo y no se acercan al instituto, aunque no hay que culparlos sólo a ellos, los institutos son los que deben hacer la labor de búsqueda”.
Coincidió con el director de la UdA en que es obligación de las instituciones de educación fomentar el gusto por las actividades artísticas desde temprana edad lo cual también derivará en la creación de públicos.
El regidor Ventura Anaya no discutió acerca de qué tanto deben inmiscuirse los institutos en la administración de la cultura, sino que se limitó a hablar desde el marco legal en donde desde la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos hasta los reglamentos municipales con respecto y la Constitución de Aguascalientes existen reglas claras sobre las obligaciones que deben cumplir los entes públicos.
Sustentado en ello cuestionó si es que en los últimos años el municipio y sus organismos garantes del acceso a la cultura como el IMAC y la Comisión de Cultura del Cabildo, han actuado en apego estricto a las leyes con decisiones como derrumbar los quioscos de la Alameda o que el único museo a cargo del municipio, el de Refugio Reyes Rivas, lleve varios años cerrado.