- Derechos Humanos investiga anexos del estado, luego del fallecimiento de un joven interno, indicó Eduardo Martín Jáuregui
- De 70 centros registrados en el Issea, sólo siete operan de forma profesional
La Comisión Estatal de Derechos Humanos en Aguascalientes (Cedha) inició una investigación de oficio a los anexos del estado, después de que la semana pasada un joven de 23 años de edad falleciera tras ocho meses de internamiento en la casa Filadelfia, ubicada en Norias de Ojocaliente, por causas poco claras.
El presidente del organismo, Jesús Eduardo Martín Jáuregui, informó que de los 70 centros particulares de rehabilitación de adicciones autorizados el Instituto de Servicios de Salud del Estado (Issea), sólo siete trabajan de forma profesional, con métodos avalados por sicólogos y médicos; el resto parte del esquema de autoayuda que prometen rehabilitar a los adictos mediante ayuno y oraciones, ya que muchos de estos son administrados por organizaciones religiosas. Algunos otros operan en la ilegalidad a base de terapias de choque y cobran hasta 200 pesos semanales.
La falta de control en los anexos se debe, en opinión del ombudsman local, a que el Issea ha relajado la aplicación de la ley, aunado a la inexistencia de políticas públicas para el control de las adicciones, cuya responsabilidad es del Consejo Estatal Contra las Adicciones: “No tenemos un protocolo, mecanismo, programa que se siga y una vigilancia adecuada permanente y competente”.
Tras visitar el anexo en el que ocurrió la defunción, personal de la Cedha encontró que a pesar de funcionar legalmente, no cumple con las normas de infraestructura, alimentación, higiene y atención profesional. Una población de 83 pacientes es atendida entre cuatro colaboradores y dispone de solamente dos sanitarios. Sin embargo, los trabajadores aseguraron haber encontrado mejoras en comparación con la última vez que se visitó, en 2015.
Luis Antonio Ávalos Alcántara, el fallecido, ingresó a tratamiento por adicción a la mariguana, “El muchacho se sintió mal a las 7:00 de la mañana, por lo que los colaboradores hablaron al encargado del centro (…) vieron que se acostara un rato y como a las 9:30 vieron que no respondía al llamado de los compañeros y decidieron llevarlo al centro de salud de Norias de Ojocaliente, a cinco minutos en vehículo. Al llegar, ya no presentaba signos vitales y el parte dice que el fallecimiento fue por causas naturales”, detalló Joaquín Ordóñez, trabajador social de la Comisión.
Martín Jáuregui advirtió que mientras las adicciones sigan percibiéndose como un problema de seguridad y no de salud pública, y se elaboren políticas públicas acordes a ello, poco se avanzará. Y es que si los anexos son clausurados, muchas personas quedarán en el desamparo, pues el Estado no ha asumido su responsabilidad en el tratamiento contra las adicciones.
Después de la investigación de los centros de rehabilitación, la Cedha requerirá a las autoridades de salud las mejoras necesarias.