- El coordinador ejecutivo nacional de los Festejos del Bicentenario en 2010 aseguró que los festejos fueron ensombrecidos por el golpeteo político
- “Para mí fue un privilegio ser el coordinador de esas celebraciones”
- Admitió que hubo errores garrafales como la construcción de la Estela de Luz
A pesar de las numerosas críticas que recibieron los festejos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución en el 2010, su coordinador ejecutivo nacional, José Manuel Villalpando no se mostró arrepentido, “Para mí fue un privilegio ser el coordinador de esas celebraciones”.
Durante la semana pasada, el actual director del Instituto Nacional de Estudios de las Revoluciones de México, estuvo en Aguascalientes para ofrecer algunas charlas como El pecado original de la Constitución de 1917 que ofreció en el Club Rotario de la ciudad.
En entrevista para La Jornada Aguascalientes el historiador ofreció un balance sobre las acciones que se hicieron para festejar el Bicentenario y Centenario de la Independencia y la Revolución de México los cuales aceptó, tuvieron grandes críticas debido a que se cometieron errores como la construcción de la Estela de Luz en la Ciudad de México, además de que se ensombrecieron debido al cambio de gobierno.
En México, lamentó, se acostumbra a comparar todo, hecho del cual no se escaparon los festejos del Centenario y Bicentenario, los cuales, aseguraron muchos, no estuvieron a la altura de lo que hizo Porfirio Díaz en el primer Centenario de la Independencia, “Es curioso, un país revolucionario se nos comparó con lo que hizo Don Porfirio y entonces resultó que ahora él lo hizo maravillosamente bien, pero fue por efecto político nada más”.
Una de las cuestiones que más restó a la imagen de los festejos, admitió, fue la construcción de la Estela de Luz que inicialmente costaría 200 millones de pesos se disparó hasta alcanzar la cifra de mil 35.88 millones de pesos generando críticas por parte de todos los sectores de la sociedad, “Hubo un error garrafal que afortunadamente no fue mío: la Estela de Luz, pero también hubieron cosas exitosísimas que por efecto de la política nunca trascendieron”.
Según Villalpando, debido al cambio de Gobierno Federal que se llevaría dos años después el tema de los festejos fue usado de forma política para golpear el gobierno organizador de Felipe Calderón Hinojosa por lo que buenos proyectos no trascendieron como la exposición México 200 Años que se realizó en el Palacio Nacional donde se reunieron los 500 objetos históricos más importantes del país que fueron visitados por un millón 200 mil personas de todo el mundo, “Para mí fue un privilegio ser el coordinador de esas celebraciones”.
“Lo más chistoso es que los intelectuales se fueron a compararlo con Don Porfirio y se les olvidó que por ejemplo, el Ángel de la Independencia se inauguró con puros trabajos de la empresa del hijito del señor presidente”.
José Manuel Villalpando no cambia: él NUNCA tiene la culpa de nada. La historia no divulgada de sus numerosos errores administrativos llena un muro del jurídico del INEHRM, en forma de las carpetas de auditorías y seguimientos a las irregularidades detectadas por la ASF. Su responsabilidad es administrativa, política, porque sus delirios y necedades y descuidos le causaron problemas a sus superiores inmediatos, y encima, moral: le falló al presidente Calderón.
Por cierto. Tiene cuatro años que Villalpando dejó la dirección general del INEHRM.