- La designación de Paloma Merodio Gómez como miembro de la Junta de Gobierno del Inegi será analizada de manera escrupulosa
- La influencia gubernamental en el Inegi es reprobable: Fernando Herrera
El senador aguascalentense Fernando Herrera Ávila advirtió que la designación de Paloma Merodio Gómez como miembro de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), será analizada de manera escrupulosa, con responsabilidad y total objetividad, para que se apegue a los requisitos de ley.
El coordinador de los senadores del PAN hizo notar que el grupo parlamentario ya se ocupa de la revisión exhaustiva del perfil de la candidata propuesta y vigilará que este nombramiento acredite el respeto que se merece un órgano autónomo e independiente como el Inegi.
El 28 de febrero, el presidente Peña Nieto envió al Senado la propuesta de Merodio Gómez, ante la conclusión del periodo de Félix Vélez Fernández Varela, el 31 de diciembre de 2016, misma que se turnó a las comisiones de Gobernación, Población y Desarrollo.
Herrera Ávila consideró que el Inegi debe estar integrado por profesionales distinguidos, responsables, confiables, que no obedezcan a cuotas partidistas, ya que es imperiosa la necesidad de que el país cuente con instituciones fuertes, sólidas y con un alto grado de credibilidad.
El también presidente de la Junta de Coordinación Política señaló que el Senado hará valer su capacidad de seguimiento y control y estará atento para que el nombramiento de Merodio Gómez no ponga en tela de duda la autonomía del Inegi, que produce información oportuna, confiable, accesible y creíble.
Recordó que en diciembre de 2015 algunos panistas cuestionaron la designación de Julio Alfonso Santaella Castell como miembro de la Junta de Gobierno.
Nos preocupa, dijo, que ahora, con el nombramiento de Merodio Gómez, se pretenda violentar la autonomía del Inegi, pues es sabido que durante su paso por la Sedesol se desempeñó en el área encargada de estudios sobre programas sociales y de análisis de medición de la pobreza.
Herrera Ávila mencionó que la influencia gubernamental en el Inegi es reprobable, como se evidenció el año pasado cuando el Instituto tuvo que alterar los criterios de medición de la pobreza, a fin de abrirle el camino al gobierno para maquillar las cifras con fines políticos.
Subrayó que aún así la realidad en materia de combate a la pobreza dista mucho del discurso triunfalista del gobierno, pues de acuerdo al Coneval existen 55.3 millones de mexicanos en pobreza, 11.4 millones de pobres extremos con ingresos entre 868 pesos y mil 242 pesos mensuales; 43 millones de pobres moderados y 31.5 millones de vulnerables por carencia social.