Durante la semana que está por terminar una persona que conoce muy bien mi interés por las artes y la cultura me pasó una liga para que la escuchara, es un noticiero local que se llama Termápolis, lo conduce mi buen amigo Alberto Viveros, la nota a la que esta persona se refería y que me pedía que escuchara es una acreditada a un reportero de este medio informativo que se llama José Luis Ramírez Escalera. Pues bien, abrí la liga que me había sido solicitada escuchar y palabra que casi me voy para atrás, lo que estaba viendo y escuchando era verdad, estas cosas ocurren en los medios, efectivamente, así es, no lo podía creer y me sigue costando trabajo entenderlo, todavía hay personas que cuestionan la inversión realizada a favor del ámbito cultural. Lógicamente lo primero que pensé fue en ofrecer mi punto de vista públicamente respecto a este tópico, no como una apología de la cultura y el arte, porque además no necesitan ni de mi defensa ni de la de nadie, la necesidad de invertir en infraestructura cultural no necesita de abogados, y mucho menos como una defensa a la pasada administración, eso menos aún, yo soy, de hecho, una de las víctimas sobrevivientes del sexenio lozanista de triste memoria.
Pues bien, antes de abordar el tema, considero necesario hacer una declaración de principios, no se vaya a confundir o malinterpretar lo que aquí estoy diciendo o pretendo decir. Insisto, esto no es una defensa de la pasada administración y eso quiero que quede perfectamente claro. Estoy totalmente de acuerdo con el reportero citado líneas arriba de este medio informativo, que el progreso para todos fue cualquier cosa menos eso, y sí fue así, yo quiero que alguien me explique por qué yo no fui incluido en la palabra “todos”, y si yo, efectivamente estaba incluido, entonces eso del progreso para todos es una mentira, como de hecho lo es. Puntualizando lo anterior, permíteme amigo lector, abordar el tema que me interesa.
Como ya lo mencioné, esto no pretende ser, aunque así lo parezca, una apología de la infraestructura cultural, es, en todo caso, una aclaración que propongo desde mi humilde punto de vista.
De acuerdo al planteamiento de José Luis Ramírez Escalera, en lugar de estar invirtiendo, cito textual: “En una sala de conciertos para orquesta. Exclusivamente para eso, no tendrá otra ocupación… Es un edificio moderno, muy bonito, impecable, sus palcos de honor por supuesto, las oficinas para el personal de la orquesta. Pero solamente eso… ¿cuántos conciertos va a haber aquí? ¿Cuántos aguascalentenses van a poder acudir cada semana, cada mes?, me parece que muy pocos.
“En cambio cómo podemos tener una obra de esta magnitud que según los ingenieros de la obra nos costó en recursos públicos más de 136 millones de pesos, seguramente mucho más.
“¿Cómo construir esto con tantas necesidades en Aguascalientes?… y urgentes. Muchas avenidas como Tercer Anillo, salida a Calvillo, el oriente, el poniente con un pavimento pésimo que ya requiere de su renovación. Por ahí sí pasan muchos aguascalentenses, prácticamente todos. Centros de salud sin medicamento, los hospitales sin placas para radiografías. Faltan doctores, faltan maestros en las escuelas. Faltan escuelas con buen mantenimiento. Ahí están los directores haciendo milagros para mantener sus escuelas ¡pero estamos construyendo salas de conciertos para orquestas! Dirá usted, cuándo vamos a tener obras de gran magnitud, que por cierto está muy bonita dentro del complejo de las Tres Centurias. Cuándo vamos a tener una de estas si primero tenemos que resolver todas las necesidades, seguramente sí, pero como dice el refrán popular “No puede el señor de la casa andar gastando en fiestas cuando al chiquillo le faltan calzones”.
Pues de manera sintetizada esto es lo que escuché en la nota periodística que te platico. Bien, ¿qué podemos decir cuando en esta ciudad no existe el ejercicio responsable y con conocimiento de causa del periodismo cultural? El problema es ése justamente, que muchas personas, y por supuesto, algunos medios, no puedo ni debo generalizar, sería muy irresponsable de mi parte, siguen creyendo que la cultura y el arte es un accesorio cuando en realidad es una necesidad de primer orden, algo verdaderamente urgente. No nos hagamos tontos, invertirle a la cultura y a las artes en todas sus formas, variedades y manifestaciones, es invertirle a un mejor nivel de vida, es apostarle a formar mejores seres humanos, personas más sensibles y menos indiferentes a lo que pasa en mi entorno. Las artes sacan lo mejor de mí como persona y ésta es la única forma de combatir la violencia, la delincuencia. Solamente así, apostándole al arte, a la cultura, a la educación, y claro, también a la actividad deportiva se podrá salir victorioso.
Por otro lado, y ya para finalizar, te pregunto yo, a ti directamente, José Luis Ramírez Escalera, ¿crees que con dejar de invertirle a la cultura se van a solucionar todos los problemas que mencionaste?, ¿crees que ese es el factor?, ¿qué ahí está todo? Voltea a ver la corrupción, si no hay pavimento, ni escuelas ni hospitales bien equipados no es porque se construya una sala de conciertos, claro que no, es porque hay una fuga de capital sorprendente a causa de la corrupción y de la impunidad. No, José Luis Ramírez Escalera, no te engañes, la cultura no tiene la culpa.