- Con ello no se tendría que usar el proyecto de 3 mil 500 millones de pesos de inyección de agua de la empresa Arema
- Arema propone inyectar aguas tratadas al subsuelo, sin embargo las plantas tratadoras de Aguascalientes son deficientes
El costoso proyecto de inyectar agua al Acuífero del Valle de Aguascalientes debe ser evitado, pues existen otras alternativas que son mucho más viables como abastecerlo por medio de las fallas geológicas, comentó Arturo Sotelo Rodríguez, secretario del Colegio de Ingenieros Geólogos de Aguascalientes.
Ayer se realizó un Foro de Conversación del Bosque Cobos en las instalaciones del Campus Central de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA). El geólogo Sotelo Rodríguez presentó una alternativa al proyecto de inyección de agua al manto acuífero que desde pasadas administraciones estatales se está impulsando.
Diversas asociaciones ambientalistas se han pronunciado en contra de este proyecto pues entre otros riesgos que se avizoran es patente el que el agua que se inyecte esté contaminada toda vez que se planea que el líquido se obtenga de las plantas tratadoras de agua de la ciudad, las cuales, han denunciado, no funcionan en su mayoría.
Este proyecto estaría tentativamente operado por la empresa española Aguas, Residuos y Medio Ambiente (Arema), que cobraría al estado cerca de tres mil 500 millones de pesos, lo cual, a juicio del geólogo, “Es una cifra astronómica para un país de gente pobre como lo es México (…), una estafa millonaria pagada por el erario”.
En lugar de emprender proyectos como este, el geólogo, quien asegura nunca haber sido escuchado por ninguna dependencia a pesar de su insistencia; propone que las fallas geológicas naturales que tiene Aguascalientes sean aprovechadas para infiltración de agua hacia los acuíferos, “La falla oriente por ejemplo, tiene 80 kilómetros de longitud, esa falla está abierta hasta un metro de anchura, le cabe un océano de agua”.
Para que no exista la necesidad de inyectar agua que podría estar contaminada en las fallas, sugirió, se podría implementar la construcción de presas y represas a lo largo de éstas, con lo cual se utilizaría el agua de lluvia.
Esta alternativa de hecho ya se usa en la actualidad, pues una presa llamada El Chabeño, que está en el municipio de Jesús María, está construida sobre una falla, “Cada vez que llueve, toda el agua se va por la falla al cien por ciento y está alimentando los mantos acuíferos”.
Si bien la construcción de bordos o presas de este tamaño cuesta alrededor de diez millones de pesos y se tendrían que construir cerca de diez de estos a lo largo de la falla geológica para inyectar la misma agua que pretende inyectar Arema, esto resulta mínimo comparado con los tres mil 500 millones de pesos que pretende cobrar la compañía española.
Además de la falla que se ubica bajo el vaso de esta presa, existe otra falla que inyecta agua al acuífero, sin embargo esta lo hace de forma negativa pues se ubica en el inferior del Río San Pedro, el cual transporta aguas grises hasta la reserva de agua, lo cual es un indicador de la urgencia de limpiar ese caudal.