El Parlamento de Mujeres y la defensa laxa de nuestros derechos - LJA Aguascalientes
20/11/2024

 

Con un retraso de 45 minutos, dio inicio en el Congreso del Estado de Aguascalientes el Parlamento de Mujeres 2017. La poca difusión del evento y la indolencia de la ciudadanía que tiene acceso a esta información, hace que estas reuniones sean entre los mismos de siempre. Dirán que estaban todos los interesados, pero como en esta ocasión no se trataba de pedir votos, sino de proponer y defender leyes y derechos, nadie se atrevió a llamar a las líderes de colonias o a los acarreados que cargan consigo siempre. Es claro entonces por qué todos los argumentos vertidos en tribuna nunca aterrizan con la realidad.

Vi rostros conocidos en el recinto, al consejero presidente del IEE; al diputado plurinominal por el PRD; a diputadas priista y panistas, a reporteros, fotógrafos, y sobre todo la representación de mujeres de clase media alta. Hombres trajeados que más parecían escrutadores que escuchas. Casi todos se fueron antes de que llegara el receso para el café.

La orden del día incluyó los temas y las palabras diluidas que esperaba: reforma a la Ley de una Vida Libre de Violencia, Ley de Igualdad entre Hombres y Mujeres, matrimonio igualitario, igualdad de género, salud y sexualidad, modificación a la Ley para Prevenir y Erradicar la Discriminación, reforma a la Ley Orgánica del Poder Legislativo. El 52 por ciento de la población de Aguascalientes es femenino, lo que quiere decir que estas mujeres lo representaron con el mismo discurso de siempre, las mismas peticiones, las mismas reformas que las legislaturas anteriores ya han planteado sólo porque los diputados tienen que hacer como que trabajan. Otra vez a pedir las cuotas de género que han resultado en la inactividad de regidoras municipales que solamente aparecen cuando se va a votar algo y más si tiene que ver con los dineros. ¿De verdad no observamos que hay muchas mujeres sin preparación en altos puestos? ¿Cuál es la solución efectiva para que mujeres capaces ocupen esos espacios? ¿Qué trabajo debemos hacer para que las indicadas y comprometidas lleguen? Si les damos más títeres a los hombres en el poder, así nunca lograremos vencer a la demagogia que va entrando en el discurso de la equidad y género.

Rescaté del Parlamento la reforma a las órdenes de protección en albergues para mujeres, con una amplitud de 60 días en las estancias; la exigencia al derecho a la identidad sexogenérica, un tema en el que estamos igual de atrasados que los otros pero lo que es peor, invisibilizado por completo por el Congreso, no hay menciones, no hay discusión al respecto como tampoco lo hay de los derechos reproductivos de las lesbianas, otro de los temas exigidos en tribuna. La urgencia de la Ley para prevenir, eliminar y sancionar la desaparición forzada, que exigen la protección y asistencia a las personas afectadas, la reparación de los daños a las víctimas de manera integral y eficaz, las políticas públicas en materia de prevención y de mecanismos para evitarlo, el trabajo exhaustivo en el fomento a la denuncia de las desapariciones, el urgente financiamiento al combate, así como a la implementación de los protocolos internacionales en estos casos, pues hasta ahora Aguascalientes solo tiene la Alerta Amber y la Fiscalía no la sabe usar. Rescato la denuncia a la ineficacia de los gobiernos e instituciones al ofrecer la vida libre de violencia que tanto pregonan pero que no logran darnos cuando evaden sus responsabilidades legislativas. Todo lo demás sonó a feminismo institucional.

Excepto la participación de Cecilia Esther Rodríguez Galván, del Consejo de Padres Objetores, que inició su participación con la velada solicitud de la reforma a la legislación estatal sobre los derechos de salud y sexualidad de las mujeres. Un discurso de intolerancia, totalitarismo y fascismo escondido en frases como “discriminar, torturar y  asesinar a una persona es un delito, incluso en etapa gestante de su desarrollo”, “desaparición programada de mujeres no nacidas, “que nadie muera incluso antes de nacer”. Solicitó la propuesta de reforma a la Ley de Salud de Aguascalientes que trata de la protección materno-infantil después de citar e interpretar tratados internacionales en derechos humanos; acusó al Estado de la distribución y comercio de la pastilla del día siguiente “sustancias específicas para la eliminación del ser humano gestante”, por lo que exigió que se prohíba su distribución. Colgada del Código Penal en materia de interrupción del embarazo, demandó la criminalización de las mujeres que abortan y de las instituciones de salud que facilitan el procedimiento. Y lo más terrible y doloroso de todo es que ella sí llevaba porra. Cuando terminó su invectiva, mujeres y hombres, los de traje, aplaudieron como si su vida dependiera de ello, convencidos de que lo vomitado en tribuna fue la verdad.

En la réplica, solamente tres mujeres, tres de las participantes del Parlamento, se posicionaron en contra de este discurso bajo el único argumento permitido: el respeto y la garantía del artículo 4 de la Constitución mexicana y los tratados internacionales en derechos humanos, que no dan cabida a interpretaciones a modo.

Mientras nosotras seguimos defendiendo laxamente con el mismo discurso institucional de toda la vida nuestros derechos, hay otras mujeres ceñidas a un conservadurismo y  a una retórica torcida que busca obligarnos a regirnos por preceptos de unos cuantos, que defienden lo indefendible, mujeres que violentan a otras mujeres con la reproducción y la mímesis del sistema patriarcal, que lastiman el poco avance que otras mujeres han logrado para todas.

La Comisión de Equidad de Género del Congreso del Estado prefirió evadir todo esto en su discurso de despedida y sólo pronunciarse por la participación de más mujeres en los puestos de primer nivel, prometió una retroalimentación de los temas y se dijo comprometida con las mujeres del estado. Mientras esto ocurría, la madre de Ulises Eduardo Patiño Gómez, un estudiante desaparecido de la UAA,  pide desesperada, hasta este momento, que aparezca su hijo; otras mujeres esperan con esa misma desesperación justicia y otras más, un nombre que las reencuentre con sus familias, que no las convierta en una cifra, en una de las siete víctimas de feminicidio del día.


Por nuestro derecho a decir, a ser dueñas de nuestros cuerpos, de nuestra vida, de nuestro tiempo, para reconocer, demandar y ejercer los derechos. Me quedo con eso nada más para este día y para todos.  

 

@negramagallanes


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Tania Magallanes

Jefa de Redacción de LJA. Arma su columna Tres guineas. Fervorosa de lo mundano. Feminista.

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