Por increíble que parezca las acciones del presidente de Estados Unidos ha logrado que la sociedad mexicana se una, y por una vez opine en el sentido de que este señor es antimexicano y sicópata, y que sus acciones y comentarios van en la dirección de denigrar la imagen de todos los mexicanos y de expulsar a todos los descendientes de latinos que se encuentran en la Unión Americana.
El hecho de que vaya a construir un muro, el cual ya existe, pues no es el primer presidente que ha realizado eso como un proyecto propio, es posible que ya exista una tercera parte del mismo construida, pero ahora es con la idea de no permitir el paso de migrantes a los cuales ha llamado “bad hombres”, “criminales” y contrabandistas de droga, con lo cual ha ofrecido a los norteamericanos que la seguridad de los Estados Unidos quedará garantizada. Nada más falso. Pero, en fin.
Ha llegado a tanto la xenofobia con que se maneja esta persona, que ahora por decreto quiere que de las familias que crucen la frontera sin papeles se separen las madres de los hijos en una clara violación a los derechos humanos; Trump cree que con esa medida las mujeres con familia no se atreverán a cruzar la frontera. Y tiene razón.
Todo esto lo ha ofrecido invocando la seguridad nacional de ese país, sin embargo no menciona que es el mercado más grande del mundo de la droga, y que en varios de los estados de la Unión Americana ya se permite la producción, distribución y consumo de mariguana, mientras en México el combate a los plantíos de la misma yerba nos lleva a dedicar a miles de soldados en el combate y erradicación de la misma. Creo que es momento de revisar si tanto este combate, como los retenes instalados con estos fines, tienen razón de ser o deberíamos de hacer su función de norte a sur, pues el peligro real son las armas y el dinero que envían de los Estados Unidos a México, con lo cual las mafias se vuelven fuertes y cada día cuestan más vidas de policías y soldados que los combaten.
El problema no son solo las acciones presidenciales que estamos viendo de Trump, sino que ha despertado el sentimiento de racismo de grandes grupos norteamericanos que ahora comienzan a atacar a varios de los ciudadanos por el solo hecho de ser latinos, algo que se suponía se encontraba superado y que ahora ha renacido con mucha fuerza y mucho odio.
Es un momento de por sí delicado, y nos toca a los mexicanos estar unidos, como a la fecha, frente a las posiciones norteamericanas y como nunca buscar soluciones dentro de nuestro país para evitar que nuestros connacionales se vean en la necesidad de tener que emigrar a los Estados Unidos en busca de mejores horizontes.
Se le olvida a Trump que nadie puede impunemente traicionar la esperanza. A los mexicanos no nos debe desanimar el éxito de la basura, que absorbida por el tornado sube muy alto y de pronto quiere competir con el águila y ceñirse sobre el risco que le está vedado.
Es indudable que el muro que pretende construir Trump es inútil, pero más inútiles son ciertos hombres que equivocan la senda y deshonran hasta el suelo que pisan.