María Rebeca Padilla de la Torre, profesora investigadora del Departamento de Comunicación en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), es una de las pioneras en el estudio de esta área del conocimiento.
Vinculada desde sus años de estudiante a esta institución de educación superior, realizó su servicio social en el área de Videoproducción Docente, donde hizo trabajos relacionados con la divulgación científica y el género documental, para posteriormente cursar el doctorado en estudios científicos y sociales con especialidad en comunicación y cultura en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (Iteso).
La actual miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) aborda en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt su experiencia en la realización de estudios enfocados en las audiencias televisivas, la divulgación cultural, prácticas políticas de los jóvenes en Internet, entre otros.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cómo inició tu interés por la investigación en la comunicación?
María Rebeca Padilla de la Torre (MRPD): Yo estudié la carrera de Comunicación de Medios Masivos en una época en donde era una carrera totalmente orientada a la práctica, entonces cuando era joven nunca visualicé en mi horizonte dedicarme a la investigación, sino a la práctica de la comunicación, y mis primeros trabajos fueron aquí en la universidad en el área que entonces se llamaba Videoproducción Docente, en un género que a mí me encantaba que era el documental, y también estuvo a mi cargo un programa de televisión que se llamaba Extensión universitaria, y propuse que los programas fueran de divulgación científica.
Yo creo que ahí empezó todo, me dedicaba a ir con los colegas que tenían investigaciones y el programa, que se transmitía por la televisora local, tuvo mucho éxito, recibía muchas llamadas, la gente se interesaba, se ponía en contacto con los investigadores. Posteriormente hice una serie de documentales con un antropólogo, nos íbamos a la sierra a hacer documentales en torno a la cultura purépecha, entonces yo creo que ahí es donde me surgió este interés y me di cuenta de cómo la práctica de la comunicación tiene que ver mucho con la ciencia y con divulgar nuestra cultura.
AIC: ¿Cuáles fueron los temas que abordaste en tus primeros estudios?
MRPD: Mi primer trabajo de investigación fue analizar en Aguascalientes qué instancias divulgaban la ciencia y la cultura, hice como un catálogo, un diagnóstico de la difusión cultural y científica.
Luego, en la especialidad, hice un trabajo sobre la relación de las familias con la televisión, porque me llamaba la atención cómo la gente te hablaba por teléfono o venían a buscarte y querían una copia del programa, ahí surgieron para mí muchas preguntas de cómo los comunicadores trabajamos siempre en la producción y realmente nos hacemos pocas preguntas sobre las audiencias, sobre quiénes reciben los mensajes. Ahí nació mi interés de estudiar la comunicación, no desde la institucionalidad, no desde la producción, sino desde quienes somos usuarios o receptores, que esa ha sido desde esa fecha mi línea de investigación.
AIC: ¿Qué trabajos has realizado sobre el estudio de las audiencias?
MRPD: Propiamente mi primer trabajo de estudios de audiencias fue un trabajo de familias y telenovelas, yo quería trabajar noticieros, pero luego me asombró ver en ese momento en estadísticas, que realmente uno de los géneros más divulgados en nuestro país, con mayor penetración por los estudios de rating, era las telenovelas. Entonces decidí hacer un estudio sobre cómo la telenovela se incorpora en la vida familiar con respecto a las identidades de género, trabajé con varias familias de diferentes clases sociales para entender el papel de audiencias de este género.
Para mí significó un poco como una ruptura, porque era una época en que la universidad tenía una estructura de ciencia muy clásica, entonces presentar un sistema de investigación de audiencias, de telenovela y de género, creo que fue irruptor, pero a la vez la universidad lo apoyó, y bueno, ahora ya no se cuestionan los estudios sobre cultura popular, pero lo estudié en una época que era poco convencional.
Después hice un estudio histórico sobre la llegada de la televisión a la ciudad de Aguascalientes, un poco para ahondar de cómo una sociedad tradicional a principios del siglo XX aprende a hacer audiencias. Ese trabajo se ha leído mucho, lo han replicado en otros lados, porque siempre se estudia cómo llegó la televisión desde el punto de vista de la institución, pero pocas veces se indaga en las personas y en familias, en sus historias y recuerdos, de cómo nos convertimos en audiencias, porque hubo un momento en que no lo éramos.
AIC: ¿Qué particularidades encontraste en ambos estudios?
MRPD: El de las telenovelas, yo creo que mi estudio contribuyó a quitar muchos mitos de estereotipos y prejuicios sobre la gente cómo ve telenovelas, porque indagué en algo que se llaman las audiencias activas, que la gente es muy creativa para ver televisión, entonces muchos jóvenes veían telenovela, pero la veían en clave de comedia, o muchas mujeres ven telenovelas, pero no es cierto que ellas se lo crean, es un espacio de escape. Las apropiaciones en cuanto a los géneros son mucho más diversas y activas de lo que creemos, y en un libro doy cuenta de eso.
En el estudio histórico hubo varios hallazgos, incluso encontrar personajes de locales, por ejemplo don Pedro Rivas lo teníamos muy claro como parte de la historia de la radio, pero no teníamos muy claro su papel como experimentador en la televisión, que fue el primero que compró una cámara e hizo transmisiones.
AIC: ¿Cómo ha ido adoptando la carrera de comunicación en la UAA un mayor enfoque en la investigación?
MRPD: La carrera ha evolucionado muchísimo, ahora contempla una visión mucho más amplia, sigue muy fuerte el asunto de la práctica, no solamente centrada en la práctica como productores, yo creo que también hemos crecido como estrategas de la comunicación, la parte institucional de la investigación. En la carrera no formamos investigadores, pero sí hay materias de investigación aplicada para que hagan géneros como investigación periodística, como documental, o que investiguen para proponer una estrategia de comunicación, y más bien, varios de nuestros egresados entran a los posgrados.
AIC: ¿Qué importancia consideras que tienen las áreas en las que has realizado tus estudios?
MRPD: Yo creo que la comunicación contemporánea es clave para entender la vida actual, y creo que somos pocos comunicadores los que investigamos la comunicación. Se descuidan aspectos que ya están empezando a salir, lo vimos en las pasadas elecciones en Estados Unidos, cómo en la perspectiva sociocultural de la comunicación juega un papel importante la subjetividad, las audiencias no funcionan con base en raciocinio, sino entran en juego la identidad, los perfiles socioculturales.
Eso configura de manera distinta a las audiencias, y nosotros como comunicadores muchas veces pensamos de esta manera de dar el mensaje como una masa homogénea, y no hay un respeto, una comprensión de esa pluralidad que está operando.
El estudio de la comunicación ayuda a comprender las lógicas de la contemporaneidad, yo le digo a mis alumnos: “Ustedes están en la mejor carrera, porque ni un político, ni un mercado ni una institución, puede operar sin la comunicación, y ustedes no pueden proponer ni una estrategia o ser buenos comunicadores si no tienen un entendimiento mínimo de su audiencia”, y ante la proliferación de mensajes que recibimos, persisten aquellos en donde tengas una comprensión más clara de quién lo recibe.
Yo creo que la realidad va mucho más rápido de lo que estamos generando conocimiento de nuestros procesos de comunicación para alimentar, sustentar y comprender las prácticas de la comunicación: periodismo, comunicación institucional, la producción, los géneros cómo se están desdibujando, los desordenamientos de la televisión abierta.
Con información de Tomás Dávalos y Agencia Informativa Conacyt