- La obesidad es causa de diabetes, hipertensión, daño renal, enfermedades cardiovasculares, cáncer, osteoartritis y muerte prematura, entre otras
- Las Unidades de Medicina Familiar del IMSS cuentan con módulos de Medicina Preventiva y de Nutrición
Evitar el consumo de refresco y bebidas azucaradas puede reducir el nivel de obesidad hasta en un 30 por ciento, y en general, disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes mellitus, hipertensión arterial, daño renal, enfermedades cardiovasculares, cáncer de mama, osteoartritis y muerte prematura, entre otras.
Así lo señaló el coordinador del servicio de Nutrición de esta Delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Fernando Rubio Martínez, quien precisó que 80 por ciento de los pacientes diagnosticados con obesidad reportan un consumo de hasta dos litros de refresco al día, en tanto, la población en general toma un promedio 500 mililitros diarios por persona.
Estas cantidades representan alrededor de las dos terceras partes de la ingesta total de calorías recomendadas: “Una persona de estatura y peso medio debe ingerir entre mil 500 y mil 800 calorías con base en frutas, verduras, cereales, productos animales y leguminosas, lo menos posible de grasa y azúcar”.
En contraparte, observamos que en realidad el consumo promedio diario de una persona es de casi tres mil calorías provenientes de grasas y azúcares (más de mil calorías por refrescos) lo cual es causa de sobrepeso y obesidad en el mediano y largo plazos”. Rubio Martínez advirtió que durante la temporada de calor se acentúan estos hábitos, que consideró de los más nocivos que existen para la salud, pues en poco tiempo pueden detonar o agudizar enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, enfermedades cardiovasculares y alteraciones del metabolismos, entre otras.
“México ocupa el primer lugar en el mundo en consumo de refrescos… por lo que es importante informar a la población de los efectos que éstos -y los jugos, néctares y las bebidas industrializadas-, tienen en su organismo”. El refresco es una bebida saborizada con efervescente carbonatado sin alcohol, compuesto por sacarosa, glucosa y fructosa, lo que representa una fuente de energía concentrada que favorece que las personas suban de peso, además de producir más sed.
Rubio Martínez exhortó a la población en general a realizar por lo menos 30 minutos de ejercicio al día y mejorar los hábitos alimenticios con el consumo de agua simple, frutas, verduras, cereales y leguminosas, entre otros que integran una dieta equilibrada, variada y suficiente.
Para asesoría y mayor información, los interesados pueden acudir a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) en donde se cuenta con módulos de Medicina Preventiva y de Nutrición.
Con información del IMSS