- El índice de confianza del consumidor cayó 30 puntos, el peso se devaluó 50 por ciento y la inflación se desató
- La deuda pública creció más de 64 por ciento en sólo cuatro años, el crecimiento económico cayó a la mitad y aumentó la corrupción
- Inversionistas no encuentran incentivos, exportaciones y gasto público caen, y la economía familiar se deteriora cada vez más
El coordinador de los senadores panistas de Aguascalientes, Fernando Herrera Ávila, en respuesta al discurso del presidente Enrique Peña Nieto en el aniversario del PRI, expresó que “el que no está preparado para gobernar es el PRI y los hechos así lo demuestran: han movido a México en reversa y han retrocedido en todos los indicadores macroeconómicos”.
En dicho discurso del presidente, donde dijo que si gobierna la oposición habrá retroceso porque no está lista para ser gobierno, el senador Herrera Ávila dijo que el PRI ha fracasado en todos los órdenes y hay claras evidencias de ello.
Herrera Ávila, quien en septiembre pasado respondió el Cuarto Informe de Gobierno en el Congreso de la Unión, indicó que los hechos prueban de manera abundante e incontrovertible que el retroceso ocurre con el PRI en el gobierno.
El también presidente de la Junta de Coordinación Política indicó que el gobierno ha perdido 30 puntos en el índice de confianza del consumidor, señaló que cuando el presidente presume que no hay crisis económica, evade una realidad donde la deuda pública crece en forma desmedida, se dispara la inflación, disminuye el crecimiento económico, aumenta el número de trabajadores sin seguridad social y el peso continúa devaluándose, entre otros indicadores.
Comentó que el Gobierno Federal priista ha echado por la borda la estabilidad económica que durante doce años consolidaron los gobiernos de Acción Nacional, al empecinarse en un modelo que lastima severamente la economía de las familias y las empresas, colocando al país al filo del precipicio.
A la crisis económica que ha castigado el bolsillo de los mexicanos, se suma ahora, peligrosamente, la pérdida de control de las principales variables macroeconómicas, que en conjunto representan una bomba de tiempo y la antesala de una recesión, que el gobierno no es capaz de desactivar “porque simplemente no puede con el paquete”.
Destacó que la deuda del gobierno ha crecido de manera desmesurada: “El manejo de esta variable ha sido de una irresponsabilidad tal que en este gobierno se ha incrementado 64.98 por ciento y al cierre de 2016 representaba el 50 por ciento del PIB”.
Asimismo, el peso frente al dólar se ha devaluado 52 por ciento y se mantendrá bajo presión por el entorno de volatilidad. Además, debido al mediocre desempeño económico varias agencias y compañías calificadoras de riesgos han encendido los focos rojos al colocar a México en perspectiva negativa.
Lo anterior, observó, se ha traducido en una crisis de confianza, en la cual los consumidores ven con pesimismo la situación actual y futura del país, los inversionistas no encuentran incentivos, las exportaciones disminuyen, el gasto público se reduce, la economía familiar se deteriora cada vez más y el consumo mantiene una tendencia a la baja.
Puso como ejemplo que a menos de cuatro meses de la anterior reducción, el Banco de México recortó una vez más su expectativa de crecimiento para este año, a entre 1.3 por ciento y 2.3 por ciento, cuando en 2012 el gobierno panista la dejó en 3.9 por ciento. Es decir, este gobierno lo redujo a la mitad. Por el contrario, agregó, las tasas de interés se ubicaron en su mayor nivel al aumentar 50 puntos base para colocarse en 6.25 por ciento, cuando en 2016 se elevaron -y con ello los créditos y el financiamiento de proyectos- en cinco ocasiones.
Añadió, el índice inflacionario se ubicará en 2017 en 5.39 por ciento, más de dos puntos que en el gobierno del PAN. En términos porcentuales, eso quiere decir que la inflación aumentó casi un 50 por ciento. Explicó que el índice de confianza de los consumidores sobre la economía y la que enfrentan en sus hogares, se desplomó en enero pasado a su nivel mínimo desde hace 23 años, según reportó el Inegi.
“Eso es consecuencia de la entrada en vigor de las alzas en gasolinas y gas, lo que refleja un círculo vicioso donde la economía no crece y el costo de la vida cada día es más caro. El panorama económico de México es desalentador. Con políticas que en el pasado mostraron su inoperancia, el gobierno del ha puesto al país otra vez en la antesala de las crisis recurrentes al final de cada sexenio, de las que creíamos que jamás volverían”, comentó el senador por Aguascalientes.