- Los pretextos son principalmente por motivos económicos, por vejez del animal y porque no caben en la casa
- Hasta siete meses permanece un animal en el Centro de Control cuando participa en un acto de agresión
Héctor Anaya Pérez, secretario de Servicios Públicos Municipales, reveló que siete de cada diez animales que son sacrificados en el Centro de Bienestar y Control Animal son llevados por sus propios dueños quienes desean que sus animales sean puestos a dormir porque ya no pueden mantenerlos por motivos económicos, porque no caben en la casa o porque se han puesto demasiado viejos, “Además, mensualmente se reciben en promedio a 500 animales en situación de calle”.
Anaya Pérez dio a conocer también que cuando un animal participa en algún acto de agresión y existen problemas legales por ello, este es llevado al Centro de Control Animal por órdenes del Ministerio Público hasta que se determine qué pasará con él, proceso que puede llevarse hasta siete meses, “Obviamente en condiciones que no son las adecuadas para un animal”.
Ante ello, el lunes Anaya Pérez se reunió con la Fiscalía del Estado con el fin de promover juicios más rápidos para estos animales para lo cual se solicitó que un etólogo participe en el caso para determinar si el animal en cuestión es agresivo o no, “Las asociaciones civiles protectoras de animales nos pidieron a Servicios Públicos que fuéramos el enlace con la fiscalía y se tomaron cartas en el asunto.
“Le estamos pidiendo a la fiscalía, ya afortunadamente tuvimos una respuesta excelente, extraordinaria, muy sensible, en el sentido de abreviar el plazo para aquellas investigaciones en las que se estén realizando y en las que haya participado un animal de compañía”.
El etólogo, detalló, será quien determinará si el animal presenta riesgos por su comportamiento inadecuado o si pone en riesgo a la comunidad; de no ser el caso, se le regresará a su propietario o de lo contrario, será sacrificado.
Estos animales, agregó, generalmente están en esta situación por haber agredido a una persona con la que generalmente su propietario no llega a una conciliación, por lo que el presunto ofendido opta por poner una denuncia de carácter legal.
En este año, agregó, no se ha presentado ningún caso de este tipo, sin embargo, en 2016 se tuvieron nueve y en 2015 seis, “Son mínimos los casos pero aun sea uno, debemos garantizar que este proceso e investigación sea lo más ágil o breve posible se determine lo que vaya a pasar con el animal”.
El proyecto final es que en lugar de que el proceso se tarde siete meses para determinar qué pasará con el animal, sean sólo diez días después de que se dé por finalizada la investigación, “Es muy ambicioso”.