Ya viene el 8 de marzo: Día Internacional de la Mujer, y para eso estaría bueno que nos pongamos a dialogar respecto al tema, en pensar en nuestras palabras cuando nos referimos a las mujeres, en los conceptos que tenemos de ellas, en la importancia de diferenciarnos y distinguirnos como tal, en las batallas que queremos abanderar o los femeninos que queramos promulgar, en denunciar a quien nos violenta, en la importancia que tiene el llamarnos feministas y entender el por qué, en recordar el poder de la palabra: mujer, en que la sororidad es nuestra y solo nuestra, en el poder de nuestras voces y nuestras ideas, en que está lucha no es solo nuestra, en que no soportaremos más injusticias: SÉPANLO, en recordar que la primera y última palabra sobre nosotras; la tenemos solo nosotras, en la importancia de reconocernos en la otra; ella nuestra mejor cómplice y compañera, en que somos seres sexuales más no sexualizables, en el poder de nuestra sonrisa, en abrazar nuestra feminidad, en identificarnos como sensibles más no como débiles, en la importancia de vernos como una red de saberes y poderes; no solo corporales sino también ancestrales, en no olvidar los derechos que tenemos a la palabra, a nuestro cuerpo, al conocimiento, en no intentar ser perfectas, en ser auténticas, en no violentar a nuestro ser ni a nuestra esencia, en que somos seres armónicos, en recordar que la sociedad es quien nos violenta, en la necesidad de salir del sistema opresivo, en las capacidades -muchas- que tenemos, en abrazar nuestros días de luna y nuestros ciclos tan bellos, en la capacidad de amor que tenemos, en que estamos conectadas con la tierra; por ende con todas ellas, en el poder de nuestros genitales, en todo lo que el Estado y la sociedad nos debe, en que esta violencia debe PARAR porque no permitiremos más violaciones hacía nuestra libertad, cuerpo e ideas, en la importancia de hacer ruido y seguir creyendo en los cambios; sigamos dialogando, construyendo, creando, soñando.
Esa violencia que no nos pertenece, que no nos define, pero qué si nos afecta, no es nuestra; por lo tanto, borrémosla.
Estaría bueno entonces parar… porque #EstamosParaNosotras, #NosotrasParamos.