- En memoria del licenciado César Alejandro Zapata, politólogo y gran ser humano que con su alegría hacía la diferencia todos los días
En Aguascalientes se ha permitido la constitución de partidos políticos locales, ocho asociaciones civiles presentaron la solicitud para instituirse como tales.
Según el estudio México: Confianza en Instituciones 2015 publicado por Consulta Mitofsky, los niveles bajos de confianza en instituciones públicas del país se encuentran en la Presidencia de la República (5.7); los sindicatos (5.4); senadores (5.3); policía (5.3); diputados (5.2) y la más baja de todas la obtienen los partidos políticos (4.9).
Requiriendo el .26 por ciento del padrón electoral y de lograr la acreditación, ¿qué papel jugarán los partidos locales ante un electorado apático al que los partidos políticos le parecen poco confiables? Desde mi punto de vista, podrá haberlos de dos tipos, me explico.
Primero, habrá aquellos que su propósito será ser apéndices de partidos políticos nacionales como ha sucedido en otros estados de la República en los que los partidos locales ya tienen varios años de participar en elecciones, casi siempre en alianza con los partidos de siempre con la intención de mantener el registro y obviamente las prerrogativas. Y su construcción está financiada y respaldada por actores políticos de los partidos tradicionales que buscan afianzar pequeños capitales políticos que hagan la diferencia en el momento de una elección o tener alternativas para postularse de no contar con el aval de sus partidos.
Segundo, hablando de prerrogativas, habrá otros que su función será perpetuar el modo de vida de sus dirigentes que, acostumbrados a vivir del dinero público ya sea del que viene del partido o de cargos políticos conseguidos desde la comodidad de la vía plurinominal. Seguirán en la práctica que hacían desde sus pequeños partidos en que el objetivo no era ganar elecciones si no hacer alianzas de facto a cambio de dinero y votos que les permitieran ganar perdiendo.
Tercero, los habrá aquellos que buscarán las dos anteriores, pero con apoyo del Gobierno del Estado para hacer exactamente lo mismo que describo en el primer supuesto. Estos tendrán mayor facilidad para constituirse pues contarán con la ayuda de la estructura burocrática gubernamental y partidista del color que gobierna y con la obediencia de la secretaría ejecutiva del instituto electoral local que siempre ha actuado a conveniencia del Poder Ejecutivo estatal sin importar color o persona que ostente el cargo.
Los partidos políticos locales tienen grandes posibilidades de hacer cambios sociales si son proyectos serios y sin marca de partidos políticos nacionales. Pueden servir para hacer política desde una perspectiva regionalista que permita atacar la problemática social con una mayor precisión pues busca la solución inductiva, es decir, primero resolver lo local para así contribuir a lo nacional y no como tradicionalmente se ha dado que es idear una solución creada desde el centralismo político para todo el país y adaptarla a los aspectos locales. Por ejemplo, los problemas que sufre el campo en Aguascalientes no son los mismos que en Tabasco o Nayarit; esto se adapta a cuestiones económicas, culturales, sociales, etc.
Los partidos locales deberán tener la franca tarea de combatir la corrupción que se vive, iniciando con las estructuras gubernamentales más pequeñas como el municipio y los congresos locales.
Deben de ser los principales promotores y defensores del Federalismo, deben fortalecer a los ayuntamientos procurando y exigiendo la autonomía de la que supuestamente gozan, si no fiscalizando y profesionalizando cada vez más a esas burocracias. Deben de ser dignos representantes de los intereses localistas ante los intereses de los partidos nacionales que están subordinados al centralismo político que ya se comentó en líneas anteriores.
Deben ser protectores y promovedores de la cultura de la región. De ser creadores de ciudadanía de acuerdo a sus bases ideológicas y procurar alentar a la participación ciudadana tras demostrar que la política puede ser para el beneficio común y no sólo de unos cuantos.
Deben ser agentes de difusión de los destinos turísticos de la región y que estos sean explotados por gente nativa de esos lugares organizados antes que por grandes empresas nacionales o internacionales.
Deben buscar incidir en que, por ejemplo, no sólo vengan empresas japonesas al estado, sino que empresas aguascalentenses se instalen en Japón y que productos locales sean consumidos por japoneses.
Creo que debe darse una oportunidad a los partidos políticos locales, pero sólo aquellos que demuestren no ser más de lo mismo y a los que no cuenten entre sus filas con actores políticos vistos y desgastados en otros partidos.
Si bien es cierto que los partidos se han vistos corroídos, hay que recordar que son instituciones integradas por individuos y que no es posible calificar a un grupo de individuos en la totalidad, pues seguramente entre ellos existen personas con la convicción de hacer la diferencia, lamentablemente en el caso de Aguascalientes las dirigencias partidistas están marcadas por grupos de poder que sólo fijan su actuar en su beneficio y no en el de la comunidad.
En días pasados, el regidor independiente por la capital del estado, Mauricio Gonzalez, llamaba a los ciudadanos a no otorgar su firma para apoyar la constitución de los partidos locales, pues en su opinión sólo serán más de lo mismo; como sostengo en los párrafos anteriores, los partidos políticos locales pueden ser la alternativa que impulse un cambio siempre y cuando no caigan en los supuestos mencionados; pueden ser una alternativa como lo son los candidatos independientes, pero con individuos agrupados decididos a hacer factor de cambio colectivo desde un frente común.
Al parecer olvida el regidor independiente que al ejercer el cargo, forma parte de la clase política, por lo que pregunta sería: ¿Pertenecer al grupo gobernante lo hace merecedor de los calificativos con los que la sociedad define a la mayoría de los políticos? Y más aún cuando él mismo dice que hay en el Congreso del Estado diputados que lo apoyan; no hay congruencia en el discurso y en el actuar.
En una democracia debe prevalecer el respeto por la libertad de pensamiento y del actuar, siempre en el marco de la legalidad, así como la tolerancia, la pluralidad y el diálogo. Por lo que al igual que los partidos nacionales y los independientes, los partidos locales merecen la oportunidad de tratar de convencer a los ciudadanos de que son una alternativa; y si un grupo de ciudadanos que sea mayor al .26 por ciento del padrón lo piensa pues estará en condiciones de demostrar que no son más de los mismo, al tiempo.
@aguileralespron