- El acceso a la cultura debe ser garantizado por el gobierno como un derecho humano: Andrea Salmerón Sanginés
- Si bien artistas deben aprender a generar sus propios recursos, no todos los proyectos pueden ser parte de la llamada industria cultural
No todas las expresiones artísticas se pueden alinear al modelo de industrias culturales por lo que algunas seguirán necesitando apoyo de las instituciones de gobierno para poder sobrevivir con el fin de que la cultura y el arte sean una garantía para la población como el resto de los derechos humanos, mencionó la productora teatral Andrea Salmerón Sanginés.
La productora ofreció una entrevista en la que habló de los recortes que sufrirá el área de la cultura y las artes en México en el ámbito institucional para lo cual manifestó que se deben aprender a gestionar los recursos de una manera más eficiente.
Comentó que los recursos deben bajar desde la federación de una manera distinta además de que se debe trabajar más para que los proyectos culturales puedan generar sus propios recursos.
Es importante, agregó, que los gobiernos estatales dejen de depender tanto de los presupuestos asignados para la federación y aporten más de sus propios recursos para sustentar el arte, la educación y la cultura que se genera en sus propios territorios.
Salmerón Sanginés comentó que la atmósfera que se percibe en la comunidad artística de los estados es de desasosiego y preocupación. “Como que no saben qué hacer y se habla mucho del recorte, todo el mundo está muy preocupado pero también tenemos que buscar otras formas de obtener recursos”.
Sin embargo, se mostró positiva e indicó que los estados no pueden dejar a la cultura sin dinero pues es una de sus responsabilidades, así como también lo es de los municipios; los artistas deben aprender a que no sólo dependen de los recursos públicos.
Aunque apuntó que es necesario que los artistas aprendan a obtener recursos desde la iniciativa privada, hay proyectos que no pueden depender de la industria teatral pues sirven más como un servicio comunitario, “No puedo pretender una sustentabilidad en una obra en la que trabajan diez personas, entran 60 espectadores y es gratuita”.
“Se les llena la boca hablando de la industria cultural y la sustentabilidad de las artes pero no todo el teatro puede ser sustentable. Es obligación de las instituciones, es obligación del estado poner el arte y la cultura al alcance de la gente, es derecho humano y derecho constitucional, poner al acceso de todos el arte y la cultura; no podemos suprimir los recursos esperando que nosotros seamos rentables y que todo sea una industria, porque los derechos humanos no pueden industrializarse”.