- En el Museo de Aguascalientes se le dan los últimos toques al Mausoleo de Jesús Fructuoso Contreras, una obra polémica a la que habrá que dedicarle alguna atención más delante.
Como suele ocurrir con mucha frecuencia, esta obra tiene un lado oscuro y otro luminoso. Por lo pronto habrá que decir que ya no será posible la contemplación a distancia de este espléndido Caballero Águila, y de su compañero de pared, el Caballero Jaguar, dado que ambas piezas fueron tapadas por el emplazamiento de este interesante cubo denominado mausoleo.
Estos y otros objetos fueron realizados por Jesús F. Contreras, el escultor de origen aguascalentense de fines del siglo XIX, y se fundieron para adornar el pabellón mexicano de la Exposición Universal de París de 1889.
La historia de estas piezas es sorprendente; lo que se conoce de ella, pero baste señalar que el destino anterior de este alto relieve fue el Casino de la Feria, justo en la esquina de la calle Manuel M. Ponce y Arturo J. Pani. Por su parte el Caballero Jaguar fue empotrado en el mismo edificio, en la esquina sur.
En su momento la decisión de colocar los relieves en el templo que Aguascalientes le dedica al dios Birjan, fue merecida criticada, hasta que la enmendó el mismo gobierno que la cometió. En efecto, los relieves fueron trasladados al Museo de Aguascalientes en octubre de 2004.
La imagen fue tomada cuando el Caballero Águila se encontraba en el casino; de otra forma habría sido imposible que recibiera la luz solar con la intensidad que se aprecia. Felicitaciones, ampliaciones para esta columna, sugerencias y hasta quejas, diríjalas a
carlos.cronista.aguascalientes@gmail.com