Ciudadano rector de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Francisco Javier Aguilar González: en su discurso de toma de posesión formal -celebrada el pasado Viernes 13- externó usted, entre otras cosas, pensamientos positivos hacia el interior de la institución y un loable interés por su vinculación con toda la sociedad.
Nos permitimos reproducir algunas que nos parece pertinente contribuir a difundir:
“…si en la Universidad no perseguimos los más altos Valores de la Civilización, entonces la Institución se convierte en una empresa al servicio de un mercado, y los estudiantes, en estadísticas.
“Saber escuchar, y escuchar mucho, antes que hablar, será una de las características de mi gestión. Sobra decir que en un ámbito académico no valen las vaguedades, tampoco las mezquindades, sino los argumentos, los valores, la honestidad y la justicia”.[1]
Metas ambiciosas que deseamos alcance y sostenga, pues serían de gran beneficio para todos.
Por otra parte, al día siguiente usted anunció la realización de actividades para celebrar los 150 años de la Escuela de Agricultura establecida el 15 de Enero de 1867, misma que, según usted, “…logró transformarse con el paso de los años en la actual Universidad Autónoma de Aguascalientes…”[2]
Entendemos esto como un mensaje en el sentido de que su administración continuará ignorando el hecho histórico de que el antecedente original de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) es el Instituto de Ciencias y Artes fundado por Jesús Terán el 25 de Enero de 1849.
No ignoramos que después de la muerte de Jesús Terán hubo diversos intentos por borrar su memoria, mismos que se empezaron a consolidar en 1942, cuando se celebró por primera vez un aniversario de la supuesta creación del Instituto en 1867 ¿a partir de una Escuela de Agricultura?; en 1949 pasó desapercibido el centenario de la verdadera fundación del Instituto debido a una grotesca rencilla entre académicos; y en 1967 se celebró el supuesto centenario, a pesar de que la historia oficial del Gobierno del Estado señalaba -y señala- a Jesús Terán como el auténtico fundador.
Algo semejante ocurrió con motivo del sesquicentenario de la muerte de Terán y natalicio de Contreras, en el que vimos cómo el ex-rector de la UAA no solo eludió rendirle homenaje alguno a Terán durante todo el año, sino que incluso desdeñó asistir al único acto organizado por el gobierno el 25 de abril. Incivil actitud.
Aquí pudiera presentarse un dilema en el sentido de que tal vez ni usted ni yo podríamos convencernos mutuamente por más buenas que fueran nuestras respectivas intenciones, porque no somos profesionales de la historia ni contamos con los elementos suficientes, sobre todo si fuera verdad que el archivo histórico del Instituto fue incinerado.
Sin embargo, siendo la búsqueda de la verdad una meta cardinal de la Universidad y la investigación que se realiza en la cúpula del edificio universitario la responsable principal en la tarea de perfeccionar la cultura, deberían ser sus propios académicos expertos en Historia, dilucidarlo.
Ello, además de saludable, es necesario para clarificar y enriquecer nuestra historia, con la ventaja de que ya existen antecedentes de investigaciones dispersas que pueden aprovecharse.
Por ejemplo, en 1998 apareció el libro de Elizabeth Buchanan y Pilar González publicado por el Instituto Cultural de Aguascalientes bajo el título “Cartas a Jesús Terán”, en cuya página 157 está una misiva fechada el 11 de agosto de 1863, en la que José María Chávez, en su carácter de gobernador, informa a Jesús Terán -entonces ministro de Benito Juárez- que “…el Instituto hace algunas semanas se concluyó enteramente esperando para abrirlo tener alguna calma.” Por fin el Instituto tenía su propio edificio al que se trasladarían los estudiantes que desde 1849 asistieron a uno provisional. Lamentablemente los franceses habían iniciado su invasión y cuando ocuparon Aguascalientes convirtieron el edificio en hospital militar. El Instituto dejó de funcionar.
En 1995 se había publicado un libro de Jesús Gómez Serrano (sociólogo por la UAA, con maestría y doctorado en Historia por la UNAM y actualmente con el más alto nivel de investigador en la primera) en el que tocó los antecedentes de la UAA en 1867.[3] En él nos cuenta que Jesús Gómez Portugal, quien acababa de ser designado gobernador, había dejado en manos de su secretario Agustín R. González la ostentosa redacción de proyectos educativos y de salud más publicitarios que realizables, entre los cuales estaba la Escuela de Agricultura que instalaron en el edificio acondicionado para sede del Instituto (aprovechando la muerte de Jesús Terán unos meses antes y la de José María Chávez y sus hombres fusilados cobardemente en 1864 por órdenes del indigno general L’Herilier) una vez que fue desocupado por los franceses en retirada. No la ubicaron en el campo, como sería de suponerse.
Pero ocurre que al año siguiente -1868- Benito Juárez crea en México la Escuela Nacional Preparatoria[4] bajo la dirección de Gabino Barreda, con la consigna de organizar la enseñanza media a nivel nacional. En 1871, cuando solo quedaban 34 alumnos que había que buscar en sus domicilios para que continuaran asistiendo; y tratando de convencer “…a sus maestros de que siguieran dando clase a pesar de que no había esperanza de pago…”[5] se tuvo que cancelar la Escuela de Agricultura y restablecer el Instituto, volviendo así sobre los pasos de Jesús Terán, pues resultaba incoherente emprender carreras profesionales sin antes consolidar los niveles primario y secundario de la enseñanza.
Más dedicado a las francachelas en que consumía el escaso presupuesto, el “pendenciero, violento y amigo de las parrandas” que era Gómez Portugal finalmente fue despertado de su borrachera de poder cuando el pueblo votó arrolladoramente por el Dr. Ignacio T. Chávez en las elecciones de Diciembre de 1871, apoyado por las populares caricaturas de Posada publicadas en la hoja dominical “El Jicote”, que se vendía como pan caliente a la salida de misa. Y aquí dejo a Gómez Serrano porque lo que sigue está peor y ya no tiene relación con el Instituto.
En 1998, el investigador de la UAA José Antonio Gutiérrez Gutiérrez publica un interesante artículo en el boletín Archivalia 10 del Archivo Histórico de Aguascalientes (AHEA), en el que califica a Jesús Terán como “benemérito aguascalentense”, entre otras cosas por su fundación del Instituto de Ciencias.
Para concluir haré una breve reseña del libro Tras los pasos de Jesús Terán, editado por el Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura, del Ayuntamiento de la capital, logro del equipo que publica el suplemento mensual “Jesús Terán” en La Jornada Aguascalientes y presentado en diciembre pasado en el Museo de Historia; con una sola excepción, en el aspecto curricular solo haré mención de la formación académica de sus nueve colaboradores, que son:
- Francisco Javier Delgado Aguilar, licenciado en Historia por la UAA y con grados de maestría y doctorado en Historia, aporta sus reflexiones acerca del valeroso “Informe sobre las clases laboriosas” que Jesús Terán envió a Antonio López de Santa Anna en 1854, como respuesta a su solicitud de sugerencias para resolver los principales problemas del país, en el que en pocas palabras le dice que se debe cancelar el sistema feudal de explotación y sustituirlo con un régimen que permita el progreso con justicia social.
- Mariana Terán Fuentes, socióloga por la UAA, maestra en Estudios Étnicos y doctora en Historia, quien analiza el “Horizonte educativo de Jesús Terán”.
- Luciano Ramírez Hurtado, licenciado en Historia por la UNAM, maestro en Historia y doctor en Historia del Arte, es profesor investigador de Historia en la UAA. Describe “Los primeros años de Jesús Terán Peredo: entre el Instituto Literario de Zacatecas, la Academia de Dibujo Municipal y el Supremo Tribunal de Justicia de Aguascalientes (1841-1847)”.
- Aurora Terán Fuentes, licenciada en Sociología por la UAA, maestra en Historia y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, presenta el tema “La huella de Jesús Terán en las exposiciones de industria, agricultura, minería y objetos curiosos, celebradas en Aguascalientes” en las primeras ferias organizadas en el jardín de San Marcos.
- Marco Antonio Flores Zavala, investigador zacatecano, doctor en Historia por la Universidad Jaume I de Barcelona, ataca una de las facetas más importantes de la vida de nuestro personaje: “Jesús Terán Peredo y la masonería mexicana”. Es la primera vez que veo sistemáticamente tratado -con una introducción pertinente y una valiosa síntesis histórica de la masonería en México- este aspecto fundamental de la formación de Jesús Terán, sin la cual es imposible tener un panorama completo de su personalidad y de su conducta en todos los aspectos de su vida.
- Soren Héctor de Velasco Galván, con estudios de licenciatura y maestría en la UAA y de Relaciones internacionales. Su tema es “Nuestro hombre en Europa: la misión diplomática de Jesús Terán”, etapa cumbre de su existencia que contribuyó de manera decisiva a garantizar la soberanía de México.
- La distinguida periodista aguascalentense Guadalupe Appendini de Vargas, quien cubrió todos los homenajes a Jesús Terán entre 1990 y 1992 que condensó en dos libros, de uno de los cuales se extrajo el capítulo que contiene los temas “Efímero municipio de Jesús Terán”, “Un busto de Jesús Terán” y “Mercado Jesús Terán”. Recibió un reconocimiento de la UAA en 2015.
- Vicente Agustín Esparza Jiménez, licenciado en Historia por la UAA y maestro por el Colegio de San Luis, participa con dos temas: “La conmemoración de Jesús Terán en Aguascalientes” de 1877 a 1992, y “La Casa Terán, una finca solariega e histórica de Aguascalientes”.
- Luis Arturo Sosa Barrón, estudiante del 8 semestre de la licenciatura en Historia en la UAA, eligió el tema “A 150 años del fallecimiento de Jesús Terán Peredo: breve análisis historiográfico de dos obras conmemorativas” en que hace la crítica de dos libros escritos en homenaje a Jesús Terán, que califica de “visión oficialista” y describe la personalidad de Terán con un enfoque no liberal, contrapeso siempre útil para la tendencia al equilibrio.
El libro fue coordinado por Aurora Terán Fuentes y sus presentadores el 14 de Diciembre fueron:
Salvador Camacho Sandoval, licenciado en Historia por la UAA; maestro en Ciencias y doctor en Historia de América Latina con especialidad en Educación.
Víctor Manuel González Esparza, sociólogo por la UNAM, maestro en Historia de América y doctor en Estudios Latinoamericanos. Fue investigador del departamento de Historia en la UAA.
Luciano Ramírez Hurtado, ya citado en el número 3.
Todos los participantes han publicado investigaciones diversas.
Ciudadano rector de la UAA: como verá usted, la institución a su cargo tiene más que suficientes especialistas para resolver el dilema entre quienes aseguramos que la fundación del Instituto fue en 1849 y quienes sostienen que fue en 1867. Estamos seguros de que la sociedad a la que usted se debe -de acuerdo con su propia expresión- le agradecerá considerar la conveniencia de contribuir a clarificar esta controversia.
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Antes de concluir permítaseme transmitir a los amables lectores y en especial a los estudiantes y profesores de la UAA, una atenta invitación de la agrupación cívica-cultural Amigos de Jesús Terán, para asistir al acto en que celebraremos el aniversario 168 de la fundación del Instituto Literario de Ciencias y Artes presidida por Jesús Terán, el próximo Miércoles 25 de Enero a las 10:00 horas en el Jardín del Estudiante, a un costado del templo de San Diego, frente al Parián.
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Finalmente, presento mi emotivo tributo a mi querido amigo, compañero y admirado literato Salvador Gallardo Topete, quien cumplió cabalmente su compromiso de vida como hombre íntegro.
“Por la unidad en la diversidad”
Aguascalientes, México, América Latina
[1] Lo que ofrece la universidad ante la actual crisis moral. La Jornada Aguascalientes, 14-01-2017
[2] UAA celebrará 150 aniversario de la Escuela de Agricultura. La Jornada Aguascalientes, 15-01-2017.
[3] Jesús Gómez Serrano. José Guadalupe Posada, testigo y crítico de su tiempo, 1866-1876. UAA-SEP, Aguascalientes, 1995.
[4] Enciclopedia de México, 3ª Ed., México, 1978
[5] Jesús Gómez Serrano. Op. cit. p.109
Estupendo su articulo y el fondo , conocer la historia del Lic. Teheran Peredo es una obligación de cualquier mexicano , a la par de los hombres mas sobresalientes del mundo.
Una disculpa -Terán –