Yo siempre he dicho que nunca dejamos de aprender, en el aula o fuera de ella, y el permitirnos escuchar voces diversas nos hace universales y poseedores de información tan valiosa como el tesoro más aquilatado por nosotros los mortales. Así fue la primera semana del año, decidido a escuchar a los expertos, a los amigos que reflexionan de una manera impresionante y que dan pauta para tratar de entender qué diablos pasa en este país. La cerveza del miércoles con Alex Solís, la cita del jueves a las diez con el maestro López Sustaita, el té de la media mañana con el jefe Aldán, el café de las seis con Ángel Mejía, la cena con el entrañable Enrique Cano, la charla matutina del viernes con el maestro López Matus y el tiempo para asimilar todas las cátedras que recibí en un curso intensivo de tres días.
Vivimos en una isla, dijo Enrique, aquí no pasa nada, ni siquiera las protestas por el “gasolinazo” se asemejan a lo que vemos en otros estados de la República; claro, maestro, es caminar por el andador J. Pani quitados de la pena, sacar sillas a la calle por la tarde para disfrutar del fresco mientras vemos a la gente pasar, al tiempo transcurrir. Y nuestros millennials ni siquiera los son, dice Enrique, vivimos en una aparente calma que preocupa, estamos en pausa, pero es lindo para todos. Si nos comparamos con el resto de las ciudades mexicanas, nuestro nivel académico universitario en instituciones públicas y privadas es muy bajo, nuestros estudiantes no cuentan con una formación que les permita ser competitivos en otras latitudes, se imagina, querido lector, y don Carlos decía que Aguascalientes estaba a la punta en los resultados de la prueba estandarizada que aplica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) a través del Programa Internacional para la Evaluación de alumnos (PISA), cuando la realidad no es así; ejemplo, un estudiante de cinematografía de nuestra universidad pública no egresa con los saberes, conocimientos y habilidades necesarias para competir con los graduados de la máxima casa de estudios de México, y su vez los pumas se las ven negras cuando comparan su desarrollo con los jóvenes que se formaron en la Universidad del Sur de California USC, claro, salvo que sean como Alfonso o Emmanuel. La ciencia de la comunicación, el diseño gráfico y la cinematografía áreas donde me atrevo a opinar, coincido con la visión no apocalíptica ni pesimista, sino con la urgente necesidad de cambiar el rumbo. ¿Cómo salimos de esta, maestro Cano, cuál es el camino, quién dice yo le entro? Jóvenes estudiantes conscientes del entorno, propositivos, proactivos, dispuestos a ser formados y no renuentes con la postura del saberlo todo por el hecho de sentirse millennials.
Alex, desde tu trinchera ayúdame, necesito trabajar la cultura cívica le dije, es urgente abrirles los ojos a estos chamacos para que reaccionen ante escenarios como el presente. El reflejo se ve en nuestros gobernantes, en 2011 mil niños participaron en una encuesta organizada por el otrora Instituto Federal Electoral donde se les preguntó sobre diversos temas, el 50% del padrón infantil indicó que habían sufrido abuso sexual, la información se turnó al DIF quien hizo caso omiso. Ahora le toca a Martín como todo mundo los conoce, resolver los pendientes de la administración anterior, esperemos así sea y no le gane la hermosa idea de la cacería de brujas tan recurrente para tomar venganza. Y la pregunta de cuates, esperando la respuesta sincera, ¿Tú metes las manos por tu institución en cuestión de transparencia? Estimado, yo no podría ver a los ojos a mis hijos sino fuera así. Y yo orgulloso de ser tu amigo, ansioso porque charles con los jóvenes estudiantes que necesitan una sacudida al estilo Solís.
Yo creo que las instituciones de educación superior tienen áreas de oportunidad que deben corregir a la brevedad, dijo el jefe Aldán, no es posible que si yo salgo con mi equipo a trabajar, ellos crean que voy para hacerles su chamba, no existe una visión clara de qué es lo que tienen qué desarrollar, están egresando sin una perspectiva de lo que pasa en la vida laboral, es importante asignarles responsabilidades y pedir que las cumplan. Era claro que la demanda de compromiso y responsabilidad dirigía la punta hacia las instituciones de educación superior, hasta el momento la reflexión de las charlas se enfoca hacia una misma línea. Ese mismo día, pero por la mañana, platicando con el maestro López Sustaita decía que en la entidad no existe la figura del periodista en el amplio sentido de la palabra y mucho menos especializados en la cultura, su idea de recuperar el tejido social a través de la voz no suena mal; dijo ¿Cómo nos caería tener una radio municipal, donde en las cuatro delegaciones se contara con transmisores de un watt para que las personas, los verdaderos integrantes de la sociedad puedan manifestar su sentir a través de un ejercicio radiofónico, así como la radio comunitaria o la indigenista. Volver a la esencia diría yo y enseñar las bases y los principios de la comunicación porque a veces obviamos lo más elemental.
Qué futuro le ves a las licenciaturas que abordan disciplinas como la comunicación o el diseño gráfico, le pregunté al maestro Mejía. El problema es que no hay un perfil definido claramente para este tipo de carreras, mira, hasta la fecha yo no ubico un buen periodista deportivo, o uno especializado en finanzas es urgente definir cuál es el perfil real de egreso de los jóvenes universitarios.
Con un panorama más claro, tratando de asimilar las reflexiones de cada uno de ellos, por la mañana del viernes en mi charla con el maestro López Matus, mi última clase de la semana, me topo de frente con el término que suelta sin piedad; lo que tienes que hacer, lo que tenemos que hacer es una debridación mental, va a doler, pero es urgentemente necesaria.
Sí va a doler y es necesaria, será mejor que busque más sobre la definición y trate de dejarla clara en próximo jueves, mientras tanto no se enfrasque en las discusiones sobre el Acuerdo para el Fortalecimiento Económico, ya sabe cuál es la respuesta a todo esto, que suban los precios de lo que gusten sí y sólo sí aumentan los salarios para poder pagar eso, y como eso no sucederá entonces mejor espere a que le platique sobre al debridación mental.
Gracias, maestros, por su tiempo.
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