Max Weber afirmó en La ética protestante y el espíritu capitalista, que a diferencia de los católicos que acudían a la confesión como camino al confort, los protestantes cumplían con mayor escrúpulo sus funciones y les generaba mayor angustia en caso de incumplirlas.
La radiografía sobre corrupción que nos ofrece Don Gilberto Carlos Ornelas, nos pone de manifiesto, en un primer lugar, que los países con tradiciones religiosas distintas a la católica, nos llevan ventaja no sólo en temas económicos sino también en temas de moral pública.
Y es que por desgracia, hasta hace algunos años la corrupción comienza a tener cierta importancia en el mundo, debido a que es considerado como uno de los principales obstáculos para el desarrollo de los países.
Así, por ejemplo con la caída de la Unión Soviética, algunos personajes de la delincuencia organizada de aquel extinto país vinieron a comprar ciudadanías en los países suda y centro americanos, con ello, trajo como consecuencia, que a los miembros de la delincuencia de aquellos países, aprendieran de los rusos a delinquir, no es extraño, encontrar noticias de submarinos hechizos con tecnología rusa, utilizados para transportar drogas hacia los Estados Unidos.
Las recetas de los organismo económicos internacionales son en varios rubros, uno de ellos el combate a la corrupción, de manera sintética nos las recuerda Don Gilberto Carlos. Las herencias de la Colonia, son ahora inercias de los actuales gobiernos difíciles de abandonar, basta con recordar que cuando Hernán Cortés, fundó el municipio, ahora estado de Veracruz, para tener cierta autonomía de los reyes de España, estos respondieron para minimizar el poder con burocracia, cualquier parecido con la realidad actual es mera coincidencia.
Las viejas tradiciones dejadas después de la revolución donde los gobernantes en turno se llevaban lo que podían, en una especie de “toma todo”, han sido difíciles de atacar, no es gratuito la serie de exgobernadores con problemas con la Ley, los medios de comunicación nos recuerdan los pendientes en la materia.
El combate a la corrupción no es sencilla, existen bastantes incentivos que permiten realizar actos ilícitos con el fin de enriquecerse. Sin duda, las instituciones aún en los países democráticos plantean una debilidad tan grande que no existen medidas para controlar la corrupción o bien las leyes están tan mal hechas que se pueden interpretar o desfigurar dependiendo del caso.
Los expertos afirman que, en materia de concursos, la corrupción se filtra por la sencilla razón de que existe un espacio abierto para interpretar la ley, a lo que hay que agregar que las estructuras burocráticas son muy inadecuadas, llegando incluso a la asignación de contratos sin una oferta. A los que hay que agregar la falta de supervisión.
Para Huntington, la corrupción es un fenómeno más predominante en unas culturas más que en otras, sin embargo, nos señala que su dominio es mayor durante las fases más intensas de modernización, esto es cuando el desarrollo político es todavía débil. En este sentido por ejemplo, una ventana a la corrupción, surge en el conflicto de las normas tradicionales y las nuevas, ahí surge la oportunidad de que las personas justifiquen sus acciones.
Curiosamente la modernización apoya la corrupción al crear nuevas fuentes de riqueza y poder, en los países que se modernizan la política suele convertirse en el camino a la riqueza, y las ambiciones y talentos emprendedores buscan con alguna frecuencia hacer sus negocios en la política.
Como quiera que sea, la construcción de un andamiaje institucional contra la corrupción es hoy en día una de los temas de la agenda pública de países como el nuestro, con la idea de poder quitar obstáculos al desarrollo, no será tarea fácil.