- Pide Canaco evitar el vandalismo a gasolineras y comercios, pues eso sólo afecta a los empresarios
- Comerciantes locales no subirán precios, por el momento
El presidente estatal de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco), Rubén Ángel Berumen de la Cerda, tronó en contra de senadores, diputados y el presidente de la República, por el incremento del 20 por ciento a las gasolinas que entró en vigor el 1 de enero, advirtiendo que el pueblo adquiere cada vez mayor conciencia de las injusticias cometidas por las autoridades.
“A ellos la gasolina no les cuesta, ellos tienen un subsidio y lo más cruel es que nomás van a levantar el dedo; si tuvieran dos dedos de frente pensarían en el daño tan grande que le causan a la nación, lo que prevalece es la gente amolada, atrasada, pobre y eso no tiene nombre” declaró, tajante, en conferencia de prensa.
El dirigente empresarial reprochó, visiblemente molesto, el hecho de que el combustible de Pemex se cotice en Estados Unidos muy por debajo del precio mexicano, “Cuando allá ganan en dólares y aquí ganamos miserables pesos” y retó al titular del Ejecutivo a retroceder esta medida que frenará considerablemente el crecimiento de la nación, ya que el aumento al salario mínimo no será capaz de recuperar el poder adquisitivo.
Aseguró que por el momento, el comercio local no ajustará a la alza sus productos y servicios a efecto de no afectar a la economía familiar.
En lugar de aumentar a los impuestos al energético -dijo- se debería reclamar los recursos que se han robado los gobernantes corruptos “y quitar a todo el tajo de zánganos de los partidos políticos que siguen manteniéndose a costa del erario público un sinfín de años, entonces ese dinero se quedaría para no perjudicar tanto a la sociedad de más bajos recursos que no tienen la misma capacidad de compra de muchos de nosotros”.
Berumen pidió que no se afecte al empresariado con las protestas contra el gasolinazo pues este sector comparte el mismo malestar y que las expresiones se lleven a cabo de manera pacífica, a diferencia de otros estados como Chihuahua, Sonora, Veracruz y Estado de México donde la violencia es desbordante.
–¿Qué podría hacer la población?
–Muchas cosas, comenzando por no acudir a los negocios trasnacionales (…), vamos a la tiendita de la esquina, al mercado, a consumir lo que el país produce. Tenemos que cuidarnos unos a otros y esta es una oportunidad del despertar de la gente.
–¿Dejar de pagar impuestos?
–Podríamos en un momento dado organizarnos, sí vamos a pagar, pero retrasarles, que a las autoridades les duela un poquito que cuando el pueblo se organiza, los perjudicados son ellos.