- El ajuste a las tablas catastrales disparó el impuesto Predial hasta un 20 por ciento
- Los altos valores pueden frenar el comercio de bienes inmuebles
El presidente del Colegio de Notarios, Luis Perales de León, pidió a las autoridades estatales y municipales ser conscientes de la actual situación económica de las familias y revisar los valores de los terrenos para evitar que los ciudadanos paguen de más por concepto de Predial.
En 2017, los ajustes a las tablas catastrales para la capital de Aguascalientes dispararon el cobro de dicho impuesto de cuatro a 20 por ciento: “Y si vamos al interior de los municipios, hay predios con valores catastrales totalmente ridículos en donde no hay nada pero para los dueños y los municipios ponen una cantidad de dinero impagable, y sólo se hace con el propósito de que las personas paguemos mayor gravamen”.
El fedatario señaló en entrevista que los incrementos se han aplicado durante los últimos dos años, elevando el precio de las operaciones inmobiliarias; reconoció que aunque pudiera pensarse que el gremio puede beneficiarse económicamente con el encarecimiento, pues los aranceles aumentan en la misma proporción, lo cierto es que cuando los avalúos son muy altos, las ventas se caen: “Nosotros preferimos operaciones aunque sean pequeñas pero que haya muchas, porque cuando es costoso las personas nada más de ver lo que cuesta hacer una escritura por el pago de impuestos de adquisición de bienes inmuebles, que es lo más gravoso de esto, el pago de avalúo el honorario notarial y el derecho registral, se asustan y desisten”.
También hay que tener en cuenta que los daños a la economía familiar por la escalada de precios que desencadenará el alza a las gasolinas, lo que podría orillar a las personas a vender sus bienes por debajo de su precio catastral: “Sobre todo le pedimos al municipio que se respete el valor en el que las personas pactan las operaciones, las gangas son muy escasas, las personas pactan la venta de su casa en lo que vale su casa y luego resulta que el municipio o el valuador dicen que vale más.
“Debemos de estar conscientes de la situación económica que vivimos, sinceramente cuando queremos vender un inmueble lo vendemos a quien nos lo compre y a veces pretendemos una cierta cantidad de dinero porque alguien nos dijo que valía eso y al momento de la negociación termina abajo de lo que habíamos pensado”.
Perales de León advirtió que cuando la diferencia entre los valores sobrepasa el 20 por ciento, el Impuesto Sobre la Renta (ISR) puede convertirse en un problema para el adquiriente: “Por eso es necesario que se respete la voluntad de los contratantes, que lo que rija sea lo que pactan y no lo que diga el municipio o los valuadores”.