- La CEDH propondrá a sus contrapartes de otras entidades que en conjunto pidan a la ONU nombramiento de migrantes mexicanos en los EU como refugiados
- Según Jesús Eduardo Martín Jáuregui, mexicanos en Estados Unidos pueden ser considerados refugiados al salir de México por falta de seguridad y situación económica
Ante las políticas de inmigración impulsadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) impulsará ante la Agencia de la Organización de la Naciones Unidas para Refugiados (Acnur), que migrantes mexicanos sean considerados como refugiados en el país vecino.
Este viernes, la CEDH convocó a una conferencia de prensa para anunciar que el martes habrá una reunión de las comisiones y organismos estatales protectores de los derechos humanos en la Ciudad de México.
Esta ocasión será aprovechada por la comisión de Aguascalientes en conjunto con la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Michoacán para proponer a sus contrapartes del resto de las entidades que en conjunto realicen una solicitud a la Acnur para que los migrantes mexicanos sean considerados refugiados en el territorio de Estados Unidos.
“Si no lo hace conjuntamente la federación, lo vamos a hacer Michoacán y nosotros y si no lo hace Michoacán, lo vamos a hacer sólo nosotros (…) me parece que es fundamental hacerlo en un momento tan grave como el que estamos pasando, porque quizá no hemos valorado debidamente las implicaciones para nuestro país el que los migrantes puedan regresarse a México”.
A decir del presidente de la CEDH, Jesús Eduardo Martín Jáuregui, los mexicanos en los Estados Unidos pueden considerarse refugiados por dos razones. La primera de ellas es que una gran parte de los que emigran a los Estado Unidos, lo hacen para poder conseguir trabajo con el fin de llevar dinero a sus hogares.
Además, varios de los mexicanos que están en Estados Unidos, radican allá porque en México no encuentran las condiciones necesarias de seguridad: “No los puedes obligar a regresar cuando han salido de lugares como Zacatecas, Oaxaca, Jalisco y regiones del norte donde la inseguridad se vive todos los días. En un país como México que lamentablemente ha tenido cientos de miles de muertos y otros tantos desaparecidos, forzarlos a regresar es ponerlos en una condición inhumana y en riesgo de sus derechos humanos”.
El hecho de que un migrante mexicano pase a convertirse en un refugiado le brindaría protección de manera directa por parte de Naciones Unidas y la posibilidad de que se dicten medidas precautorias a Estados Unidos por parte del Consejo de Seguridad de la ONU en caso de que sea expulsado.
Si bien la ONU podría imponer sanciones económicas por incumplimiento de los países a la integridad de los refugiados, el presidente de la CEDH admitió que este organismo internacional depende en gran medida de los apoyos de Estados Unidos, que no sólo es la sede de sus oficinas centrales, sino que además paga el 22 por ciento de sus gastos.
“Pero yo creo que sí es importante que la ONU fijara una postura ante este respecto y aunque no tuviera manera de hacerlo evidentemente, una decisión de las Naciones Unidas fortalecería también las posiciones que en el congreso de los Estados Unidos se están oponiendo a lo que dice Trump”.
Además, la situación de los mexicanos en los Estados Unidos podría ser competencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas pues su deportación masiva tal y como lo estaría ordenando Trump, representaría, según Martín Jáuregui, un genocidio del gobierno estadounidense.