Qué terriblemente mal nos fue con las obras de infraestructura vial que, tanto la administración estatal pero, principalmente, la municipal, llevaron a cabo, sobre todo durante este último año.
El Gobierno de la Ciudad se distinguió por realizar y promover a lo largo de estos tres años la construcción o reparación de algunas de las vialidades que a juicio de quien toma las decisiones, eran las más afectadas tanto por el tránsito de vehículos como por las precipitaciones que tanto desgastaron al material por lo constante que han sido a últimas fechas.
El principal de los logros de la administración actual es el de la famosa Zona Cero Baches. Con la intención de llevar a cabo los trabajos con un material más resistente para evitar el desgaste del pavimento, la Secretaría de Obras Públicas utilizó en ellos concreto hidráulico.
Por lo costoso que fue este proyecto, no pudo ser tan amplio como muchos ciudadanos hubiésemos deseado.
Así la población percibió en este 2016, que no hubo organización en las obras, mucho menos cumplimiento en los plazos fijados para la conclusión de los trabajos. Empezaban en una calle y continuaban en otra, y así sucesivamente fueron cerrando paulatinamente varias arterias, incluso vitales para el desahogo del creciente flujo vehicular.
Luego de concluir las obras, escuchábamos reportes de los ciudadanos que daban cuenta cómo algunas calles que ya se habían reparado, nuevamente se encontraban en mal estado.
Tampoco sabremos cuál fue el criterio para la elección de las vialidades que habrían de convertirse en Zona Cero Baches, pero basta darse una vuelta por la avenida Siglo XXI para ver la necesidad imperante de que alguna autoridad hubiese entrado a resolver el problema y ciego que hoy representa al encontrarse en pésimo estado.
Lo que es definitivo es que se requiere además de una importante inversión, un proyecto integral que planifique el tránsito de vehículos, sobre todo los de carga pesada, que todavía vemos circulando en algunas calles en donde se tiene restringido su tránsito.
Aguascalientes no ha podido concretar un proyecto de ciudad bien planificada. Hay que recordar que existen zonas que se convirtieron en fraccionamientos que incluso no cuentan con los permisos para su edificación por parte de las instancias competentes.
Estos, sin duda, representan un riesgo para las familias al haberse edificado en lugares inundables, o en los que no se tomó en cuenta las afectaciones que en el mediano y largo plazo podrán traer las fallas geológicas en las propias viviendas.
El reto para las nuevas administraciones será entrarle al tema que hoy nos afecta a todos. Pensando además que cada año crece de manera considerable el número de vehículos que transitan por nuestra ciudad, se hace necesario trabajar en este proyecto de mejora de vialidades que tendrá que ir de la mano con el de un buen servicio de transporte urbano.
Hacen falta tres vialidades de sur a norte y viceversa, y tres de Oriente a poniente y viceversa.
Más tres rutas de anillos en ambos sentidos utilizado una especie de metrobus, cómo en Guadalajara, México, León, Chihuahua, etc.