Frank Zappa y sus madres / El banquete de los pordioseros - LJA Aguascalientes
24/04/2025

Frank Zappa es uno de esos casos extraordinarios, quizás los únicos que recuerdo en este momento, claro, además de Zappa, son los pianistas Keith Jarret en el jazz y Keith Emerson en el rock progresivo, y ambos con muy afortunadas incursiones en la gran música de concierto, en donde podemos encontrar una serie de habilidades reunidas en una sola persona, no es frecuente, de verdad que no lo es, pero Zappa se supo mover con la misma solvencia en el difícil mundo de la composición, de la interpretación y de la improvisación, esto sin contar sus facultades como director orquestal, disciplina en la que no era de manera alguna un virtuoso, pero sí sabía hacerlo al menos con lo mínimo necesario.

Por otro lado, su trabajo en la composición oscila con asombrosa libertad del rock más radical a la composición de música académica o música culta, su solvencia musical le permitía eso y al mismo tiempo trabajar con algunos de los más grandes exponentes de ambos lenguajes musicales. Por ejemplo, en el mundo de la música académica, él trabajó frecuentemente con el director Pierre Boulez, una de las mejores batutas en el  lenguaje de la música contemporánea, y que con el prestigioso ensamble Intercontemporáneo dio vida a algunas de sus obras como Perfect Stranger o Yellow Shark. Sus composiciones dentro de este ámbito musical estaban ubicadas en el contexto de la música contemporánea, obras de lenguaje atonal difíciles de escuchar e igualmente difíciles de interpretar, pero en todos los casos, encontramos un profundo conocimiento de la música e incluso ese toque de genialidad, inevitable en todos los trabajos de Frank Zappa.

Sabemos que Zappa, quizás como Bob Dylan o Leonard Cohen pierden su sentido, o al menos no podríamos disfrutar al máximo su propuesta musical si desconocemos el inglés, porque sus composiciones están rebosantes, pletóricas de un exquisito contenido que tiene mucho que ver con la poesía o con las punzantes críticas a la sociedad, de hecho, me atrevo a decir es el mayor crítico de la sociedad en la que nació, creció, vivió, se desarrolló y murió, sin embargo, aun sin saber inglés, es posible, si no entender, sí al menos intuir, casi adivinar los contenidos. Sus críticas las hacía desde la trinchera del rock, de un exquisito rock de una finura incuestionable, de una calidad que no está en tela de juicio, y eran críticas dolorosas y muy honestas, puntuales y por lo mismo devastadoras. Criticaba a los políticos de su país, Estados Unidos, a la insaciable sociedad de consumo, a la publicidad barata y poco inteligente, a las personas con doble moral y a cuanta institución tuviera en frente. Es evidente que era un gran guitarrista, consumado, de hecho, si hubiera dedicado toda su atención y esfuerzo a la ejecución virtuosa del instrumento, estaríamos hablando de uno de los más grandes guitarristas en la historia del rock, pero no, Frank Zappa prefería divertirse con sus aguijoneantes críticas y se valía de algunos de los mejores músicos que ha habido en la historia del rock y del jazz para conseguir lo que pretendía en términos de una sólida propuesta musical.

Frank Zappa nos presenta sus puntuales críticas en argumentos muy diplomáticos, aunque siempre provistos de un inevitable toque de sarcasmo y eso es parte de su estilo, un estilo que muy probablemente no fue muy bien entendido por el público europeo, que tuve que digerir más lentamente su propuesta, antes de poder degustar absolutamente de este fino genio de la música contemporánea. Su primer contacto con Europa, específicamente Alemania e Inglaterra, fue la publicación de una fotografía en la que se muestra a Frank Zappa sentado en un retrete, típico de él, sin embargo, algunos publicistas y mercadólogos, con el olfato bien desarrollado para detectar en dónde podría haber un impacto publicitario que generara jugosas ganancias económicas, hicieron de esta imagen un enorme póster que efectivamente, fue un éxito comercial, seguramente esto provocó en los alemanes e ingleses una imagen diferente de Frank Zappa, cuando este músico estadounidense llegó finalmente a Europa,  aquellos que tenían el póster colgado de una pared en su casa y que esperaban encontrarse con un tipo desgarbado, desaliñado y quizás incoherente, debieron haberse sorprendido mucho al ver en los escenarios europeos a un músico académicamente bien preparado, inteligente y con unas letras que en conjunto con la música que proponía merecía el calificativo de geniales.

Frank Zappa, junto con King Crimson en el rock progresivo y John Mayall en el blues, conforma la terna de las mejores escuelas en el rock, entre los músicos que tocaron con él están, entre otros: Adrian Belew, por cierto, también con King Crimson, Terry Bozzio, Jack Bruce, Eric Clapton, que colaboró con él en el disco We´re only on it for the money, Vinnie Colaiuta, Aynsley Dunbar, Eddie Jobson, Stevie Vai, Jean Luc Ponty, verdaderos monstruos del jazz y el blues como Arche Shepp y Albert King colaboraron con él, incluso el mismo John Lennon tiene algunas colaboraciones con Zappa. Con todo, siempre tuvo grandes detractores quienes lo calificaban de reaccionario, de hecho, a su célebre y legendaria agrupación, The Mothers on Invention, se le conocía como The Mothers of Reaction, lo que definitivamente no dejaba de divertir al genial músico estadounidense.

Frank Zappa murió el 4 de diciembre de 1993 víctima de un cáncer de próstata, con su muerte el mundo de la música perdió una de las inteligencias más finas, uno de los mejores guitarristas y a un compositor sublime, descanse en paz Frank Vincent Zappa.

rodolfo_popoca@hotmail.com


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