Estimado lector, el día de hoy hablaremos del comienzo. Todos los comienzos son interesantes, y, sobre todo, sorpresivos, y así ha sido el comienzo que hemos visto con Martín Orozco Sandoval.
Después de seis años, en donde perdió una elección reñida, gana otra elección reñida, parece ser que las elecciones en Aguascalientes serán ya de esa índole, en donde los candidatos tendrán que trabajar fuerte para lograr el triunfo. Un triunfo que para muchos estuvo manchado por la intervención “descarada” de la Iglesia católica, más que a favor de Martín Orozco, en contra de la candidata de la coalición Lorena Martínez. Si hubiera sido el resultado de la elección contrario a Martín, también se podría aducir la intervención de los medios de comunicación en su contra, sobre todo de Radio Universal y su locutor estrella, José Luis Morales que no bajaba de “ratero” al mismo Martín Orozco, y decía que la inseguridad regresaría al estado por el triunfo del mismo. Entonces, esa forma de campaña política de “basura” creada por los grandes propagandistas de la era Nazi regresaron para quedarse (Joseph Goebbels fue el artífice de este tipo de propaganda).
¿Qué ha traído el comienzo de sexenio de Martín Orozco?
Lo primero que sorprende de este sexenio es el tiempo que se tomó para nombrar a su gabinete. Su gabinete ampliado, de hecho, lo nombró una vez tomado el poder y no sólo eso, hay algunas carteras del gabinete que no se han hecho los nombramientos para esperar las mejores personas. Eso nos habla de la cautela profunda que tiene. Es más, ha querido demostrar desde un comienzo, que está libre de ataduras y de compromisos. Aunque parece que no será así. En su gabinete, se ve la mano de su partido, pero no en carteras y secretarías tan importantes. El nombramiento de empresarios, consultores, gente ajena a la política partidista nos hace pensar que en verdad están los mejores para el momento y el puesto, no los compadres. Nos faltan los nombres de Jaime González, de Gabriel Ochoa, y otros más, que, siendo parte del equipo de Martín en la presidencia municipal, no han sido invitados en estos momentos a participar directamente en el gobierno estatal. Se les ha pedido asesoría, ayuda externa, pero para nada pensando en que se quedaran. Los nombres sorpresivos de Alberto Aldape en Sedec, dejando su despacho de consultoría para tomar las riendas de una de las más importantes secretarías que más serán vistas con detenimiento, ya que, si bien es cierto que Nissan nos trajo más empleos, sigue pendiente la asignatura de dejar la manufactura (ser un estado maquilador) para empezar a ser un estado de mentefactura. Otra sorpresa fue la designación de René Anguiano en el ISEA, cuando se pensaba en un médico menos empresarial. Con estos nombramientos, junto con el de Paquín González en el patronato de la feria, nos está dando a conocer el enfoque “empresarial” que su gobierno tendrá. Esperamos que este enfoque no le impida cuando vea que alguno de sus secretarios no da la altura requerida para el puesto, lo cambie lo más pronto posible. Estamos hartos de ver cómo les tiembla la mano a los gobernantes para cambiar a sus secretarios que son inútiles en el puesto.
Lo que sí ha sido una sorpresa es la forma tan sutil que ha tomado las advertencias y voces que piden el linchamiento político de la anterior administración. Muchos hablan de desfalcos, desvíos de recursos, pero pocos han demostrado el dicho. Aquí Martín en lugar de empezar una cacería de brujas sin ton ni son como lo hizo Lozano, ha tratado de ir con pies de plomo. Su gran prueba de fuego, donde si hay demostración de lo ocurrido, es en la adjudicación de placas a finales del sexenio pasado a personas que no tienen que ver con el gremio, y más que un premio al esfuerzo de los choferes, parece una compensación para políticos, amigos y compadres. A pesar de Uber, Cabify y otras plataformas alternativas, la venta clandestina y en mercado negro de las placas de taxi siguen ocurriendo de manera importante. Se dice que un par de placas está en este mercado tasadas en alrededor de 650 mil pesos. Mucho dinero para premiar a personas que no han estado detrás de un volante. De la respuesta que dé a esta situación, es cómo será el resto del sexenio. Uno de sus compromisos fue ponerle un alto a la corrupción, al tráfico de influencias. Su prueba inicial ya la tiene, esperemos que siga con pie derecho esta administración.
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