Ankara, Turquía. 19 de diciembre de 2016. El embajador ruso, Andréi Kárlov, comienza a hablar ante el público reunido en la Galería de Arte Contemporáneo. Súbitamente, uno de sus escoltas, Mevlut Mert Altintas, desenfunda su arma y dispara a quemarropa: el cuerpo del diplomático cae como un pesado fardo sobre el piso. El homicida aúlla, como lobo rabioso: Allahu Akbar (“Dios es grande”, en árabe) y “¡No olviden a Siria, no olviden a Alepo!”.
Horas más tarde, en el Kremlin, el presidente Vladimir Putin apenas contiene su indignación. Sus cerúleos ojos, destellando enojo y furia, se enfocan sobre sus más cercanos colaboradores. El líder ruso afirma: “Los bárbaros lo sentirán en carne propia”.
Las escenas arriba descritas sirven como prólogo al presente artículo, el cual pretende explicar quiénes pudieran estar detrás de los atentados terroristas ocurridos en Ankara, Turquía y Berlín, Alemania.
En tiempos recientes, las relaciones entre la Federación Rusa y Turquía han sido un carrusel de emociones: el 24 de noviembre de 2015 un avión turco F-16 derribó a un cazabombardero ruso Su-24. El incidente, descrito por Vladimir Putin como “una puñalada por la espalda”, llevó a los dos países al borde de la guerra, pues ambos estados apoyaban a bandos distintos en la guerra civil librada en Siria.
El deshielo entre el lobo gris turco y el oso ruso comenzó en el verano del año en curso: el Brexit eliminó las esperanzas turcas de ingresar a la Unión Europea. Luego, Putin conversó telefónicamente con el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan. Sin embargo, un hecho selló la creciente reconciliación entre Ankara y Moscú: el viernes 15 de julio de 2016 elementos de las Fuerzas Armadas turcas intentaron dar un golpe de Estado contra Erdogan, el cual fracasó debido a la lealtad de los elementos del instituto armado, la policía y el respaldo de un gran porcentaje del pueblo turco.
Fethullah Güllen, un clérigo exiliado en los Estados Unidos y antiguo aliado de Erdogan, fue acusado de urdir el cuartelazo con el apoyo de la temible CIA, la Agencia Central de Inteligencia. El mutismo de Washington y sus palafreneros en Europa y Medio Oriente contrastó con el apoyo público proporcionado por Moscú y Teherán, antagonistas de los norteamericanos.
Putin, el otrora acérrimo rival de Erdogan, intervino en su salvación: el presidente de Turquía fue rescatado literalmente por “los servicios de inteligencia rusos, quienes le advirtieron del complot contra él”1.
Si bien Rusia y Turquía mantuvieron sus enfoques divergentes respecto a Siria, una luna de miel se gestó entre sus líderes: Erdogan viajó el 9 de agosto a San Petersburgo para entrevistarse con Putin. En la ciudad báltica, Erdogan y Putin acordaron “la protección de la integridad territorial de Siria” y la necesidad de “mantener alejado a los Estados Unidos del proceso de acuerdo”. A continuación siguieron un encuentro en China y la visita de Vladimir Putin a Estambul, la antigua Zargrado de los rusos primitivos.
Una vez explicado los hechos más recientes de la relación bilateral ruso-turca, es pertinente recordar que el gran abogado y tribuno romano, Marco Tulio Cicerón, tenía por costumbre preguntar una y otra vez, Cui bono ¿Quién se beneficia? Para esclarecer la autoría de un hecho delictivo.
La víctima: Andrei Karlov era graduado del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO), con experiencia como ministro plenipotenciario y extraordinario en ambos lados de la península coreana. Además, había sido nombrado embajador en Ankara en julio de 2013. Durante ese tiempo, Karlov había creado el Foro de la Comunidad Ruso-Turca. Finalmente, Karlov afirmaba de que, gracias a sus buenos oficios, “en los últimos tres meses, nuestros presidentes Putin y Erdogan se han encontrado tres veces y han tenido once conversaciones telefónicas”.
El autor material: Mevlut Mert Altintas había sido suspendido de la Policía Nacional por sus simpatías por Fethullah Güllen pero había regresado al servicio en noviembre. Aquí cabría mencionar que la Policía Nacional había sido profundamente infiltrada por los partidarios de Güllen.
Los probables autores intelectuales: hay dos posibilidades: el Estado Islámico, el cual pretendería desquitarse tanto de los turcos como de los rusos por su papel en Siria; y los servicios secretos de Arabia Saudita o Qatar serían el instrumento de sus amos políticos pues la victoria lograda en Alepo por Bachar al-Assad, con el apoyo de Irán y Rusia, desbarata sus planes. Además, varios oficiales de inteligencia qataríes y saudíes fueron “arrestados por las Fuerzas Especiales sirias en un búnker en Alepo Oriental”2.
El objetivo deseado: fracturar la creciente alianza entre Irán-Rusia y Turquía, la cual está redefiniendo el orden en Medio Oriente, en detrimento de la Unión Americana, Arabia Saudita e Israel. Erdogan, para molestia de los norteamericanos, “ha concluido que Ankara debe estar a bordo de la estrategia de largo plazo de Rusia-China-Irán para pacificar y reconstruir Siria” 3. Finalmente, las conversaciones sostenidas por la troika rusa- iraní-turca en Moscú, sin la participación estadounidense, son una muestra tangible de lo anterior.
Mientras tanto, cerca del Jardín Zoológico de Berlín, un orate, inspirado por el Estado Islámico, utilizó, tras colocar el cadáver de una persona con pasaporte polaco, un camión pesado para arrollar a una multitud que se concentraba en un mercado navideño. El resultado: 12 muertos y 48 heridos, 18 de ellos de gravedad. Igualmente, la policía berlinesa creía haber atrapado al culpable, pero todo ha resultado en una confusión.
Lo que no es una confusión es que el atroz atentado dará munición a aquellos que se oponen a la inmigración: en Alemania, la agrupación de extrema derecha, AfD, la cual utilizará el incidente como ariete contra la canciller Angela Merkel; en la Unión Americana, Donald Trump, a través de su famosos tuits, se lanzó contra la inmigración ilegal. Sus acólitos justificaron la construcción de un muro en la frontera con nuestro país.
¿Quién (es) son los autores intelectuales de las barbaries perpetradas en Ankara y Berlín? Estos desafortunados eventos entristecen la Navidad y son sombríos heraldos del Año Nuevo 2017.
Aide-Mémoire.- El escribano desea una Feliz Navidad a los lectores de La Jornada Aguascalientes.
- – A few initial short thoughts on the murder of the Russian Ambassador to Ankara, https://goo.gl/VJ3Wx3
- – BREAKING: At Least 14 US Coalition Military Officers Captured by Syrian Special Forces in East Aleppo Bunker, https://goo.gl/PpZ9h9
- – Who profits from Turkey’s ‘Sarajevo moment’?, https://goo.gl/878Slq