En la curva de la calle Zaragoza frente al templo de San Antonio nuevamente se presentan daños por accidentes viales en los pilares de contención que rodean el atrio del recinto religioso, en esta ocasión puede observarse tres de estas estructuras de concreto, de manera consecutiva, con las marcas de la falta de precaución al conducir. Desafortunadamente, la respuesta de las autoridades en la última recta de la administración, más allá de encontrar alternativas para prevenir casos futuros, ha sido dejar de intentar; el pilar que fue derrumbado hace tres meses y cuyo caso se expuso en este medio, así como el de otros tantos de la zona, ya no han sido reemplazados.