- El jurado otorgó por unanimidad este reconocimiento a la novela Yoro, primera obra de la autora española, por su originalidad y enorme poder discursivo
El 6 de agosto de 1945, a las 8:15 de la mañana, cayó Little Boy sobre Hiroshima. La primera bomba atómica que para muchos significó destrucción total, para H fue la nube luminosa que le consintió abrazar su verdadero ser. “Si se me permite que me atreva imaginar una víctima beneficiada por la bomba, esa víctima soy yo. Perdí miembros, trocitos de carne, familiares, y nadie más me resarcirá jamás de esas pérdidas, pero gané otras cosas acaso más importantes”. La historia de H se cuenta en Yoro, novela de Marina Perezagua que resultó, por unanimidad, ganadora del XXIV Premio Sor Juana Inés de la Cruz. “No tengo articulada ninguna poética, pero en mi escritura intento hacer algo ‘bonito’ a partir de lo más terrible: como una víctima de Hiroshima que puede sentirse agradecida por algo. Este premio lo recibo muy contenta por muchas razones. Siempre he tenido la obra de Sor Juana, su escritura, muy presente; una de las obras que comenté en mi examen de doctorado fue la Carta Atenagórica. Y agradezco el hecho de que este premio sea otorgado en México, un país muy importante en mi carrera, donde siempre he sido bien recibida”, expresa Perezagua a propósito de este premio que recibirá en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
“La novela Yoro de Marina Perezagua, originalísima y de enorme poder discursivo abarca historia, ciencia, ficción y denuncia desde la perspectiva del cuerpo. Se desliza entre la crueldad y la belleza de la calidad humana. Parte de los efectos de la bomba atómica arrojada en 1945 en Hiroshima y llega hasta nuestros días. Se centra en el concepto de maternidad y las fronteras borradas entre masculino y femenino que marcan el destino de su protagonista”, se lee en el acta del jurado calificador de este premio, integrado por los mexicanos Ignacio Padilla (fallecido el pasado 20 de agosto), Anamari Gomís y Angelina Muñiz-Huberman, quienes destacaron el estilo narrativo de Perezagua y lo poco convencional de la temática de Yoro, novela “desnuda, desgarradora, poderosa que logra mantener la tensión con imágenes perturbadoras obligando al lector a no despegarse de sus páginas”. Para esta edición del premio se recibieron 80 obras de 19 países. Concebido y bautizado por la escritora nicaragüense Milagros Palma, este premio es un reconocimiento al trabajo literario de las mujeres en el mundo hispano, que premia a la autora de una novela publicada en español con diez mil dólares en efectivo.
“Esto es, usted leerá la respuesta lógica de una naturaleza sensible, mi historia. Una historia escrita por mí, pero movida por la fatalidad que otros tejieron desde arriba”, confiesa H, la narradora y protagonista de Yoro, una japonesa que ha cometido un crimen que se va desvelando de a poco en las páginas de esta novela. “Me gusta pensar a Yoro como una novela de redención. El personaje principal consigue lograr la voz que le habían quitado; me quedo con la idea de hacer lo necesario por conseguir el lugar en la vida que te han intentado arrebatar. El cuerpo es lo último, te pueden quitar todo, pero sigues teniendo un cuerpo con el que te levantas y puedes poner un pie delante de otro. Las experiencias corporales son muy importantes como un modo de resistencia: esta es mi presencia, aquí estoy yo”, reflexiona la ganadora.
Marina Perezagua es autora de las colecciones de relatos Criaturas abisales (Los Libros del Lince, 2011) y Leche (Los Libros del Lince, 2013). Tras los dos primeros libros de relatos, ha publicado dos novelas: Yoro (Los Libros del Lince, 2015) y Don Quijote de Manhattan (Los libros del Lince, 2016). Ha publicado también en diversas antologías y revistas literarias como Renacimiento, Sibila, Carátula, Ñ, Quimera, Granta, Cuadernos Hispanoamericanos, entre otras. Sus libros Leche y Yoro están siendo traducidos en estos momentos al japonés, alemán, italiano, húngaro, portugués, polaco e inglés.
Con información de la Secretaría de Cultura