- La mala noticia para México y el resto del mundo es que los demagogos tienden a cumplir sus promesas
- Aunque pareciera exagerado se podría avecinar un apocalipsis, alertó Enrique Krauze
El gobierno de nuestro país tiene que exigir al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, una disculpa por haber llamado a los mexicanos violadores y criminales, admitir que se equivocó y que lastimó a nuestro pueblo es algo que no le cuesta nada, y la disculpa pública debería ser la única cosa no negociable con los Estados Unidos. Este hombre debe aceptar que sus palabras fueron un exceso de campaña, exclamó el historiador Enrique Krauze, durante la mesa de diálogo Consolidar la democracia para combatir la demagogia y el populismo.
“La dignidad no tiene precio, la relación histórica de México con Estados Unidos, sin necesidad de abrir las terribles heridas históricas que nos ha propiciado este país, es que hemos sido un vecino extraordinario (…) Los Estados Unidos deberían levantarse cada mañana y agradecer tener un vecino como México, millones de personas cruzan diariamente esa frontera, cientos de miles de autos atraviesan ese límite en 47 puntos distintos, ni un solo atentado en Estados Unidos ha provenido de esa frontera, hemos sido unos vecinos ejemplares y si no nos van a reconocer como eso, por lo menos que nos reconozcan en nuestra dignidad”, dijo Krauze.
El escritor mexicano explicó que la democracia entra en crisis en el mundo, por la fascinación que tienen los pueblos por un líder carismático. Aunque en la historia los griegos y romanos trataron de eliminar esta situación, no pudieron hacerlo y periódicamente vuelve a surgir esta seducción por la figura providencial. Como diría Donald Trump: “Yo y solamente yo, podré resolver los problemas”. Está en los demagogos griegos, en Julio César en el siglo XIX, en Napoleón III, pero particularmente se marca más en el siglo XX con Mussolini, Hitler y con todas las figuras que conocemos en América Latina, como Hugo Chávez y Juan Domingo Perón.
“La trayectoria de un demagogo al poder es siempre parecida, primero monopoliza el micrófono, a través de la televisión se vuelve una celebridad. Pasó con Hugo Chávez y pasó con Trump. Empezaron a ser una celebridad en la televisión para luego ser celebridades en la política. Segundo, monopolizan la verdad, en la que la única válida es la suya; en tercer lugar dividen a la sociedad entre el propio pueblo y el no pueblo, el pueblo es el que está con él y el no pueblo es el que está contra él; cuarto lugar, movilizan al pueblo contra el no pueblo, al establecer la división política mediante los propios odios políticos. Enseguida recurren a la teoría de la conspiración, si no nos va bien es por el no pueblo, siempre hay un enemigo externo contra este tipo de individuos. El último paso es destruir a las instituciones y a las libertades, este es el patrón que siguen los demagogos en el poder ya sean de izquierda o de derecha”, detalló el especialista.
La mala noticia para México y para el resto del mundo, es que los demagogos tienden a cumplir sus promesas. “Si se tomaran en serio las principales 10 promesas de Donald Trump, la relación prometedora con Putin, la confrontación posible con China, el muro que dividirá a México, el haber hablado sobre Irán, se podría pensar en el apocalipsis. Creo que el daño que ha hecho a lo que es el diseño civilizatorio de occidente desde 1945 hasta ahora es muy grande, además ha hecho daño a los valores liberales y democráticos. Si la historia enseña algo, es que Trump es un lobo que ayer en su discurso tuvo piel de oveja y en ese sentido es preocupante para la situación internacional y para la mexicana”.
En el caso de México, Enrique Krauze agradeció que nuestro país no haya experimentado el ser gobernado por gobiernos populistas, no obstante, manifestó que “Echeverría y López Portillo tuvieron estilos populistas, el sistema político mexicano que Vargas Llosa llamó la dictadura perfecta era institucional, el presidente era el todopoderoso, pero el poder radicaba en su institución, no en su carisma personal y cada seis años tenía que salir. En México nunca hemos tenido un gobierno populista, pero no cabe la menor duda que existe un candidato populista”.
Como acciones a tomar en cuenta para el porvenir mexicano, el miembro activo de la Academia Mexicana de la Historia, recomendó que se abra el debate en los medios de comunicación, con la finalidad de transmitir a las personas un entendimiento profundo.
El expresidente del gobierno español Felipe González lamentó que en la actualidad la política se haya convertido en psicopolítica, más que una política racional, ya que se ha aprendido a jugar con las emociones de la gente: “La primera pregunta que nos tenemos que hacer los responsables políticos, es en qué estamos fallando como respuesta a los ciudadanos para que hagan carrera xenófobos populistas como el que acaba de ganar en Estados Unidos, además de que hemos visto que siguen ganando en otras partes del mundo”, expuso quien fuera presidente de España de 1982 a 1996.
La mesa de diálogo, Consolidar la democracia para combatir la demagogia y el populismo, estuvo moderada por el presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Gustavo de Hoyos Walther y formó parte del Encuentro Empresarial Morelos 2016 que se lleva a cabo en Cuernavaca.
Con información del Foro Consultivo y Tecnológico