La semana pasada ocurrieron dos hechos que nos reafirman que las cosas no van bien en cuanto a la seguridad y la administración de justicia. El primero fue un asalto a un autobús en la autopista México-Toluca, en el cual fallecieron a tiros cuatro personas, tres hombres y una mujer. Después de las investigaciones, que no deben haber sido muchas, se llegó a la conclusión que eran asaltantes, y que un pasajero que se encontraba armado les hizo frente y los ultimó, para posteriormente regresarle a los pasajeros que fueron asaltados sus pertenencias. Al revisar los antecedentes de los asaltantes asesinados, se conoció que son causantes de otros ¡treinta asaltos similares! Las autoridades no dijeron qué medidas se habrían tomado para detenerlos y darle seguridad a los pasajeros. O sea que lo que sucedió es a causa de una ausencia de autoridad para proteger a la ciudadanía, y se tuvo que hacer justicia por propia mano, al grado que al pasajero que ultimó a los ladrones se le ha llamado “El Vengador”.
Otro caso se dio aquí en Aguascalientes, cuando un ladrón se metió a una vivienda a robar. En la vivienda se encontraban tres mujeres y un hombre discapacitado. El ratero al ser descubierto atacó a una de las mujeres y la golpeó; al momento las otras dos le ayudaron a quitarse al ladrón de encima, y actuando en su defensa agredieron con lo que tuvieron a mano al ladrón, el cual falleció debido a que para controlarlo le habían enredado una corbata en el cuello, pero era tanta la presión que terminaron por asfixiarlo, ultimando de esa manera al delincuente. Al investigar los antecedentes del ladrón, se encontró con que el tipo acababa de salir de la cárcel en donde estuvo un tiempo preso por otros delitos que cometió, y que tenía decenas de entradas y salidas de la cárcel. O sea que se trataba de un ladrón contumaz, el cual gracias al nuevo sistema de administración de justicia, se puede entrar y salir sin ningún problema de la cárcel, dejando en indefensión a la ciudadanía. Estos ejemplos nos indican una vez más la ausencia de la autoridad, que si se tuviera una buena estrategia en contra de estos delincuentes, una buena prevención del delito, no se hubieran presentado estos casos. En este último caso no existió ninguna arma de fuego, las mujeres se defendieron con lo que tuvieron a la mano.
Lo anterior nos lleva a considerar la propuesta de José Luis Preciado de que se permita tener armas en las casas y en los negocios, lo cual causó mucha polémica en la mayoría de los medios de comunicación; lo que no esperaban es que una cantidad considerable de ciudadanos del país están reuniendo firmas para pedir, a través de una iniciativa ciudadana, el que se discuta esta propuesta y que se revise si es posible. Por supuesto que se tiene un gran riesgo de que al tener las armas a la mano los niños y jóvenes en las casas les dé por jugar con ellas y se causen desgracias, o que al menor roce entre las personas salgan a relucir las armas, y que se convierta el país en una selva incontrolable. Pero si se reglamenta de manera adecuada, y no se permite la portación libre en las calles, quizá en las casa y el negocio se podrían evitar muchos atracos.
Finalmente debemos de reconocer que miles de ciudadanos andan armados, solo basta ver cuántas personas son detenidas y consignadas anualmente ante la autoridad por esta causa, y veremos que es un problema que ya existe, si no hubiera los vacíos de seguridad, tampoco habrían aparecido las autodefensas y policías comunitarias en el sureste del país. Así que: De que se está buscando estar en defensa propia… se está buscando.