- Toda propuesta que se haga en miras a perfeccionar el proceso de elección debe ser bienvenida: Ignacio Ruelas
- También deberá pensarse en mecanismos para combatir la apatía y el abstencionismo
El vocal ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE), Ignacio Ruelas Olvera, vio factible la segunda vuelta electoral -balotaje-, que consiste en realizar una segunda ronda de votación cuando un cargo de elección popular no alcanza cierto porcentaje de los sufragios emitidos: “toda propuesta que se haga en miras a perfeccionar el proceso de elección debe ser bienvenida”.
Para el funcionario federal, la segunda vuelta electoral no es contradictoria al régimen de comicios que se lleva en México, sin embargo, reconoció que hace falta modificar la cultura comicial para que la sociedad acepte dos rondas, por medio de un “discurso de comunicación política que no desgaste y violente al cuerpo electoral entre la primera y la segunda votación”.
El senador aguascalentense, Fernando Herrera Ávila, presentó una iniciativa para reformar la Constitución Federal, a efecto de que en las elecciones presidenciales se incluya la segunda vuelta electoral. De aprobarse la modificación al artículo 81, será requisito obtener por lo menos el 42 por ciento de la votación total para ser electo presidente de la República, de lo contrario se celebrará una segunda jornada dentro de las siguientes cuatro semanas, en la que sólo participarán los dos candidatos que hayan obtenido la mayor cantidad de sufragios válidamente emitidos.
Ruelas Olvera dijo que esto puede ser atendible, pero debe quedar asentado en la Carta Magna no solamente la segunda vuelta sino cómo hacerla: “me parece que es una idea no vanguardista pero sí adecuada a perfeccionar el régimen comicial en nuestro país (…), los rarámuris, por ejemplo, para elegir gobernador votan por cuatro candidatos en una asamblea pública y se instruyen dos contadores de votos; el candidato con menos votos queda fuera de la contienda y la asamblea vota nuevamente por los tres, y así sucesivamente hasta que la sociedad completa representada en la asamblea vota por una de las dos opciones finalistas, cuando se tiene un ganador no se entrega el bastón hasta que discute con su oponente y lima las asperezas para garantizar que los que votaron por el perdedor también sean ganadores”.
Reiteró que para que esto funcione, es necesario fomentar la cultura de participación que acabe con la apatía y el abstencionismo, como ocurrió en la elección extraordinaria en el Distrito I. Recordó que la elección de 2015, con un 37.3 por ciento de participación, tiene el porcentaje más bajo de votación en la historia de Aguascalientes y en contraste, el más alto se registró en 1994, con el 83.2 por ciento de la lista nominal: “Vivimos en un régimen de mayoría relativa. También está pendiente si se deja ese modelo de dominante mayoritario por una de representación proporcional pura”.
Hace unos días, el presidente Enrique Peña Nieto declaró que la segunda vuelta electoral es inoportuna, dada la cercanía del proceso de 2018 que está a dos años de distancia: “Éste no es el momento más oportuno para hacer un ajuste a las reglas que habrán de seguirse en la elección del 2018”.