- El titular del IEA señaló que si bien los maestros deben detectar situaciones de riesgo, los mayores responsables son los padres
- La escuela se hace cargo de los menores durante cinco horas al día, las restantes 19 están bajo el resguardo y custodia de sus padres
- El paso de la secundaria al bachillerato es donde los jóvenes son más susceptibles al suicidio
Si bien las escuelas trabajan para la prevención de suicidios en adolescentes, el titular del Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA), Francisco Chávez Rangel expresó que la mayor responsabilidad en ese sentido debe ser de los padres de familia.
La semana pasada se presentó un suicido en el que una joven se arrojó desde un edificio de un plantel educativo en la ciudad de Aguascalientes, al respecto, Chávez Rangel lamentó el hecho pues aseguró que dejó huella dentro de la comunidad estudiantil pues sembró dentro de los alumnos una inquietud de poder entender este tipo de situaciones.
Para ello, indicó el funcionario, el IEA cuenta con un área para poder atender no sólo este tipo de conductas, sino cualquier situación de crisis que se presente en las escuelas llamada Convivencia Sin Violencia.
Esta área, aclaró, forma parte de un grupo interinstitucional en el que Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes, el sistema DIF estatal, la Secretaría de Bienestar y Desarrollo Social, la Procuraduría General de Justicia y la Secretaría de Seguridad Pública, “en el marco de la normatividad estatal estamos trabajando para prevenir este tipo de situaciones”.
Según el funcionario, hace pocos días a raíz de la problemática, se presentó un programa en conjunto con la Procuraduría General de Justicia, en el que se capacitará a los docentes para que identifiquen una situación de riesgo y tengan la posibilidad de actuar oportunamente; este mismo ejercicio se hace en los Consejos Escolares de Participación Social y las Asociaciones de Padres de Familia para que ellos también tengan una capacitación.
Al hablar específicamente respecto al hecho de la joven que se arrojó de un edificio, manifestó que se trata de un suceso lamentable que no sólo corresponde al tema educativo sino que es multifactorial, “nosotros tenemos el compromiso de trabajar de manera preventiva para que nuestros alumnos tengan la posibilidad de ser atendidos al momento de que se identifica una situación de riesgo”.
El trabajo de prevención, aclaró, debe ser de parte de todos puesto que si bien es cierto que la escuela se hace cargo de los menores durante cinco horas al día, las restantes 19 están bajo el resguardo y custodia de sus padres.
Con las capacitaciones los maestros y padres que participen serán capaces de detectar situaciones de riesgo, “cuando es evidente que el alumno pasa por un momento complicado, es precisamente cuando el maestro interviene”.
Chávez Rangel indicó que los casos que más se encuentran son reflejos de conflictos familiares, “el estado de ánimo es el primer reflejo y posteriormente el resultado en cuando su aprovechamiento escolar, sus calificaciones disminuyen de manera catastrófica, inmediatamente se ve cuando el alumno está atravesando por una situación de crisis”.
Aunque no quiso detallar cuántos alumnos han sido canalizados a esta área, dijo que es importante generar una conciencia común entre los padres de familia de la obligación que tienen de atender y evitar este tipo de situaciones en los jóvenes.
El grado escolar donde más se han detectado estas situaciones de crisis ronda entre tercero de secundaria y primer año de bachillerato, pues es un momento en el que los alumnos están entrando a la adolescencia y reciben una gran cantidad de información que no siempre es benéfica sino que les plantea salidas fáciles a sus problemas.
Respecto a los niños jóvenes en edad preescolar, explicó que un ser humano desarrolla la conciencia del ser entre los 7 y los 8 años por lo cual es muy complicado que un niño de esta edad quiera quitarse la vida al menos en la teoría pedagógica.
Por otro lado, en la primaria, una vez que los niños toman conciencia del ser, deben ser educados y guiados por sus padres quienes deben estar atentos a las conductas de sus hijos, y, aunque se han detectado niños que están en situaciones muy severas en este nivel escolar o niños con depresión, afortunadamente no se conocen casos de menores con interés en el suicidio.