Chairos / Memoria de espejos rotos - LJA Aguascalientes
15/11/2024

 

Pleased to meet you,

hope you guessed my name.

But what’s confusing you

is just the nature of my game.

Sympathy for the Devil – Rolling Stones

Esta edición de Memoria de espejos rotos pretende extender la discusión que Mario Gensollen abrió en estas páginas el pasado martes, que ya otros compañeros de la pluma (como Álex Zúñiga o José Carlos Sierra) han tratado en este mismo diario, y que tiene que ver con la reflexión sobre la responsabilidad de una izquierda inteligente ante una tendencia renovada hacia los conservadurismos radicales. No sólo Trump o el Brexit; también el ascenso de una ultraderecha rancia en México, del movimiento Pro-familia, facha de anquilosados supremacismos rastreables hasta el sistema de castas, la encomienda y la hacienda mexicanas; la brava hegemonía blanca en los EEUU, o el nuevo asomo del franquismo español, con sus ecos en las ideologías hitlerianas. Todos estos movimientos reaccionarios tienen un factor común que los hermana y que se puede explicar por una causa doble: por un lado, las flaquezas del aparato gubernamental del Estado, que ha descuidado a las clases medias (de naturaleza aspiracional y trabajadora) mediante un mal manejo de la economía capitalista, la corrupción y la desatención a sectores clave; y por otro lado, una izquierda que no ha sabido estar a la altura de su circunstancia, poco autocrítica, monolítica, dogmática, muy dada a la conmiseración de sí misma y proclive a las componendas del poder.

Esto es preocupante, ya que se puede prever un retroceso en las arduas luchas por los derechos y libertades civiles, por la pugna hacia una equitativa posibilidad del desarrollo jurídico, político y económico, y en general, una tendencia a fortalecer las inmorales brechas de clase, etnia, género, o grupo, que se propician con el sistema de reproducción económica del capitalismo. Sobre las cuitas del aparato gubernamental mexicano, ya habrá ocasión para hacer un texto a mayor detalle; sin embargo, en cuanto a la carga de responsabilidad que pesa sobre nuestra izquierda nacional, podemos abundar en que ésta ha fallado en la autocrítica y en el crecimiento a partir de la reflexión de sus propias carencias operativas e ideológicas. Esta izquierda está tan menguada en sus argumentos, que cualquier cosa crítica que se separe de su catecismo -incluso si es para construir- es inmediatamente tachada por la propia izquierda de “pro gobiernista”, de “comprada”, de “derechista”, y pasa a formar parte de los blancos preferidos por esa nata social, poco reflexiva pero muy doctrinaria, a la que peyorativamente se ha denominado con el mote de lo Chairo. Es esta condición “chaira” lo que más daño le ha hecho a nuestra izquierda, y que la ha debilitado desde adentro como ningún otro embate de la ultraderecha lo ha podido hacer. Lo chairo es el huevo de la serpiente en el desarrollo de una izquierda nacional inteligente, abierta y en evolución.

Como ejemplo, comento dos puntos emblemáticos que son, de suyo, cercanos: 1.- El 12 de diciembre de 2011, en medio de una pugna por los grupos que se peleaban la dirección de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero, los normalistas bloquearon una autopista en Chilpancingo -en día de asueto, para presionar al gobernador de la entidad- lo que devino en un enfrentamiento entre manifestantes y policías. Como reacción a la intervención policiaca, los estudiantes de la Normal incendiaron una bomba despachadora en una gasolinera cercana al bloqueo, ante lo cual el ingeniero Gonzalo Miguel Rivas Cámara se aprestó a realizar los protocolos de protección contra fuego, alcanzándole las llamas y provocándole la muerte días después. Todos los medios, editoriales, y columnistas que dieron cobertura a la trágica muerte de Gonzalo Rivas fueron tachados por la nata chaira de vendidos, de infiltrados, de derechistas. Luis González de Alba, recio crítico de la izquierda nacional, duró años (hasta que decidió suicidarse) rematando su columna semanal con la petición de justicia para con Gonzalo Rivas, y en los últimos meses nominándolo como candidato para la presea Belisario Domínguez, la máxima condecoración que el Senado de la República puede otorgar a un civil por su virtud eminente como servidor de la patria o de la humanidad. Finalmente, el 7 de octubre -de manera póstuma- Gonzalo Rivas fue condecorado, en medio de la diatriba de una izquierda pueril que consideró el galardón como un ataque al movimiento normalista.


2.- El tratamiento policial y mediático de la trágica “noche de iguala” del 26 de septiembre de 2014 en la que fallecieron y desaparecieron una media centena de estudiantes de la misma Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero, a manos de criminales y policías asociados al narcotráfico. Sobre este muy lamentable suceso, la izquierda chaira fijó una postura clara en tres fases: 1.- Culpar al Gobierno Federal priista (no así al del ayuntamiento perredista), 2.- Dispensar la culpa de los narcotraficantes (verdaderos autores intelectuales y materiales de la masacre) y 3.- Utilizar a los muertos y desaparecidos como ariete político y como combustible de su particular lucha de grupos. Desde el inicio, la investigación estuvo plagada de sombras, de inexactitudes, de testimonios perdidos, inverosímiles, o francamente contradictorios, y con miles de fojas ministeriales se llegó a la llamada “verdad histórica”, que no satisfizo a esa izquierda chaira. Sin embargo, una cosa hubo cierta: la investigación (tanto de los medios como la propia ministerial) fue muy cuidadosa de no “criminalizar” a los estudiantes, ni a su movimiento ni a sus muertos o desaparecidos. Este detalle es importante porque, gracias a ese cuidado con el que se trató a los normalistas, se dejaron sueltas algunas líneas de investigación tendientes a clarificar la participación de los “pelones” (como se les conoce a los alumnos de nuevo ingreso luego de ser rapados en la “novatada”) no sólo en el movimiento normalista, sino en su papel de peones en la lucha por los territorios del narco en Guerrero. Una de estas líneas de investigación hablaba al inicio de un “quinto autobús” raptado por los normalistas aquella noche de Iguala, dentro del que -sin que los estudiantes lo supieran- uno de los cárteles en pugna traficaba escondidos bultos de enervantes (goma de opio, se sugiere en la investigación), lo que desencadenó la saña criminal. Otra línea va en el sentido de que los dirigentes del movimiento normalista estaban francamente aliados con el grupo rival del alcalde perredista de Iguala José Luis Abarca, quien ordenó la eliminación de ese “caballo de Troya” del cártel opositor, disfrazado de lucha social. Igual que con Gonzalo Rivas, todo medio, editorial o columnista que intentara ahondar en estas líneas de investigación fue tachado por los chairos de vendido, de gobiernista, de miserable derechista, por criminalizar a las blancas palomas de la Normal y sugerir su corresponsabilidad en los trágicos sucesos, así fuera para buscar la verdad en lo sórdido de la noche de Iguala.

¿Qué tienen en común ambos ejemplos? Que ponen en la mira una necesaria autocrítica de la izquierda, de su brújula ideológica, de sus métodos de acción. También tienen en común que cualquier comentario al respecto desata la furia chaira, desviando el tema central de la vitalidad de la izquierda hacia minucias engorrosas, muchas veces ad hominem, con las que el dogma chairo (pro “revolución”, pro Morena, pro EZLN, pro Noroña, pro lo que sea “antisistema”, “anti PRI”, “anti Monsanto”, o “anticapitalismo”, o como se quieran llamar) hace gala de su ignorancia, intolerancia y sectarismo, afectando la necesaria reflexión sobre lo importante y lo urgente, en un contexto en el que mucha falta nos hace repensarnos para no naufragar a la deriva hacia el totalitarismo al que vamos de bruces.

[email protected] | @_alan_santacruz | /alan.santacruz.9


Show Full Content
Previous Sexenio del empleo / La Fórmula del café con leche
Next El riesgo de creer en lo millennial / Piel curtida
Close

NEXT STORY

Close

Unamos Crédito del INFONAVIT financió la vivienda para 2 mil 321 parejas del mismo sexo 

05/07/2024
Close