En pocos meses comenzarán los cambios que ocurren al término e inicio de cada administración gubernamental. Esta semana, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) rechazó la impugnación de la elección del pasado 5 de junio y ahora los aguascalentenses sabemos que no se repetirá la elección y que Martín Orozco será el nuevo gobernador. Sin duda durante meses el tema de la resolución fue de reflectores, e incluso la sanción al alcalde Antonio Martín del Campo opacó en cierta medida la atención hacia los planes y proyectos de los alcaldes electos. Sin embargo, es imperante dar seguimiento a Teresa Jiménez Esquivel cuyas decisiones tendrán un peso relevante dentro de las políticas estatales. Basta decir que el municipio de Aguascalientes tiene casi 900 mil habitantes, seguido de Jesús María con apenas 120 mil, siendo entonces que la capital es ocho veces más poblada que su municipio colindante.
Este domingo concluyó el Festival Cultural de la Ciudad que con motivo del 441 aniversario de la fundación de Aguascalientes organizó el Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura (IMAC). De este festival hay distintas actividades que podemos destacar no sólo por la gran convocatoria que despertaron entre la población de Aguascalientes sino también por el ímpetu hacia nuevos trabajos y colaboraciones artísticas como lo fue el concierto Fragor de José Manuel Aguilera y la Banda Sinfónica Municipal, la cual después de años de estar subestimada en la cotidianidad de sus participaciones, a lo largo de la presente administración municipal se ha apoyado no sólo con equipamiento, sino también se ha impulsado para conquistar nuevos públicos. Escribirlo suena sencillo, pero detrás de esta labor hay un gran equipo de personas comprometidas y conscientes de la responsabilidad que implica ser parte de una institución gubernamental que trabaja a favor de la cultura.
Hoy es posible reconocer y destacar el trabajo que el IMAC ha realizado particularmente en los últimos tres años, donde se distingue no sólo la creación y empuje hacia nuevos proyectos que atiendan las distintas necesidades de la población, sino que además ha logrado posicionar y consolidar un trabajo integral para los artistas y ha sabido llevarlo a las distintas comunidades que lo requieren. Porque si bien el Festival de la Ciudad es una de las más importantes plataformas de difusión cultural que tiene IMAC, también es plausible el trabajo formativo que a través de los distintos talleres fomentan en los jóvenes, las clínicas y charlas con distintos músicos o bien, como ya lo decíamos, el trabajo de producción que conlleva no sólo una propuesta nueva sino además realizada con gran cuidado como fue el caso de Fragor. A ello habría que sumar el trabajo que año con año ha realizado el IMAC a través de sus distintas iniciativas y por medio de las cuales ha fortalecido las artes y la cultura como instrumentos para resarcir el tejido social.
A unos pocos meses que concluya la administración de Juan Antonio Martín del Campo es importante hablar de la continuidad del trabajo que ha realizado el IMAC bajo la titularidad de Alejandro Vázquez Zúñiga. La obra realizada en los distintos ámbitos de la cultura a nivel municipal nos permiten hablar de la importancia de la continuidad de este gran proyecto. Y es que si bien sabemos que parte de las responsabilidades públicas se otorgan en función de los compromisos políticos o apoyos dados en campañas, siendo la cultura un sector poco apoyado en los gobiernos -tan sólo hay que recordar el recorte presupuestal del 30 por ciento propuesto por la Secretaría de Hacienda para el ejercicio presupuestal del 2017-, es necesario puntualizar la pertinencia y la importancia de gestores culturales con experiencia y con amplio conocimiento de la necesidades del territorio al que suscribe. Si bien habrá quienes se consideren aptos para asumir esta responsabilidad en función de una experiencia previa, cada espacio y cada territorio conlleva un largo periodo de aprendizaje ante las distintas necesidades simbólicas dada la amplitud de la diversidad cultural, demográfica y geográfica de un municipio capital como lo es Aguascalientes.
Teresa Jiménez Esquivel tendrá una gran responsabilidad ante un municipio de casi un millón de habitantes y en donde no debe permitirse el ensayo y el error, ni la tropicalización de programas que pueden funcionar para municipios pequeños pero no para Aguascalientes que requiere un ritmo de crecimiento como el que ha llevado Alejandro Vázquez Zúñiga y que le permitirá a la nueva alcaldesa reducir la brecha en el reconocimiento de su trabajo en la cultura, dar continuidad a proyectos con alto impacto social y además evitar un negligente uso de los recursos por personas que, con poco o nulo conocimiento pueden afectar al sector motivados por la falacia de querer probar sus capacidades pero desprovistos de la realidad de los diferentes contextos.
Hoy las políticas públicas están llamadas a reconocer las buenas prácticas y permitir que ellas continúen. Sabemos que la “invención del hilo negro” en la administración pública no existe y nunca existió, y que la cultura de la continuidad, de lo que probadamente ha favorecido al sector cultural es necesario ante la proliferación de incapacitados con mucha iniciativa o juglares que viven de cantar y copiar proyectos para el disfrute de los nuevos gobernantes.
Esperemos que la nueva administración municipal de Teresa Jiménez Esquivel proponga y lleve a la práctica políticas sanas y sensatas, y que apueste a la continuidad de un proyecto de cultura que ha mostrado con creces en tan solo tres años que sabe atender las necesidades de la población de la capital. Más allá de cambios y nuevos nombres, los ciudadanos queremos se permita trabajar a quienes sí lo hacen como el equipo que encabeza Vázquez Zúñiga.
Hoy, a un día de concluido el Festival de la Ciudad y a semanas de que termine la presente administración municipal, recapitulamos los logros y los altos niveles de participación ciudadana alcanzados por el Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura y nos congratulamos de tener un equipo de jóvenes comprometidos con la pluralidad, la diversidad y las buenas prácticas como ejemplos de buenos gobiernos.